Choque de cabezas en Rosario Central vs. Platense: Pellegrino sacó la peor parte y se fue en ambulancia

Nadie esperaba semejante momento de dramatismo en la reanudación del encuentro, luego del entretiempo. Rosario Central se imponía a Platense por 1-0, en la final de la Copa de la Liga, en el estadio Madre de Ciudades, de Santiago del Estero, con un golazo de Maximiliano Lovera. Comenzó la segunda etapa, con una jugada elaborada del Calamar, diseñada especialmente por el DT Martín Palermo para sorprender al adversario: toque, pelotazo cruzado a cargar sobre el área oponente y ganar en la segunda jugada. Pero algo inesperado sucedió en el camino, exactamente a los 8 segundos de juego.

Mateo Pellegrino, delantero de Platense, fue a buscar el envío bien arriba. Y Facundo Mallo, defensor de Rosario Central, se impulsó con la idea concreta de defender el ataque aéreo. Entonces, el choque violento de cabezas a destiempo: el encontronazo mostró a Mallo golpeando accidentalmente, pero con mayor contundencia. Pellegrino cayó conmocionado por el impacto, que fue tremendo.

El momento del impacto

Inmediatamente, los jugadores de Rosario Central pidieron asistencia médica al observar el estado en el que había quedado Pellegrino, que es hijo de Mauricio Pellegrino, ex jugador de Vélez y también entrenador, que estaba en una de las plateas. Luego de las primeras atenciones en el campo de juego, el atacante de Platense, de 22 años, fue subido a una camilla y trasladado en ambulancia a un centro asistencial de Santiago, mientras los auxiliares del equipo trataban de llevarle calma a la familia del jugador.

Quién es Mateo Pellegrini

Veinte minutos más tarde, llegaron las buenas noticias desde la clínica: “El jugador se encuentra estable, recuperándose del fuerte golpe recibido. Se aguarda su evolución, pero está bien”, dijeron allegados al plantel de Platense. En principio, el atacante en ningún momento perdió el conocimiento, lo cual es satisfactorio en este tipo de episodios con severos traumatismos.

Sin dudas, uno de los momentos de mayor angustia de la noche santiagueña. Y con buenas noticias.