El Consejo Europeo empieza a debatir los cuatro cargos clave que gobiernan el bloque
PARÍS.- ¿Quién ocupará los llamados “top jobs” de la Unión Europea (UE)? Los dirigentes de los 27 países miembros se reunirán esta noche en Bruselas para iniciar la repartición de los principales puestos de responsabilidad de las instituciones del bloque durante los próximos cinco años. En vista de los resultados de las recientes elecciones parlamentarias europeas, la alemana Ursula von der Leyen parecía bien ubicada para obtener un segundo mandato como presidenta de la Comisión.
Esa reunión informal es un primer encuentro para los jefes de Estado y de gobierno de las naciones de la UE después de las elecciones europeas del 6 al 9 de junio, marcadas por un avance sensible de la extrema derecha en varios países, entre ellos en Francia y en Alemania.
Un Consejo Europeo está previsto para el 27 y 28 de junio, pero un consenso ya parece existir sobre los cuatro puestos principales del bloque.
Von der Leyen está muy bien ubicada para sucederse a sí misma, en su calidad de candidata del Partido Popular Europeo (PPE), familia política que llegó primera en las elecciones europeas, con 190 bancas (+14) en el nuevo Parlamento. La designación de la alemana de 65 años, miembro de la Unión Demócrata-Cristiana (CDU), no es sin embargo automática: Von der Leyen necesita obtener una “mayoría calificada” de por lo menos 15 países, que representen el 65% de la población europea.
En el seno del Consejo Europeo, el PPE cuenta con una docena de dirigentes. El apoyo de Emmanuel Macron, en el campo de los centristas y liberales, así como de Olaf Sholz, perteneciente a la socialdemocracia, es crucial.
Por su parte, la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni, llegada de la extrema derecha posfascista, podría tener interés en no pronunciarse rápidamente y esperar la constitución de los grupos en el Parlamento Europeo, a fin de negociar puestos para su grupo. Su fuerza de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) obtuvo 76 bancas, aunque podría ver sus filas aumentadas con cierto número de los 90 eurodiputados que actualmente se encuentran entre los “no inscritos”.
Si fuera efectivamente confirmada por los dirigentes, Von der Leyen deberá después ser ratificada por una mayoría absoluta de 361 eurodiputados.
La resurrección de Costa
El actual presidente del Consejo Europeo –encargado de organizar y dirigir las cumbres de los dirigentes de los países miembros–, el belga Charles Michel, que mantiene relaciones difíciles con Von der Leyen, dejará sus funciones. Los socialdemócratas, que constituyen el segundo grupo político en el Parlamento Europeo, quieren ese puesto para el ex premier portugués Antonio Costa. El socialista de 62 años fue objeto de una investigación por tráfico de influencias que provocó su renuncia del gobierno en noviembre. Pero fuentes diplomáticas europeas afirman que esto no será un obstáculo insalvable, debido a que las sospechas que pesan sobre él parecen disiparse.
También en discusión se encuentra el puesto de alto representante para las Relaciones Exteriores del bloque. Con 77 años de edad, su actual responsable, el español Josep Borrell, se retira. La favorita para reemplazarlo es la primera ministra estonia Kaja Kallas. Esa liberal de 46 años sería la única europea del este entre los titulares de los “top jobs”. Kallas se hizo conocer por su apoyo sin fallas a Ucrania en la guerra lanzada por Rusia, país fronterizo de Estonia.
Por fin, en la presidencia del Parlamento Europeo desde enero de 2022, la maltesa Roberta Metsola (PPE), de 45 años, debería –salvo sorpresa de último momento– obtener un nuevo mandato de dos años y medio.
La celeridad inhabitual con la cual parece haberse formado el consenso en torno de esos cuatro nombres responde –según fuentes de Bruselas– a la minuciosa preparación de la campaña de Von der Leyen y a su voluntad de no dejar a la extrema derecha alterar el tablero europeo. “Von der Leyen, a quien nadie esperaba en 2019, no dejó ningún espacio al azar. Durante toda la campaña fue la única candidata creíble para la presidencia de la Comisión Europea durante los debates organizados a nivel europeo”, analiza Jean-Dominique Giuliani, presidente de la Fundación Robert Schuman.