Los desastrosos comienzos de las grandes bandas del rock
De Metallica a Coldplay y de Oasis a U2, muchas de las grandes bandas de la historia del rock, que llegaron a tocar sus canciones ante multitudes y triunfaron en la música de una manera que nunca imaginaron, tuvieron un comienzo complicado, desmoralizador, poco esperanzador o directamente desastroso. Su determinación los llevó hasta el estrellato, dejando aquellos primeros conciertos como un recuerdo entre inocente y osado. Pero como nada se pierde, acá recordamos esos primeros (y malos) pasos.
U2
Cuatro adolescentes dublineses debutaron con el nombre de Feedback en octubre de 1976 tocando versiones en el instituto Mount Temple: "Show me the Way", de Peter Frampton; "Bye bye baby", de los Bay City Rollers y un precario medley de los Beach Boys. Ese fue el debut ante el público de Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen cinco meses después de conocerse, y les sirvió básicamente para saber lo que querían hacer con sus vidas. "Mi voz no sonaba demasiado bien, pero de todas formas intentaba cantar rock", rememora el vocalista en la autobiografía coral U2 by U2 sobre aquel ensayo general, por así decirlo, al que siguió el 11 de abril de 1977 su primera actuación con un público que pagó la entrada. Y aquella sí salió mal.
En la St Fintan's High School de Dublín tuvo lugar el primer concierto “en serio” de Feedback, como teloneros de Rat Salad y The Arthur Phybes Band. Por algún motivo, Bono llevó a dos chicas de su clase para que hicieran de coristas -una incluso tocaba la flauta- sin haber ensayado antes: una locura teniendo en cuenta que por aquel entonces apenas sabían tocar. "Me pareció que quedaría genial con aquellas dos coristas y la flauta, pero fue un desastre", rememora Bono, detallando que tuvieron la osadía de intentar interpretar "Nights in White Satin", de los Moody Blues: "Era muy complicada para nosotros, tenía más de cuatro acordes".
En su breve repertorio, también hubo versiones de "Johnny B. Goode", de Chuck Berry; "Heart of Gold", de Neil Young, o de nuevo el medley de los Beach Boys. "Pasé mucha vergüenza, estaba humillado; tocamos completamente desacompasados. Éramos pésimos. El público nos silbaba y los Rat Salad se reían de nosotros. Fue horrible", resume el baterista Larry Mullen, también en U2 by U2, donde el guitarrista The Edge remata: "Aunque probablemente fuéramos unos ineptos, para mí bastaba con la emoción de tocar delante del público".
Metallica
Metallica es la banda más grande de los sonidos más duros. Pero, como todas, también tuvo una decepcionante primera vez. En su caso, el 14 de marzo de 1982 en el club Radio City de Anaheim, localidad californiana cercana a Los Ángeles donde todo empezó unos meses antes con el encuentro del impetuoso batería Lars Ulrich y el cantante y guitarrista James Hetfield. A ellos pronto se unieron el también guitarrista Dave Mustaine y el bajista Ron McGovney, completando la formación original del grupo que se subió por primera vez a un escenario a defender el nombre de Metallica. Y documentado está que no impresionaron demasiado por su pericia, aunque sí que impactaron por su violencia sonora y por canciones que ahora son clásicos del trash metal como "Hit the Lights" y "Jump in the Fire", ambas incluidas en 1983 en su celebérrimo debut, Kill 'em all.
"En el primer concierto en Radio City yo solo cantaba. Había mucha gente allí, quizás 200 personas, porque teníamos a todos mis amigos del instituto y los colegas de Lars, Ron y Dave", relata Hetfield en la biografía Nacer, crecer, Metallica, morir (Malpaso Ediciones, 2018) al recordar aquel debut. "Estaba nervioso e incómodo sin una guitarra y entonces Dave rompió una cuerda de la suya. Pareció que tardó una eternidad en cambiarla y yo estaba ahí muriéndome de la vergüenza. Fue decepcionante. Y nunca hubo tanta gente en los siguientes conciertos como en el primero". Por su parte, Ulrich apuntó en su diario un escueto resumen de un recital por el que cobraron 15 dólares: "Nervios de punta, actuación regular". El repertorio de aquella velada, con nueve temas en total, incluyó las dos mencionadas composiciones propias junto a versiones de Diamond Head ("Helpless", "Sucking my Love", "Am I Evil?", The Prince), de Blitzkrieg ("Blitzkrieg"), de Savage ("Let it Loose") y de Sweet Savage ("Killing Time"). Algunas de ellas, los fans lo saben bien, han seguido sonando en los conciertos de Metallica recurrentemente con el paso de los años.
REM
Eran ya Michael Stipe, Bill Berry, Peter Buck y Mike Mills, pero todavía no se llamaban R.E.M. Fue el 5 de abril de 1980 en la fiesta de cumpleaños de una amiga en la St Mary's Episcopal Church de Athens (Georgia, Estados Unidos), un espacio para estudiantes y gente creativa. Los cuatro estudiantes de la Universidad de Georgia habían formado el grupo unos pocos meses antes, después de que Stipe y Buck se conocieran en la tienda de discos donde este último trabajaba. Ambos fueron presentados a Mills y Berry por un amigo común. Para cuando debutaron ante amigos y conocidos de su localidad natal, aún no tenían nombre, aunque días después ya eran oficialmente R.E.M. En aquel primer concierto tocaron alguna canción propia y versiones como "God Save the Queen", de Sex Pistols; "(I'm Not Your) Steppin' Stone", de los Monkees y "Roadrunner", de Jonathan Richman.
En un post de 2015, en el Facebook de R.E.M. con motivo de la rehabilitación de la St Mary's Church, el grupo desmintió la vieja creencia de que por aquel entonces se hicieran llamar Twisted Kites y aseguró que salieron al escenario sin presentación alguna y sin nombre. En un reciente programa en la PBS (Public Broadcasting Service, red de televisión pública de Estados Unidos), Mills califica de "loco" aquel debut ante un público escaso: "Athens era muy cerrada e insular en aquel momento, y todo el mundo que estaba allí se conocía". Stipe, quien también participó en el programa, destaca que "la chispa estaba ahí desde el principio", aunque al mismo tiempo admite que a los cuatro les costó "unos pocos años aprender a tocar" sus respectivos instrumentos. "Y a mí me costó tres discos descubrir que tenía una voz y habilidad para escribir". En otra entrevista con Marcus Gray, Stipe subrayó que la actuación fue "realmente divertida", aunque confiesa que no se acuerda de la "última mitad". "Estábamos cagados de miedo", sentenció en esa misma entrevista Berry.
Oasis
El primer concierto de Oasis lo perpetraron el 18 de agosto de 1991, en el Boardwalk Club de Manchester, Liam Gallagher (voz), Paul McGuigan (bajo), Paul Arthurs Bonehead (guitarra) y Tony McGuigan (batería). El hermano mayor de Liam, Noel, por entonces asistente de Inspiral Carpets, acudió con esa banda a presenciar el debut de su hermano como cantante. La historia oficial cuenta que Noel no quedó especialmente impresionado por lo que aconteció sobre aquel escenario pero, por lo que fuera, aquella misma velada empezó a considerar seriamente la posibilidad de unirse a ellos para dar salida a una serie de canciones que había ido escribiendo durante los años anteriores. Finalmente sucedió, el grupo quedó alucinado al verse repentinamente con un montón de material propio..., y el resto es historia.
Pero regresamos de nuevo a la noche del 18 de agosto de 1991: iniciática pero al mismo tiempo de infausto recuerdo para la estrella del rock que es ahora Liam Gallagher. "Fue horrible, porque los únicos que estaban allí eran nuestros colegas. Y era un poco intimidante intentar actuar como Mick Jagger delante de tus colegas", recordó el vocalista en 2018 en una entrevista con John Kennedy en Radio X, en la que agregó: "Ellos estaban en plan '¿qué onda? Vámonos al pub, dejen las guitarras y vamos a ver el partido'". Según la versión de Liam, tuvieron que ponerse firmes y decirles que, si iban a quedarse a la actuación, tenían que aplaudir y dejar de hablar.
Aerosmith
El quinteto integrado por Steven Tyler, Joe Perry, Joey Kramer, Tom Hamilton y Ray Tabano (sustituído poco después por Brad Whitford) dio su primer concierto el 6 de noviembre de 1970 en la Nipmuc Regional High School de Mendon (Massachusetts, EE UU). Para conseguir esta actuación fue esencial la mediación de uno de los personajes menos glamorosos que puede haber en una buena historia rockera: una madre. La de Joe Perry, concretamente, que trabajaba en un colegio cercano. Todos habían tocado en otras bandas y habían pisado todo tipo de escenarios, pero aquella fue su primera vez juntos con público.
El álbum de debut de Aerosmith llegó en enero de 1973, pero antes hubo tres largos años de aprendizaje, tanto musical como personal. De hecho, en aquel primer recital, por el que cobraron 50 dólares, ya hubo mal ambiente en el escenario, por lo que luego se convertiría en un antagonismo legendario: la del vocalista y el guitarrista, los "gemelos tóxicos", discutiendo ante el público con total naturalidad, en aquel caso por el volumen del instrumento de Joe Perry, que sepultaba todo lo demás. "Apenas habíamos terminado el primer tema y me puse a gritarle. '¡Bajá el volumen de tu amplificador! ¡No tenés por qué tocar a tanto volumen!' No podía oírme cantar y no puedo cantar en el tono del grupo si no escucho mi voz. Debo escucharme por encima de la música para saber si estoy afinado", remarca Tyler en sus memorias ¿Acaso molesta el ruido que retumba en mi sesera? "La verdad, la banda tenía la energía tan asimilada que no importaba si yo me escuchaba o no".
Aparte del problema en la ecualización a lo Spinal Tap, tampoco ayudó al apacible devenir de los acontecimientos que Steven Tyler robara una camiseta con el nombre del instituto e introdujera alcohol en sus dependencias, personificando así la mitológica actitud de quien está destinado a ser una estrella del rock. En cualquier caso, en la biografía del grupo escrita en 2010 por Jeff Burlingame, un asistente asegura que quedó alucinado por su sonido y su repertorio de versiones blues-rock, que seguía los pasos de lo que hicieron antes los Rolling Stones o Led Zeppelin: "Era obvio que iban a llegar a algo".
Foo Fighters
Menos de un año después de la muerte de Kurt Cobain (5 de abril de 1994), Dave Grohl pasaba de ser actor secundario como batería de Nirvana a protagonizar su propia película como líder absoluto de Foo Fighters. Al frente de su propia banda empezaba una nueva vida ante un reducido grupo de amigos, debutando en vivo el 19 de febrero de 1995. Con respecto al lugar, a veces anunciado como Boathouse, Grohl dijo en 2015 a Rolling Stone que fue en una especie de loft medio ilegal llamado Marine Building, en el downtown de Seattle. Junto a Grohl, el bajista Nate Mendel, el guitarrista Pat Smear (contratado en los últimos meses por Nirvana como apoyo) y el batería William Goldsmith. "Es divertido cuando decides dar un concierto por primera vez con tu nueva banda. Al principio es aterrador, y por eso pensamos que lo mejor era hacer una fiesta para beber y esperar a que todo el mundo estuviera muy borracho", rememora Grohl en Rolling Stone.
No tiene que ser nada fácil pasar de ser el tipo de los tambores (¡de Nirvana!) al fondo del escenario a ponerse al frente de una nueva banda. Pero Dave se lanzó y aquella velada interpretaron "básicamente todo el primer álbum" de Foo Fighters, más algunas caras B para que la actuación durara un poco más. "Recuerdo que fue un alivio muy grande cuando llegamos al final", concede Grohl, quien luego desvela que "un mes después" escuchó una grabación que lo dejó "mortificado". "Pensé que sonábamos genial y cuando escuché la grabación fue como, 'ohhh... ¿son los Foo Fighters? ¡Tenemos que practicar más!'", remata el siempre divertido músico estadounidense.
The Ramones
En sus comienzos, los Ramones ensayaban en los Performance Studios de Nueva York. Allí fue donde el 30 de marzo de 1974 hicieron su primera actuación ante un público integrado por un puñado de colegas y poco más. Un rato iniciático que fue visto y no visto, pues con la velocidad que después sería su santo y seña, apenas fueron capaces de tocar siete canciones de poco más de un minuto. Entre ellas, declaraciones de intenciones tan seminales como "I don't wanna walk around with you" o "Now I wanna sniff some glue" (ya desde el principio, esa dualidad tan básica entre el quiero y el no quiero). Y lo hicieron, además en formato trío, pues en la prehistoria ramoniana estaban Joey Ramone en la batería, Johnny Ramone en la guitarra y Dee Dee Ramone como bajista y cantante. "Éramos tres piezas y éramos malos", resume Johnny en su autobiografía Commando.
"Cuando empezamos, la formación era diferente. Yo era el baterista y Johnny el guitarrista. Dee Dee era el bajista, pero no podía cantar y tocar el mismo tiempo", resume Joey Ramone en las memorias corales De gira con los Ramones. Sirva este pequeñito detalle sin importancia sobre las capacidades de Dee Dee para hacerse una idea de cómo eran aquellos Ramones. Algo refrendado en el mismo libro por Johnny: "Dimos un bolo para nuestros amigos el 30 de marzo de 1974. Éramos espantosos. Todavía no teníamos nuestra imagen. Nuestros colegas dejaron de hablarnos después de aquello, debíamos ensayar más. Seguimos haciéndolo hasta agosto y finalmente tocamos en el CBGB. Para entonces ya había cierta semejanza con lo que serían los Ramones". Esa evolución se debió a que Tommy Ramone dejó de ejercer como mánager y se sentó tras la batería, empujando a Joey al puesto de vocalista. Así dieron su segundo concierto, que bien podría considerarse en realidad el primero al ser ante gente ajena a su círculo más cercano. Fue el 16 de agosto de 1974 en el mencionado CBGB, emblemático templo del punk rock, término entonces aún en pañales y por definir (su álbum debut no llegaría hasta 1976 y no puede decirse que fuera un gran éxito).
"Un par de meses después de que yo empezara a tocar la batería salimos a actuar por ahí. El primer concierto fue en el CGBG, teloneando a Blondie, que por aquel entonces se llamaban Angel and The Snake", recuerda Tommy, mientras que quien sería su sustituto en 1978, Marky Ramone, relata en su propia autobiografía cómo eran aquellos conciertos: "A la banda le faltaba trabajo, en ocasiones eran puro desorden. A veces se equivocaban al principio de un tema y volvían a contar de nuevo. En ocasiones se ponían a discutir en medio del escenario. Más que un concierto, uno tenía la sensación de estar viendo un ensayo".
Coldplay
No se llamaban Coldplay, sino Starfish -nombre decidido a toda prisa ante la inminencia del debut y que les duró poco-, pero ya estaban los cuatro de siempre: Chris Martin, Guy Berryman, Will Champion y Jon Buckland. Fue el 16 de enero de 1998 y la entrada costó cuatro libras. Tuvo lugar en la planta de arriba de un pub, The Laurel Tree, en el barrio londinense de Candem, no demasiado lejos de la casa que compartían Chris y Jon por aquel entonces. Tal y como se explica en la web del grupo inglés, el edificio aún existe, aunque con otra utilidad.
Según el propio grupo relata, la actuación fue "ok", incluso a pesar de que tuvieron que tocar dos veces una misma canción para alargarlo un poco más. "Una mala idea", admiten con humor en el pequeño texto en www.coldplay.com, donde también se asegura que agotaron las 150 entradas más que nada por las "habilidades de persuasión" del cuarteto con sus amigos. "La mayoría de aquellos amigos, en cualquier caso, siguieron asistiendo a todos los primeros conciertos de Coldplay, así que no pudo ser demasiado malo...", rememora la banda, de nuevo con humor. En el texto mencionado, que compartieron con motivo del 15º aniversario de este debut en vivo, decían: "A pesar de que Will (Champion, el baterista) apenas llevaba una semana en la banda, organizó nuestro primer concierto en The Laurel Tree de Camden Town (Londres). Lamentablemente no teníamos nombre, de modo que en una situación de pánico elegimos Starfish. La actuación fue buena, a pesar de que tocamos dos veces la misma canción, una mala idea".
Sex Pistols
El debut en directo de los Sex Pistols tuvo lugar el 6 de noviembre de 1975 ante una veintena de asistentes en la sala de conciertos habilitada en la segunda planta de la St Martin's School Art de Charing Cross Road, en pleno centro de Londres. Allí, como teloneros de Bazooka Joe, empezó la revolución punk de Johnny Rotten (voz), Steve Jones (guitarra), Paul Cook (batería), Glen Matlock (bajo) y Malcolm McLaren (mánager e ideólogo al que es preciso incluir como parte del grupo). La actuación duró apenas 20 minutos y tocaron versiones como "Substitute", de los Who; "Whatcha Gonna Do About It", de Small Faces y "(I'm Not Your) Steppin' Stone", de los Monkees. Estrenaron también un tema propio, "Seventeen".
El libro Punk rock: Historia de 30 años de subversión, de Mariano Muniesa, lo relata sin vueltas: "La actuación fue un desastre. Paul Cook se lesionó en la rodilla minutos antes de empezar la actuación al tropezar y darse un fuerte golpe mientras subía las escaleras, con lo que obviamente no tocó en las mejores condiciones. Por su parte, Steve Jones tuvo una avería en su amplificador que interfería en el sonido general, que resultó ser horrible". A ese sonido tremebundo ayudó el altísimo volumen al que tocaron, muy por encima de lo pactado. Esto llevó a alguien -supuestamente del entorno de Bazooka Joe, que habían alquilado la sala como atracción principal- a cortar la electricidad en la quinta canción. Lo siguiente fue la clásica sucesión de improperios, amenazas, empujones, puñetazos y ataques incluso contra el propio equipo de sonido, prestado por Bazooka Joe a los Sex Pistols, tal y como recuerda el guitarrista de los primeros, Danny Kleinman (ahora cineasta), en una entrevista de 2015.
The Clash
La alineación para la primera presentación en directo de los Clash estaba integrada por Terry Chimes a la batería, Paul Simonon al bajo, Mick Jones y Keith Levene como guitarristas y Joe Strummer como cantante y tercera guitarra. La banda se desplegó así por primera vez el 4 de julio de 1976, en el Black Swan de Sheffield (Reino Unido), como teloneros de los Sex Pistols. Puro ardor punk a punto de estallar a nivel masivo, algo que ocurriría poco después, ya como cuarteto, tras la salida de Levene y la llegada de Topper Headon a la batería.
"Creo que no llevábamos mucho tiempo ensayando antes de la primera actuación", apunta Mick Jones en la retrospectiva coral editada en 2008. En palabras de Strummer: "Había una canción titulada 'Listen' que tenía una línea de bajo que iba ascendiendo la escala musical y luego bajaba una nota, pero Paul estaba tan nervioso que no dejaba de subir la escala. Nos partimos de risa porque no sabía cómo entrar". El propio Paul Simonon corrobora lo dicho por sus compañeros, resaltando que aquella fue la primera vez que tocaba en un escenario con público. "La noche anterior me entró el pánico, pero cuando puse el pie en el escenario fue como estar en el salón de mi casa. Pero las cosas salieron mal y Mick tuvo que afinarme el bajo, aunque a mí no me importaba. Solo me apetecía saltar de un lado a otro, pero Mick quería que estuviese afinado", relata.
Queen
De una forma natural, Smile, la banda en la que militaban el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor, evolucionó hasta convertirse en Queen. Fue determinante para ello la salida del vocalista y bajista Tim Stafell pues, al verse solos, May y Taylor decidieron probar con un joven seguidor y amigo: Farrokh Bulsara. Farrokh se convirtió en Freddie Mercury y Smile en Queen. En pleno proceso de transformación, la nueva banda dio su primer concierto el 27 de junio de 1970 en un evento benéfico de la Cruz Roja en el auditorio municipal de Truro, en Cornualles, la punta más al suroeste del Reino Unido. En el bajo, eventualmente, estaba Mike Grose (quien solo duró tres conciertos y sería reemplazado después por Barry Mitchell y en 1971 ya por John Deacon).
El espectáculo fue organizado con la colaboración de Win Hitchens, la madre de Roger Taylor. El repertorio mezcló temas propios como "Stone cold crazy" o "Father to Son" con versiones varias. "Pero el concierto quedó un poco soso en aquel auditorio medio vacío", resume La biografía definitiva de Freddie Mercury. En sus páginas se detalla que "los observadores comentaron que el grupo no era todavía lo suficientemente 'denso' y que el cantante no estaba lo suficientemente coordinado". Y se pone en boca de la madre del baterista estas palabras: "Freddie no era lo que llegaría a ser después. No había conseguido dar el toque adecuado a sus movimientos".
Recordando hace un par de años aquel debut con el medio local CornwallLive, Roger, quien se mudó a Truro con su familia siendo un niño, apunta que cobraron 50 libras: "Fue la primera actuación de Freddie con nosotros. Mi madre estaba bastante sorprendida. Y realmente no tenía la técnica que desarrolló más tarde. ¡Sonaba como una oveja muy poderosa! Teníamos dos luces y lo que sea que tuvieran allí, muy poco. Era muy básico en aquellos días". Tres semanas después, el 18 de julio, Queen daba su primer concierto en Londres y comenzaba a escribir su historia.
The Smiths
El 4 de octubre de 1982 debutaban los Smiths en el Ritz de Manchester como teloneros de Blue Rondo à la Turk dentro de una velada estudiantil de música y moda. La dupla Morrissey-Marr estaba ya a los mandos. Junto a ellos, Mike Joyce en la batería y el fugaz bajista Dale Hibbert (quien sería despedido horas después del debut, propiciando la llegada de Andy Rourke). Justo antes de salir a escena, Morrissey comunicó a Marr que, aparte de ejercer como presentador, su amigo James Marker se iba a quedar toda la actuación en el escenario bailando a su lado a modo de gogó. Por aquello de la puesta en escena...
"Tras la presentación de James en francés, subí las escaleras hasta el escenario para nuestro primer concierto y mi primer compromiso como músico profesional. ¡Cloooonc! Una sacudida de terror frío me traspasó el cuerpo al darme cuenta de que había golpeado el clavijero de la guitarra contra la pared", narra Marr en sus memorias. Ese incidente quedó en un susto simbólico, quien recuerda que Mike tuvo problemas con la caja de su batería. Nada tan serio como la impresión que tuvo el guitarrista al ver al bajista a su derecha "bailando como un nene de cuatro años en una disco". "¿Qué está haciendo?", se preguntó sin dejar de tocar. Y prosigue con más recuerdos: "Esperaba que parara, pero Dale estaba desatado. En ese preciso momento supe que nuestros caminos tendrían que separarse, pues entre los bailoteos de gogó de James con sus tacones de aguja y Dale meneando el esqueleto de mala manera, nuestra primera actuación estaba resultando mucho más animada de lo que jamás habría imaginado". Según cuenta Marr tantos años después de aquel debut, Morrissey tuvo "fortuna al haberse quedado clavado delante, por lo que no se enteró de ninguna de las maniobras que estaban ocurriendo a su espalda". "Los Smiths terminamos nuestro dubitativo y extravagante debut con 'I Want a Boy for my Birthday' para completo desconcierto del público congregado", remata el guitarrista.
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