El cambio climático reducirá a la mitad el mapa de los Juegos de Invierno

Madrid, 14 nov (EFE).- El mapa de posibles sedes de los Juegos Olímpicos de Invierno será cada vez más pequeño: las 93 localidades que potencialmente podían acogerlos hasta ahora serán solo 52 en la década de los años cincuenta del presente siglo y se reducirán a 46 en la de los ochenta, siempre que las emisiones de gases causantes del cambio climático se mantengan en la media de las previsiones a lo largo del siglo.

Si aumentan las emisiones, el escenario puede ser aún peor.

El Comité Olímpico Internacional (COI) ha encargado un estudio sobre el impacto del clima en los 'Juegos blancos' que concluye que la cita deportiva requerirá "una continua adaptación" si quiere "perdurar como una celebración global del deporte", aunque sea con "un grupo disminuido de potenciales sedes".

El COI publica el estudio coincidiendo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebra en Bakú, centrada en la financiación necesaria para que los países reduzcan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

También coincide con el año en el que se ha cumplido el primer centenario de los Juegos de Invierno, que nacieron en 1924 en Chamonix (Francia).

El estudio, firmado por Robert Steiger, de la Universidad de Innsbruk (Austria), y Daniel Scott, de la Universidad de Waterloo (Canadá), analiza la fiabilidad climática de 93 localidades -en las cadenas montañosas que ya han sido sede olímpica o de pruebas homologadas por la Federación Internacional de Esquí- para acoger los Juegos en el futuro.

Las condiciones climáticas adversas afectarán tanto a la preparación como a la organización de los Juegos, en forma de cancelación de pruebas, resultados adulterados (la nieve blanda es más lenta), seguridad (peor visibilidad), problemas de transporte y molestias para los aficionados, detalla el informe.

De las 21 localidades que ya han sido sede de los Juegos, dependiendo de la cantidad de emisiones, solo 10-13 podrían hacerlo en los años 50 y 8-12 en los 80.

Los Juegos Paralímpicos, que se disputan habitualmente en el mes de marzo, corren "un riesgo más alto". Únicamente 8-10 de las sedes anteriores serán fiables a mediados de este siglo y solo 4-10 a finales.

"En un escenario de altas emisiones, la posibilidad de celebrar los Juegos Paralímpicos en marzo quedaría casi eliminada", apunta el estudio.

Por todo ello "hay que tener en cuenta la fiabilidad climática en el proceso de selección (de las sedes olímpicas) para asegurar que los Juegos sean seguros y justos". Y, entre todos los aspectos a considerar, "la sostenibilidad de la fabricación de nieve artificial debería ser una prioridad" al examinar a las futuras candidatas.

Los Juegos de 2026 se disputarán en Milán-Cortina (Italia), los de 2030 en los Alpes Franceses y los de 2034 en Salt Lake City (EE.UU.). La última edición, Pekín 2022, se disputó enteramente con nieve artificial.

Los autores del estudio destacan los siguientes datos: este año se ha superado por primer vez el umbral del grado y medio de calentamiento global; las altas temperaturas y la falta de nieve obligaron a cancelar siete de las ocho primeras pruebas de las copas del mundo de esquí y snowboard en la temporada 2022-23; la duración de los inviernos en el hemisferio norte se ha reducido de 76 días a mediados del siglo XX a 73 en la actualidad, que pueden ser 56 en la próxima década de los 50; si las emisiones se descontrolasen, el invierno podría quedarse en 27 días a final de siglo.

Europa occidental, la región que más veces ha organizado los Juegos de Invierno, es la que experimentará más cambios pero también la que ofrecerá más sedes potenciales a lo largo del siglo XXI, de acuerdo con los autores.

(c) Agencia EFE