La convulsión se apodera de Francia tras el resultado histórico de la extrema derecha: ¿qué pasa ahora?
PARÍS.- Los votantes franceses enfrentan una decisión crucial el 7 de julio en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias anticipadas, que podrían llevar al país su primer gobierno de ultraderecha desde la ocupación nazi de la II Guerra Mundial, o un parlamento sin ninguna mayoría.
La alianza de centroderecha de Emmanuel Macron y la coalición de izquierdas inician una semana de campaña decisiva para evitar un gobierno de extrema derecha en la Unión Europea. El primer ministro Gabriel Attal advirtió que “la extrema derecha está a las puertas del poder” y urgió a que “ningún voto vaya a RN”.
Varias formaciones políticas francesas intentaban construir el lunes un frente unido para bloquear el camino hacia el gobierno del partido de extrema derecha.
“Tras la conmoción, hacer frente unidos”, llamaba este lunes en portada el diario de izquierda Libération, junto a una imagen en blanco y negro del candidato de extrema derecha a primer ministro, Jordan Bardella, de 28 años.
Après le choc : FAIRE BLOC. C'est la une de @Libe lundi.
#Législatives2024 pic.twitter.com/kHCrqfEKAw— Libération (@libe) June 30, 2024
El resultado de las elecciones generó una gran repercusión en las bolsas europeas y en el euro, que subían el lunes, y también tuvo un impacto internacional.
El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó que mantiene la “esperanza en la movilización de la izquierda francesa”. En Gran Bretaña, el líder laborista Keir Starmer destacó la importancia de responder a las preocupaciones cotidianas de los electores. Rusia dijo que sigue “muy de cerca las elecciones en Francia”, ya que una victoria de la ultraderecha podría debilitar la política de Macron de apoyo a Ucrania, aunque el partido de Le Pen asegura que apoya a Kiev y quiere evitar una escalada con Moscú.
Pero ¿qué pasa ahora? ¿Puede ganar la ultraderecha? ¿Cómo se posiciona Macron? Este es el escenario en el que se desarrollará la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias en Francia el 7 de julio.
¿Qué pasó?
En la primera ronda del domingo, el partido de extrema derecha de Marine Le Pen, el Reagrupamiento Nacional (RN), y sus aliados lograron un importante avance con alrededor de un tercio de los votos. La coalición Nuevo Frente Popular (NFP), que incluye fuerzas de centroizquierda, verdes e izquierda dura, quedó en segundo lugar, por delante de la alianza centrista del presidente Emmanuel Macron, que terminó tercero con solo el 20% de los votos.
¿Cómo funciona?
Las elecciones para los 577 escaños en la Asamblea Nacional de Francia son un proceso de dos rondas. En las circunscripciones donde ningún candidato ganó directamente en la primera ronda, los dos primeros candidatos, así como cualquier candidato con más del 12.5% del total de votantes registrados en esa circunscripción, pasan a una segunda ronda. Con un RN en posición de fuerza, la presión se recrudeció sobre sus rivales para que se retiren en caso de balotajes con tres candidatos y aumentar así las opciones del mejor posicionado contra un rival ultraderechista.
¿Qué ocurre ahora?
Los rivales de la Agrupación Nacional intentan evitar que obtenga una mayoría absoluta. La coalición de izquierda dijo que retiraría a sus candidatos en distritos donde terminaran en tercer lugar para ayudar a respaldar a otros candidatos opuestos a la ultraderecha. La alianza centrista de Macron también dijo que algunos de sus candidatos se retirarían antes de la segunda ronda para tratar de bloquear a la Agrupación Nacional.
Esa estrategia ha funcionado en el pasado, cuando el partido de Le Pen y su predecesor, el Frente Nacional, eran considerados por muchos como parias políticos. Pero ahora el partido de Le Pen tiene un amplio y arraigado apoyo en todo el país.
¿Por qué crece la ultraderecha?
Aunque Francia tiene una de las economías más grandes del mundo y es una importante potencia diplomática y militar, muchos votantes franceses sufren por la inflación y los bajos salarios y tienen la sensación de que la globalización les está dejando atrás.
El partido de Le Pen, que atribuye muchos de los problemas de Francia a la inmigración, ha canalizado esa frustración de los votantes y construido una red de apoyo nacional, especialmente en ciudades pequeños y comunidades agrícolas que consideran a Macron y la clase política en París como alejada de su realidad.
¿Qué es la cohabitación?
Si la Agrupación Nacional o cualquier otra fuerza política que no sea su alianza centrista consigue una mayoría, Macron se verá obligado a nombrar un nuevo primer ministro que pertenezca a esa nueva mayoría. En esa situación, conocida como “cohabitación” en Francia, el gobierno aplicaría medidas que no encajan con el plan del presidente.
La república francesa moderna ha experimentado esa convivencia en tres ocasiones, la última durante la presidencia del conservador Jacques Chirac, con el primer ministro socialista Lionel Jospin, entre 1997 y 2002.
¿Por qué importa eso?
La Asamblea Nacional, la Cámara baja, es la más poderosa de las dos cámaras del Parlamento francés. Tiene la última palabra en el proceso legislativo por encima del Senado, que está dominado por conservadores. Macron tiene un mandato presidencial hasta 2027 y ha dicho que no dejará el puesto antes de que expire su mandato. Pero un presidente francés debilitado podría complicar muchas cosas en el plano internacional.
La ultraderecha como la coalición izquierdista tienen posiciones en esos campos muy alejadas de la estrategia de Macron, algo que probablemente sería una fuente de tensiones durante una posible cohabitación.
El líder de ultraderecha, Jordan Bardella, que podría convertirse en primer ministro, afirmó que sería “respetuoso de la Constitución y del papel del presidente”, pero sin hacer concesiones. Bardella se opondría a enviar tropas francesas a Ucrania y rechazaría el envío de misiles de largo alcance y otro armamento capaz de golpear objetivos en territorio ruso.
¿Qué pasa si no hay mayoría?
El presidente puede nombrar un primer ministro del grupo parlamentario más numeroso en la Asamblea aunque no tengan mayoría absoluta, como ocurrió con la propia alianza centrista de Macron desde 2022.
Sin embargo, la Agrupación Nacional ya dijo que rechazaría esa opción porque supondría que el gobierno de ultraderecha podría ser depuesto con rapidez en una moción de censura si otras formaciones políticas se ponen de acuerdo.
El presidente podría intentar construir una amplia coalición de izquierda a derecha, una opción que parece improbable dadas las grandes discrepancias políticas.
Otra alternativa sería nombrar un “gobierno de expertos” no afiliados a partidos políticos, pero requeriría el visto bueno de una mayoría en la Asamblea Nacional. Ese gobierno tecnócrata se ocuparía en su mayor parte de los asuntos cotidianos en lugar de hacer grandes reformas.
Si las negociaciones se alargan demasiado durante las vacaciones de verano y los Juegos Olímpicos de París del 26 de julio al 11 de agosto, el gobierno centrista de Macron se mantendría como gobierno de transición hasta que concluyera el proceso.
Agencias AP, AFP y Reuters