Chile evalúa establecer “cuotas” de ingreso por temor a una nueva ola de migrantes venezolanos

SANTIAGO, Chile.- El gobierno chileno confirmó este viernes que se prepara para una eventual ola migratoria desde Venezuela por la gravedad de la crisis luego de las elecciones del domingo pasado, calificadas de fraudulentas por gran parte de la comunidad internacional, y que evalúa un sistema de “cuotas” para regular el ingreso.

En Chile y otros países de la región temen una nueva ola migratoria, luego de que por lo menos 7,7 millones de personas dejaran el país caribeño durante la última década para huir de una voraz crisis económica y social, según estimaciones de la agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).

Si bien desde el gobierno de Gabriel Boric aseguran que el flujo de venezolanos hacia Chile nunca ha cesado, sostienen que se están adoptando distintas medidas y coordinaciones con países vecinos para enfrentar esta situación.

“La ola migratoria no se ha detenido en ningún minuto, pero hay una preocupación de que esto se pudiera intensificar y para eso tenemos que prepararnos”, dijo el miércoles la ministra del Interior y de Seguridad de Chile, Carolina Tohá.

La vocera del gobierno, Camila Vallejo, destacó este viernes el despliegue del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, a las zonas fronterizas del norte del país junto con las Fuerzas Armadas, para coordinar con los militares la disposición de más recursos y equipamiento.

Además, Vallejo dijo que se están desarrollando coordinaciones a nivel internacional con los países vecinos, y en base a la experiencia europea. “Hemos estado mirando experiencias, por ejemplo, en países europeos donde se han acordado entre los distintos países que comparten muchas fronteras y que han tenido este problema de la coordinación y de cómo ordenarla de mejor manera”, señaló la vocera presidencial.

En particular, planteó la alternativa de “establecer cuotas” para el ingreso de venezolanos.

“Entendemos que cada país está siendo impactado por esta migración y entendiendo obviamente que esto no es llegar y cerrar, sino que ordenar, control y orden. Y en ese proceso de ordenamiento migratorio no hemos descartado, más bien estamos evaluando, si es que se acuerda con otros países, el que se establezcan cuotas”, dijo Vallejo.

“Esto tiene que ver con cuánto los países logran absorber de esta migración. Cada uno de los países con los cuales compartimos fronteras tiene migrantes venezolanos. Tienen venezolanos y venezolanas en sus países. Y por lo tanto algo que nos preocupa a todos, es que tengamos un acuerdo de mayor ordenamiento del proceso migratorio”, precisó.

Antes de los comicios, la encuestadora ORC Consultores proyectaba que 18% de los venezolanos estarían dispuestos a migrar en un plazo de seis meses si Maduro conservaba el poder. Sobre una población de unos 30 millones -el último censo fue en 2011-, serían 5,4 millones de personas.

Según estimaciones de la ONU, los cinco países de América Latina con mayor número de migrantes de Venezuela son Colombia (2,8 millones), Perú (1,5 millones), Brasil (568.000), Chile (532.000) y Ecuador (444.000).

La probabilidad de una nueva estampida preocupa no solo a la región, sino además a Estados Unidos, donde también han afluido miles de venezolanos. La migración es un tema central en la campaña presidencial, sobre todo para Donald Trump, que busca volver con un discurso antiinmigrantes aún más fuerte que en su primer mandato (2017-2021).

Y las voces que llegan desde Venezuela no hacen más que confirmar las previsiones. “No se ve la luz al final del túnel, me voy”, dijo José Vásquez, un venezolano de 31 años que atiende un local en San Cristóbal, la capital del estado de Táchira, fronterizo con Colombia.

“Todo el mundo sabe lo que va a pasar: la gente de mi edad y la que es más jovencita se va a ir. Va a haber una fuga migratoria gigantesca. La diáspora va a ser mayor”, dijo Vásquez, sentado en la céntrica plaza Bolívar de esta ciudad, desde donde avizoraba una inevitable retirada.

El Mercurio/GDA y agencia AFP