Crece la insurgencia en Pakistán tras la vuelta de los talibanes a Afganistán
Islamabad, 24 dic (EFE).- El principal grupo talibán paquistaní, Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP), ha incrementado sus ataques desde que los talibanes afganos se hicieron con el control de Kabul en agosto del año pasado.
El TTP, un paraguas de varios grupos tribales creado en 2007 que ha luchado durante años para derrocar al Gobierno de Islamabad, es un aliado de los talibanes afganos y anunció el pasado noviembre la reanudación de los ataques en Pakistán tras una serie de negociaciones infructuosas.
Pero incluso antes de retomar oficialmente la ofensiva, los datos muestran que el número de atentados ha aumentado vertiginosamente en el país asiático en el último año.
AUMENTO DE LOS ATAQUES
Entre el 15 de agosto de 2021, día en que los talibanes afganos se hicieron con el control de Kabul, y el 14 de agosto de 2022, Pakistán registró 250 ataques terroristas en los que murieron 433 personas y 719 resultaron heridas, según el Instituto Paquistaní de Estudios para la Paz (PIPS).
Entre agosto de 2020 y el mismo mes de 2021, el PIPS contabilizó 165 ataques en los que murieron 294 personas y 598 resultaron heridas.
Los datos recogidos por el Instituto muestran un aumento en los atentados terroristas del 51 % en un periodo de un año, invirtiendo la tendencia a la baja en Pakistán registrada en los últimos años.
Solo el pasado viernes, el TTP reivindicó un ataque suicida en Islamabad que dejó al menos tres muertos y seis heridos.
La semana pasada, más de 25 militantes talibanes murieron en una operación de las fuerzas de seguridad para liberar un centro de detención antiterrorista capturado por los insurgentes.
El TTP ha desatado también ataques en la provincia sureña de Baluchistán, azotada también por grupos independentistas locales, y a finales del pasado noviembre cuatro personas murieron y 26 resultaron heridas en un atentado contra un camión policial.
LOS TALIBANES PAQUISTANÍES GANAN TERRENO
Este aumento de la violencia paralelo al cambio de régimen en Kabul no es una casualidad, y la propia Autoridad Nacional Antiterrorista de Pakistán afirmó a principios de diciembre que los talibanes paquistaníes han "ganado un terreno considerable" y han "aumentado su presencia y alcance de sus actividades" al tiempo que mantenían negociaciones de paz con el Gobierno.
Tras su creación en 2007, el TTP desató una ola de ataques terroristas y emboscadas en todo el país y mataron a miles de personas, incluyendo el intento de asesinato de la premio Nobel Malala Yousafzai en 2012.
Las autoridades paquistaníes respondieron con una masiva operación contra varios grupos insurgentes del país en 2014.
"Cuando las fuerzas estadounidenses estaban en Afganistán, los talibanes afganos buscaron refugio en Pakistán y recuperaron fuerzas", dijo a EFE el analista en temas de seguridad Amir Rana.
"El TTP hizo lo mismo cuando las fuerzas paquistaníes lanzaron una operación contra ellos", explicó.
Aunque Islamabad y el TTP comenzaron el año pasado un proceso de diálogo y acordaron un alto el fuego, con los talibanes afganos como mediadores, los talibanes paquistaníes reanudaron oficialmente los ataques al dar las negociaciones por fracasadas.
Los insurgentes habían venido golpeando a las fuerzas de seguridad bajo el pretexto de la autodefensa, sobre todo en las provincias de Baluchistán y Khyber Pakhtunkhwa, al amparo de la inestabilidad política reinante en el país.
LLAMADAS A ACTUAR
Pero no solo han aumentado el número de ataques, sino que el TTP está de vuelta en el valle de Swat, en el norte de Pakistán, su antiguo bastión del que fue expulsado en 2009 por el Gobierno.
"Hay combatientes del TTP en las montañas en Swat, y los habitantes locales han estado pidiendo al Gobierno que los vuelva a expulsar", dijo a EFE Gul Khail, un residente del valle, en referencia a las recientes protestas ciudadanas.
Políticos, miembros de la sociedad civil y activistas han llamado al Gobierno a tomar medidas contra la creciente amenaza de los talibanes paquistaníes.
"El resurgimiento del terrorismo supone una nueva amenaza para nuestra seguridad nacional", afirmó el pasado miércoles el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, que reivindicó la capacidad de las fuerzas de seguridad de "hacer frente a esta amenaza".
Amjad Ali
(c) Agencia EFE