Bangladés luchará por la gloria olímpica en París con una sola flecha

Daca, 17 jul (EFE).- Sagor Islam no descubrió lo que eran los Juegos Olímpicos hasta que era un adolescente y ahora, como el único bangladesí calificado por derecho propio a París 2024, se enfrentará en la categoría de tiro con arco al resto del mundo por la gloria olímpica, representando a un país que nunca ha conseguido una medalla.

Hace cinco años, cuando el arquero Ruman Shana se convirtió en el primer bangladesí en clasificarse por derecho propio para Tokio 2020, Sagor se vio inspirado hasta el punto de conseguir ser admitido en la única escuela de educación deportiva del país en la disciplina de tiro con arco.

"Vi cómo la gente le prestaba atención a Shana después de que se clasificara en los Juegos Olímpicos. Desde entonces, mi sueño se ha convertido en participar", dijo Sagor a EFE durante una pausa en su entrenamiento a las afueras de Daca.

Bangladés es el país con más habitantes que nunca ha conseguido ganar una medalla en los Juegos Olímpicos, en los que empezó a competir en 1984 tras su formación como estado independiente, al separarse de Pakistán.

Hasta 2016, la participación del país asiático en los Juegos se limitaba al sistema de tarjetas de invitación o 'wildcard', en inglés: una especie de comodín que permite a las federaciones internacionales invitar a deportistas que no se han clasificado.

El golfista Siddikur Rahman se convirtió, en Río de Janeiro 2016, en el primer atleta bangladesí en competir por derecho propio, seguido por Shana en Tokio 2020.

Sagor es, pues, el tercer atleta del país asiático en clasificarse con todas las de la ley en los Juegos Olímpicos, y es por tanto el deportista sobre el que este país de 170 millones de habitantes tiene puestas más esperanzas. Bangladés enviará cinco deportistas a París, pero el resto (dos nadadores, un tirador y un velocista) irán allí gracias a los comodines.

Este chico desgarbado de 18 años, procedente de la ciudad norteña de Rajshahi, se aseguró un lugar en los Juegos Olímpicos de este año en la Copa Mundial de Tiro con Arco de Turquía el pasado junio, en la que pasó a semifinales.

"Siempre tuve confianza en mis posibilidades de clasificación. Mis entrenadores nunca me permitieron perder la concentración", dijo Sagor, con la respiración todavía agitada tras una intensa sesión con el técnico alemán Martin Frederic.

El menor de cuatro hermanos, que perdió a su padre cuando tenía tres años y fue criado por su madre, que regenta un puesto de té, ya ha sido recompensado económicamente por su patrocinador a su regreso de Turquía después de la clasificación olímpica.

Sagor es consciente de que su recompensa se multiplicará si gana una medalla en los Juegos Olímpicos, una tarea monumental que su entrenador cree que es demasiado pedir para un adolescente sin un historial sólido.

"Por supuesto, nuestro objetivo es avanzar lo más lejos posible", afirmó Frederic a EFE, que ha estado a cargo del equipo de tiro con arco de Bangladés durante seis años.

"Realmente no quiero hablar de la medalla, tal vez los cuartos de final sean un buen objetivo. Pero todo es posible, según las condiciones del día", dijo Frederic, sin querer renunciar por completo al objetivo pero afirmando que "terminar entre los 10 primeros sigue siendo algo.

El técnico alemán insistió en que Bangladés debe centrarse en garantizar la clasificación de más jugadores en eventos futuros.

"Ahora que tenemos un lugar único, en el futuro quiero clasificar con el equipo. Quiero clasificar con hombres y mujeres, y entonces tienes más opciones de ganar una medalla", dijo.

El secretario general de la Asociación Olímpica de Bangladés, Syed Shahed Reza, culpó a la falta de recursos del país por la falta de éxito en los Juegos Olímpicos.

"No tenemos suficiente dinero para entrenar a nuestros atletas", dijo, ni para seguir un plan a largo plazo que incluye atraer entrenadores de fuera del país y hacer competir en el extranjero a los deportistas.

Asif Hossain Khan, un tirador bangladesí que ganó la medalla de oro en la prueba de rifle de aire comprimido de 10 metros en los Juegos de la Commonwealth de 2002 en Manchester, refutó sin embargo la afirmación.

"Hemos visto a muchos deportistas triunfar sin contar con el respaldo de recursos. Para un país como el nuestro, primero se necesita corazón y trabajar duro para lograr el objetivo", afirmó.

Azad Majumder

(c) Agencia EFE