Día Mundial de la diabetes: el hábito alimentario que es hoy uno de los principales factores de riesgo para contraer la enfermedad
En el Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora cada 14 de noviembre desde 1991, LA NACION conversó con diversos especialistas para conocer la actualidad de esta enfermedad que, en muchos casos aparece de manera silenciosa e irrumpe en la vida de miles de personas perjudicando su salud y provocando la muerte en los casos más extremos.
Los últimos datos de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) son alarmantes: alrededor de 422 millones de personas en todo el mundo tienen diabetes, la mayoría vive en países de ingresos bajos y medianos, y 1,5 millones de muertes se atribuyen directamente a la diabetes cada año. Tanto el número de casos como la prevalencia de la diabetes han aumentado constantemente durante las últimas décadas.
En el país, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2018), se ha determinado una prevalencia de diabetes del 12,7% a nivel nacional. “Nuestro grupo de investigación realizó en el año 2017 una investigación con determinación de glucemia y otras variables bioquímicas en la ciudad de Venado Tuerto, en Santa Fe, y arrojó cifras similares”, aporta en diálogo con LA NACION Gustavo Frechtel, nutricionista y Jefe de la División Nutrición del Hospital de Clínicas de la UBA.
Por su parte, Alejandra Mabel Camino, magíster en Biología Molecular y Diabetóloga del Centro de Salud DIM, dice: “El aumento de la diabetes es preocupante en todo el mundo, siendo los países en desarrollo los que están más expuestos a este aumento: se nota una incidencia en aumento en niños y adolescentes de diabetes tipo 2, especialmente por hábitos no saludables en cuanto a alimentación y ejercicio”.
Por eso, considera fundamental poner énfasis en “la detección precoz”, al mismo tiempo que “actuar a tiempo para prevenirla, controlando el peso y fomentando la actividad física en todas sus formas y opciones”.
Todos los expertos consultados coinciden en que, entre los principales factores de riesgo, especialmente en la diabetes Tipo 2 (que es la más común), está el consumo de alimentos ultraprocesados y el sedentarismo.
En este sentido, existe evidencia científica que relaciona el consumo de alimentos ultraprocesados –que ya se encuentran en góndola identificados por uno o más Sellos de Advertencia de acuerdo establece la Ley de Etiquetado Frontal– con el aumento de diabetes tipo 2, según un estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition.
Qué es la diabetes
Según indica Camino, la diabetes “es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa (azúcar) en sangre. Esto, si se mantiene por tiempos prolongados, provoca daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios”.
La más común, dice la experta, es “la diabetes tipo 2, que ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no la produce en suficientes cantidades”.
Desde la Fundación Sanar, el nutricionista Ignacio Porras coincide y aporta: “Si en el caso de pacientes con diabetes tipo 2 no se controla debidamente la glucemia y no se logra una correcta adhesión al tratamiento, ese páncreas se fatiga y puede llegar el momento que no produzca más insulina. En ese caso, el paciente pasa a transformarse en insulino dependiente. Si bien, originalmente sí producía su propia insulina, por falta de un tratamiento adecuado puede pasar a requerir de manera exógena la inyección de insulina para poder metabolizar los carbohidratos de la dieta”.
Por su parte, Frechtel explica que en el caso de la diabetes tipo 2, los signos de alarma “son silenciosos”, motivo por el cual el “alrededor del 40% de los pacientes con Diabetes Tipo 2 desconocen que tienen la enfermedad”.
Si bien el experto del Hospital Clínicas explica que los síntomas para los distintos tipos de diabetes no son diferentes, la rapidez en la que se manifiestan en cada caso sí genera consecuencias determinantes. “Los síntomas para la diabetes tipo 1 (DT1) y tipo 2 (DT2) son similares, ya que responden al aumento del azúcar/glucosa en sangre (glucemia) son sed (polidipsia), orinar mucho (poliuria) y pérdida de peso. El más significativo es la pérdida de peso que implica una importante caída en la producción de insulina propia por la célula β del páncreas”, especifica.
“En general estos síntomas están presentes en el diagnóstico y al comienzo de la DT1, ya que este tipo de diabetes presenta un rápido aumento de los niveles de glucemia y esos niveles llegan a ser muy altos. Pero esto no ocurre con la DT2 en la que se presenta un aumento progresivo de los niveles de glucemia, permitiendo una adaptación del organismo y, en general, no se alcanzan niveles tan altos como en el caso de la DT1. En este caso, el comienzo de la enfermedad es asintomático y suele no coincidir con el diagnóstico de la Diabetes Tipo 2, por eso la enfermedad suele comenzar antes del diagnóstico”, detalla Frechtel.
Las diferencias principales entre los tipos de diabetes
Diabetes tipo 1: El cuerpo no produce suficiente insulina. Las causas y los factores de riesgo de este tipo de diabetes son desconocidas. Las estrategias de prevención tampoco han resultado eficaces hasta el momento.
Diabetes tipo 2: El cuerpo no gestiona correctamente la insulina que produce. Cuanto mayor es el perímetro de cintura y más elevado en Índice de Grasa Corporal (IGC) mayores posibilidades de desarrollarla. Este tipo de diabetes puede prevenirse y es mucho más frecuente que el tipo 1.
Diabetes gestacional: Es un tercer tipo de diabetes y se caracteriza por el aumento de azúcar en sangre (hiperglucemia) durante el embarazo con valores superiores a los normales, pero no tan elevados como para diagnosticar la enfermedad. Las mujeres que la desarrollan corren más riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto. Y además tanto el bebé como la madre tienen más posibilidades de desarrollar diabetes del tipo 2 a lo largo de su vida.
“La diabetes tipo 2 y la diabetes gestacional están íntimamente relacionadas con el patrón alimentario de las personas –explica Porras-. El entorno y las elecciones alimentarias tienen gran incidencia. Si tenemos en cuenta el sistema alimentario actual, que nos ofrece más ultraprocesados que alimentos reales, es un factor de riesgo importante para el desarrollo de las enfermedades crónicas no transmisibles. Por eso, hoy se sabe que los ultraprocesados tienen una alta incidencia en el desarrollo de la diabetes tipo 2 como en el tipo gestacional”.
En tanto, Camino advierte que “todos los tipos de diabetes pueden producir complicaciones graves e incluso la muerte. Gran parte de los casos y sus complicaciones podrían prevenirse manteniendo una dieta saludable, realizando actividad física regularmente, teniendo un peso corporal saludable y evitando el consumo de tabaco”.
Alimentos ultraprocesados y diabetes
Según el estudio publicado a mediados de este año en la revista American Journal of Clinical Nutrition, un mayor consumo de alimentos ultraprocesados (UPF, por sus siglas en inglés) se asocia con una menor supervivencia y una mayor mortalidad cardiovascular en pacientes con Diabetes Tipo 2.
“Los factores de riesgo para la diabetes tipo 2 están directamente relacionados con una alimentación poco saludable y, por lo tanto, con productos ultraprocesados que favorecen el aumento de peso, el que, sumado al sedentarismo, se constituyen en los desencadenantes de la enfermedad en un contexto de susceptibilidad genética”, expone Frachtel.
En el caso de la diabetes tipo 1, agrega que “los factores ambientales desencadenantes parecen ser las enfermedades virales”, a pesar de que en estos casos se requiere de ciertas características genéticas, y reconoce que “un aumento de peso a partir de una alimentación poco saludable también podría acelerar el comienzo de la enfermedad en una persona en la que está instalada la autoinmunidad”.
Para Porras, el patrón alimentario más saludable que actualmente describe la evidencia científica es el tipo de alimentación basado en plantas integrales, “que no es sinónimo de ser vegano o vegetariano”, aclara. “Este tipo de alimentación buscar promover el consumo de granos, legumbres y plantas integrales dejando afuera de la dieta a las opciones en ultraprocesados. A diferencia de una alimentación vegana o vegetariana, que no deja necesariamente a los ultraprocesados fuera del consumo diario, este modelo alimentario sí lo hace”, recomienda.
En qué consiste el tratamiento
“La diabetes tipo 1 es denominada diabetes insulinodependiente, así que su tratamiento farmacológico es la insulinoterapia, además de una dietoterapia personalizada. Ha habido un interesante y significativo avance en la calidad de las nuevas insulinas disponibles para el tratamiento de la DT1″, puntualiza el Jefe del área de Nutrición del Hospital Clínicas.
En el caso de la diabetes tipo 2, conocida como no insulinodependiente, dice que “es tratada con drogas no insulínicas, entre las que se encuentran medicamentos con diferentes acciones farmacológicas y en cuyo campo ha habido un importante avance en los últimos 10 a 15 años. Hoy contamos con un interesante espectro de drogas para el tratamiento farmacológico de la DT2. La cual además debe incluir un tratamiento dietoterápico personalizado que favorezca el descenso de peso, el que sumado a la actividad física constituyen un punto fundamental en el tratamiento de la DT2. Por último, la cirugía bariátrica o metabólica también debe incluirse dentro de los tratamientos utilizados en la DT2″.
“La educación diabetológica es muy importante como base para el tratamiento de todos los tipos de diabetes, ya que la persona con diabetes debe ser incorporada al tratamiento y a la toma de decisiones”, concluye.