Copa Sudamericana: Racing empató 2-2 con Corinthians en la ida de la semifinal

Sobre el césped resbaladizo del Neo Quimica Arena, en San Pablo, Racing pisó con firmeza y consiguió un muy buen resultado en la misión de empezar a pagar una vieja deuda: alzar una copa internacional, después de 36 años. En la ruta hacia la final que se realizará en Paraguay, la Academia de Gustavo Costas volvió del diluvio paulista con un valioso 2-2 de su excursión frente a Corinthians. Así, la serie queda abierta de cara al desquite que se jugará el jueves próximo en el Presidente Perón, en Avellaneda. De ese duelo surgirá un ganador para la definición del 23 de noviembre; el otro surgirá del cruce entre Lanús y Cruzeiro, que empataron 1-1 en Belo Horizonte.

El duelo, jugado bajo una lluvia intensa en la ciudad paulista, deparó emociones desde el arranque. Maxi Salas, cuando apenas se habían jugado 5 minutos, abrió la cuenta para Racing con un gran remate al ángulo desde la puerta del área.

Pero reaccionó bien el conjunto brasileño y enseguida llegó a la igualdad. Memphis Depay se abrió camino por el centro y asistió para la llegada de Yuri Alberto, que recibió ligeramente sobre la derecha y a los 11 minutos marcó el 1-1 con un remate cruzado pese al esfuerzo de Arias.

No defraudaron la Academia ni el Timao en un comienzo repleto de emociones, con mucha dinámica. Volvió a inquietar el equipo brasileño, que casi rompe la igualdad en un cabezazo de André Ramalho que Arias sacó como pudo del rincón derecho.

Poco después de la media hora, Corinthians desequilibró y dio vuelta el resultado. Nuevamente lo hizo a través de Yuri Alberto, que se acomodó de la derecha hacia el centro, y desde fuera del área sacó un derechazo cruzado, al segundo palo, inalcanzable para Arias, y así llegó el 2-1 brasileño.

El encuentro continuó bajo un diluvio y el campo brasileño empezó a anegarse, con la pelota cada vez más difícil de manejar. Con Quintero como conductor, Racing buscó el empate, pero Corinthians se mostraba peligroso también con la habilidad de Memphis, el aporte del argentino Rodrigo Garro, y la puntería de Yuri Alberto. Maxi Salas estuvo cerca de la igualdad con un zurdazo cruzado que salió cerca del poste izquierdo.

Se animó Racing tras quedar en desventaja, y de la mano de Quintero empezó a llegar con frecuencia sobre el área de Corinthians, que cerró la primera parte con ventaja en el resultado, más allá de un desarrollo parejo.

No cambió Racing en el arranque de la segunda parte, mantuvo el protagonismo y llegó al 2-2, con un golazo de Gastón Martirena. El lateral uruguayo se abrió camino por el medio en una gran acción individual, combinó con Almendra, y tras recibir del volante estampó la igualdad con un derechazo rasante.

Lejos de conformarse, la Academia se mantuvo firme en su vocación de ir a discutirle el partido de igual a igual a un Corinthians sorprendido, que de todos modos inquietaba cuando podía incursionar en ataque. Ángel Romero mandó un gran centro y Yuri Alberto, imparable, ganó en lo alto, pero su cabezazo salió lejos, y Garro, poco después, sacudió un zurdazo que casi rozó el travesaño.

Tras el empate, Corinthians reaccionó. Ramón Díaz movió el banco y dispuso tres cambios para darle aire a su equipo en los últimos veinte minutos. Costas sólo dispuso la entrada de Zuculini por el lesionado Almendra. Empezó a tener más la pelota el conjunto paulista, pero ya no tenía la claridad de la primera parte, con un Racing mejor parado además.

Empujó el local en los últimos minutos, frente a un Racing extenuado, acalambrado, que había hecho un esfuerzo descomunal. Se lo perdió Ángel Romero, que falló el remate tras un centro desde la derecha que lo dejaba solo frente al arco. Resistió Racing como pudo, con Maravilla Martínez como único delantero en el tramo final. Lo tuvo el neerlandés Depay en el último minuto, con un remate cruzado que salió al lado del caño izquierdo. Respiró Racing, aliviado. Su esfuerzo encontró premio; buscará refrendarlo en siete días, frente a su gente, más cerca de ir por esa final internacional que se hace esperar desde hace mucho.

Para el elenco de Gustavo Costas, la Sudamericana es prioridad para volver a ser campeón tras varios años de sequía internacional: los últimos festejos fueron en 1988, en las supercopas Sudamericana e Interamericana.