Carlos Alcaraz desplegó su mejor tenis, venció a Jannik Sinner y jugar la final de Indian Wells contra Daniil Medvedev

El mejor punto del partido entre Alcaraz y Sinner, por las semifinales de Indian Wells
El mejor punto del partido entre Alcaraz y Sinner, por las semifinales de Indian Wells

El español Carlos Alcaraz accedió a la final del Masters 1000 de Indian Wells al vencer al italiano Jannik Sinner por 1-6, 6-3 y 6-2 en algo más de dos horas. Fue una suerte de revancha para el segundo preclasificado del torneo, ya que su rival le había ganado los dos últimos enfrentamientos. Y la magnitud del éxito queda de manifiesto en que el italiano estaba invicto en sus 16 partidos en el año. Este domingo, el español jugará el partido decisivo contra el ruso Daniil Medvedev, que en la segunda semifinal doblegó al estadounidense Tommy Paul por 1-6, 7-6 (7-3) y 6-2.

“Me mantuve fuerte mentalmente. Es una parte importante en este deporte. Para superar este tipo de partidos es fundamental hacerlo. Después del primer set cambié un poco mi juego; funcionó bien, y estoy muy contento de haberle ganado a Jannik”, dijo el español después de la victoria, ya instalado en la final de Indian Wells. Alcaraz, que seguirá siendo el número 2 del ranking mundial el lunes, agregó: “Tenía que correr más, defender mejor que como lo hice en el primer set. Intenté mantenerme firme en la cancha. Cambié un poco el estilo de devolución, intentando poner la pelota en la cancha, y me quedé más en los intercambios. En los peloteos más prolongados había cometido demasiados errores y eso no se puede hacer ante un jugador como Jannik”, dijo el español. Tendrá algo menos de un día para descansar, porque a las 18 del domingo en Argentina se presentará para definir contra Medveved, pero el ruso dispondrá de menos horas, ya que su partido concluyó cerca de la 1. Antes del plato fuerte, a las 15, la polaca Iga Swiatek y la griega Maria Sakkari protagonizarán el desenlace femenino de Indian Wells, también con televisación de ESPN 3.

Jugaron tres games y la lluvia los obligó a parar, durante dos horas: Alcaraz y Sinner dejan la cancha principal de Indian Wells mientras el italiano está 2-1 arriba; todo cambiará más tarde.
Jugaron tres games y la lluvia los obligó a parar, durante dos horas: Alcaraz y Sinner dejan la cancha principal de Indian Wells mientras el italiano está 2-1 arriba; todo cambiará más tarde. - Créditos: @Mark J. Terrill

El partido entre Sinner y Alcaraz, lo más atractivo que puede entregar la nueva generación del tenis masculino, se demoró dos horas cuando el marcador estaba 2-1 en favor del italiano. La tormenta que arreció sobre el complejo californiano obligó a los jugadores esperar a que el cielo se despejara. En la reanudación, el vendaval tenístico fue Sinner. El espigado número 3 del ranking mundial se llevó el primer parcial en apenas 37 minutos, gracias a dos break points (en el 2-1 y el 4-1 parciales). Sinner acertaba casi lo que tiraba: a las líneas, en la red, con su primer saque, desde la base. La diferencia entre ambos era abismal, aunque el joven español se daba ánimo en cada punto y buscaba su tenis. Claro que éste no aparecía.

Ya sin margen de error, Alcaraz reaccionó en el segundo set. Mejoró su puntería y efectivizó el drop, su arma favorita para cerrar el punto cada vez que conseguía sacar de la cancha a su rival. Y el partido se puso bueno, buenísimo. El parcial dejó varios puntos que bien podrían integrar el top 10 del torneo, e incluso colarse entre los mejores de la temporada. El talento de ambos quedó expuesto en varios pasajes, incluido uno que terminó siendo el punto de quiebre del encuentro: un tanto que consiguió en la red permitió a Alcaraz quebrarle el saque a Sinner y quedar 3-1 arriba. Entonces cambió el guión, porque el español se sintió en igualdad de condiciones, pese a haber perdido el primer set. Sinner, en cambio, comenzaba su declive.

Todo lo bueno que hizo Sinner en el primer set y el comienzo del segundo desapareció casi por completo a mediados del segundo parcial; el campeón del Abierto de Australia vio el final de su serie invicta de 16 encuentros en 2024.
Todo lo bueno que hizo Sinner en el primer set y el comienzo del segundo desapareció casi por completo a mediados del segundo parcial; el campeón del Abierto de Australia vio el final de su serie invicta de 16 encuentros en 2024. - Créditos: @Mark J. Terrill

En el quinto game, y con el marcador 15-0 para Sinner, se dio el mejor punto del partido: un intercambio a pura muñeca en la red que terminó con un tiro ancho del español. Ambos celebraron el espectáculo, sonrisas mediante. Más allá de ese tanto, el desarrollo ya estaba en favor del español, que lucía recuperado de la paliza recibida en el primer set. Le faltaba pasar esa superioridad al marcador, en el que todavía iba a remolque. Sinner se puso 2-4 y pareció querer mostrarle a su adversario que el recreo había pasado, que todavía podía resolver el asunto por la vía rápida, en dos parciales.

Puntazo en la red

Pero no hubo caso: Alcaraz sacó lo mejor de su repertorio y pasó a aprovechar alguna molestia física del campeón del Abierto de Australia. Cerró el segundo parcial en 6-3, y en el tercero, un punto con el marcador 1-1 fue una muestra de lo que vendría: Alcaraz salvó en la red un tiro fortísimo de Sinner como si fuera un arquero de fútbol ante un penal. El italiano dejó todo para evitar un segundo pique, pero el punto fue del español. En cambio, Jannik sumó preocupaciones: además del dolor en una pierna, sufrió un golpazo en el codo izquierdo y en una muñeca. Su cara en el descanso decía todo: la cuestión estaba cuesta arriba. Demasiado.

Compacto de la victoria de Alcaraz sobre Sinner

Alcaraz se agrandó y sacó lo mejor de sí. Mientras Juan Carlos Ferero, su entrenador, le pedía tranquilidad, él respondía con tiros ganadores. Y usufructuaba que Sinner tenía descalibrada la mira. Coleccionaba errores no forzados, le erraba a la cancha y aparecía preocupado. Ya casi no había partido y el triunfo de Carlos era cuestión de tiempo.

Sinner intentó una reacción, sin frutos. Porque Alcaraz era superior en energía, golpes y, sobre todo, mente. Y liquidó en su tercer match-point. Festejó poco, porque la alegría iba más bien por dentro. Alcaraz, como tantas veces lo hizo su compatriota Rafael Nadal, se sobrepuso a la adversidad gracias a su psiquis. Y esa fortaleza es toda una ventaja sobre muchos rivales.