Bengalas, flashes y fuegos artificiales: el magnífico recibimiento de los hinchas de River antes del duelo contra Atlético Mineiro

River recibe a Atlético Mineiro en la vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores y en los minutos previos, los hinchas del Millonario fueron protagonistas con un recibimiento impresionante, con las luces del estadio apagadas y casi diez minutos ininterrumpidos de fuegos artificiales. Un clima acorde a una noche histórica de Copa.

Los futbolistas de ambos equipos estaban a punto de ingresar en el campo de juego cuando las luces del Monumental se apagaron en su totalidad. Las bengalas de humo color rojo, flashes que se encendían y se apagaban, comenzaron a encenderse en las tribunas. Los fuegos artificiales, por dentro y fuera del estadio, también empezaron a brillar sobre el cielo de Buenos Aires. Todo ese color fue acompañado por los cantos ensordecedores de los más de 80.000 hinchas que agotaron las entradas.

Los hinchas de River fueron protagonistas de un recibimiento especial, con la fe de poder revertir la serie que comenzó con el 0-3 en Brasil. Además, este lunes unos 20.000 fanáticos se acercaron a los alrededores del estadio para apoyar a sus jugadores que se encontraban en la concentración ubicada bajo una de las tribunas del Monumental.

Ya en las horas previas al encuentro, los miles de fanáticos del Millonario hicieron sentir la localía con cánticos y arengas, aunque el plato fuerte fue la recepción, que combinó calor e intimidación al mismo tiempo.

Vale destacar que el partido comenzó 15 minutos más tarde debido al problema que tuvo el equipo visitante para trasladarse desde el hotel hasta la cancha. En ese trayecto, tuvieron que frenar en una oportunidad debido a que la policía de la ciudad no podía garantizarle la seguridad necesaria para llegar hasta el estadio. Los dos colectivos que trasladaban a la delegación demoraron más de 40 minutos en arribar por lo que se decidió el retraso del horario del inicio. Previamente, ya en la noche del lunes, varios seguidores de River acudieron al hotel en el que se alojaba la delegación visitante para tratar de impedir que durmieran bien con bombas de estruendo a altas horas de la madrugada.