Cómo 35 segundos de terror, o de asombro, dieron el control a los Nuggets en la serie ante los Timberwolves

Jamal Murray, escolta de los Denver Nuggets anotó un triple desde media cancha antes del medio tiempo. Denver navegó con facilidad el resto del partido  (Foto: AAron Ontiveroz/The Denver Post)
Jamal Murray, escolta de los Denver Nuggets anotó un triple desde media cancha antes del medio tiempo. Denver navegó con facilidad el resto del partido (Foto: AAron Ontiveroz/The Denver Post)

Treinta y cinco segundos a la mitad del partido. Eso fue todo lo que necesitaron los Denver Nuggets para despegarse en el Juego 4 y cambiar por completo el momento de las Semifinales de la Conferencia Oeste ante los Minnesota Timberwolves.

Con los Timberwolves amenazando a los campeones defensores a finales de la primera mitad, una secuencia insólita abrió nuevamente la diferencia. Minnesota no volvió a acercarse a sus rivales en el resto del juego que perdieron por 115-107.

Después de que Denver había conseguido una ventaja de 16 puntos, Minnesota fue recortando la desventaja hasta colocarse a 7 unidades con 47 segundos por jugar en la primera mitad. Con 33 segundos por jugar, cuando parecía que Karl-Anthony Towns robaba el balón con la oportunidad de ponerse a dos posesiones de distancia, pero una falta suave -por decir lo mínimo- contra Rudy Gobert borró la acción.

Anthony Edwards hizo lo que pudo para los Minnesota Timberwolves, pero su balón perdido el final del segundo cuarto fue un golpe duro para el equipo. (Foto: David Berding/Getty Images)
Anthony Edwards hizo lo que pudo para los Minnesota Timberwolves, pero su balón perdido el final del segundo cuarto fue un golpe duro para el equipo. (Foto: David Berding/Getty Images)

En la siguiente jugada, Nikola Jokic encontró a Kentavious Caldwell-Pope para un triple que extendería nuevamente la diferencia a doble digitos. Aún así, los T-Wolves tendrían una última posesión con el balón, y ahí fue cuando sucedió el desastre.

Anthony Edwards, quien en el resto del partido estuvo intratable y finalizó con 44 puntos, perdió el balón mientras iba a la canasta, los Nuggets concretaron en un rompimiento con una clavada de Michael Porter Jr. con menos de 2 segundos por jugar.

Fue entonces cuando la desesperación le ganó a Nickeil Alexander-Walker, quien quiso salir rápido, el balón fue robado por Jamal Murray, y en una secuencia insólita, anotó un triple desde la media cancha mientras expiraba el reloj. Murray volteó a la mesa de los narradores y gritó la canasta a la par de Kevin Harlan, cronista del partido para TNT en la Unión Americana.

En lugar de reducir la ventaja a dos posesiones, los Timberwolves estaban nuevamente a 15 puntos. Al final perderían por 8 -si, la misma cantidad que cedieron en ese medio minuto- y nunca redujeron la desventaja a menos de 7 unidades.

Es cierto que la serie está empatada a dos triunfos por bando en este momento, pero cualquiera que haya visto el encuentro sabe que el control de la serie ha pasado a manos de los campeones defensores. Denver ha sido muy superior en los últimos dos partidos, y hay varios puntos en los que los dirigidos por Chris Finch parecen haber perdido la brújula.

Edwards ha estado a la par de Jokic, como un jugador dominante en la serie. Pero mientras que el “Joker” ha contado con el respaldo de sus compañeros, “Antman” ha estado particularmente solo. Towns no ha encontrado su ritmo después de los primeros dos juegos, mientras que Gobert, Jugador Defensivo del Año, ha sido dominado por Jokic.

Kentavious Caldwell-Pope (5), de los Denver Nuggets,  roba el balón a Karl-Anthony Towns (32), de los Minnesota Timberwolves. Towns no fue factor en los dos juegos en Minnesota. (Foto: David Berding/Getty Images)
Kentavious Caldwell-Pope (5), de los Denver Nuggets, roba el balón a Karl-Anthony Towns (32), de los Minnesota Timberwolves. Towns no fue factor en los dos juegos en Minnesota. (Foto: David Berding/Getty Images)

Ahora, Minnesota, que había barrido a los Phoenix Suns en la primera ronda y se encontraba arriba por 2-0 sobre Denver, tiene que remar contra corriente por primera vez en toda la postemporada, con un equipo que tiene poca experiencia en playoffs.

Aún es posible que los Wolves saquen la serie, pero desperdiciar una ventaja de dos victorias de visitante contra un equipo tan completo como los Nuggets y con el golpe anímico que representa el descalabro del domingo, el panorama luce diametralmente opuesto al del viernes por la mañana.

Todos los reportes que señalaban que el dominio de los Denver Nuggets había terminado fueron expuestos como una exageración. Después del Juego 2, los Nuggets habían perdido los dos partidos en casa al inicio de la serie, y en ambos fueron dominados, al menos por momentos.

Murray era cuestionado por haber aventado una toalla y un paquete de gel de recuperación a la duela. Jokic, quien recibió su tercer premio al Jugador Más Valioso el miércoles, fue cuestionado por expertos, y en los medios se decía que era el pase de la antorcha de Denver a Minnesota.

Nikola Jokic (15) ha demostrado porque ganó su tercer premio al Jugador Más Valioso en los dos partidos más recientes ante los Minnesota Timberwolves. (Foto: David Berding/Getty Images)
Nikola Jokic (15) ha demostrado porque ganó su tercer premio al Jugador Más Valioso en los dos partidos más recientes ante los Minnesota Timberwolves. (Foto: David Berding/Getty Images)

Michael Malone, entrenador de los Nuggets, retó a su equipo, hizo una recopilación de todos los analistas que los descalificaron y la mostró al equipo. Ell mensaje fue escuchado. Murray recopiló 43 puntos combinados en los Juegos 3 y 4. Jokic se echó al equipo al hombro con 59 unidades, 21 tableros y 16 asistencias en esos partidos. Aaron Gordon y Porter han respondido al llamado.

Denver reaccionó ante la adversidad y nuevamente luce como el equipo a vencer. Si los Nuggets terminan con el bicampeonato, ese medio minuto en Minnesota será recordado como el momento en que cambiaron su fortuna, y de paso sellaron la de los Timberwolves.

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