Se bajó Biden: el detrás de escena de la decisión y un aviso un minuto antes del anuncio oficial

El presidente Joe Biden baja del Air Force One en la base de la Fuerza Aérea de Dover en Delaware, el miércoles 17 de julio de 2024. (AP Foto/Susan Walsh)
El presidente Joe Biden baja del Air Force One en la base de la Fuerza Aérea de Dover en Delaware, el miércoles 17 de julio de 2024. (AP Foto/Susan Walsh) - Créditos: @Susan Walsh

WASHINGTON.- “Te necesito a tí y a Mike en la casa”, dijo el presidente Joe Biden el sábado por la tarde.

Biden estaba hablando por teléfono desde su casa de vacaciones en Rehoboth, Delaware, con Steve Ricchetti, uno de sus asesores más cercanos. El presidente se refería a Mike Donilon, su principal estratega. Pronto, ambos hombres estaban en Rehoboth, socialmente distanciados del presidente, que se estaba recuperando de Covid.

Desde esa tarde y hasta bien entrada la noche, los tres trabajaron en una de las cartas más importantes e históricas de la presidencia de Biden: su decisión de retirarse de su campaña de reelección después de que los principales demócratas, donantes, aliados cercanos y amigos lo presionaran sin descanso para que baje.

El presidente tomó la decisión recién el domingo por la mañana y luego llamó por separado a tres personas para informarles: la vicepresidenta Kamala Harris; Jeffrey Zients, jefe de gabinete de la Casa Blanca; y Jen O’Malley Dillon, la presidenta de la campaña. No se lo diría a la mayoría de su personal hasta un minuto antes de hacer su anuncio al mundo en las redes sociales el domingo.

Biden tomó su decisión, dijo un alto funcionario familiarizado con la decisión, en parte porque había intentado durante semanas desviar la atención de su apático y a veces incoherente desempeño en el debate del mes pasado hacia su oponente republicano, Donald Trump. Pero al final, dijo la fuente, el presidente “no pudo hacerlo”.

El presidente tomó la que podría ser la decisión política más difícil de su carrera quizás con el más pequeño de los círculos. En Rehoboth Beach estuveron con él durante el fin de semana Ricchetti y otros dos asistentes: Annie Tomasini, su subjefa de gabinete, y Anthony Bernal, jefe de gabinete de la primera dama, Jill Biden. Donilon no estaba en Rehoboth Beach cuando recibió la llamada y tuvo que correr hacia allí.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden (derecha), y la primera dama, Jill Biden, llegan a la Casa Blanca, en Washington, el 19 de febrero de 2024, desde Rehoboth Beach, Delaware. (AP Foto/Andrew Harnik)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden (derecha), y la primera dama, Jill Biden, llegan a la Casa Blanca, en Washington, el 19 de febrero de 2024, desde Rehoboth Beach, Delaware. (AP Foto/Andrew Harnik) - Créditos: @Andrew Harnik

Todavía enfermo y ronco, el presidente optó por anunciar su decisión por carta en lugar de ante la cámara, y trabajó en su redacción con Donilon, el autor de muchas de las palabras públicas del presidente, mientras Ricchetti se concentraba en los próximos pasos, como cuándo informar al personal, cómo hacerlo y quién más necesitaría ser notificado.

A las 13.45 del domingo (hora local), un minuto antes de que Biden publicara su carta de retiro, el presidente se lo dijo a varios de sus asesores, incluida Anita Dunn, quien maneja la estrategia de comunicaciones. Les leyó la carta y agradeció a su personal por su servicio.

“Acompáñenme con el trabajo y hagámoslo”, les dijo el presidente. La publicación en X salió a la 13.46.

Luego, Zients realizó una llamada con otros funcionarios de la Casa Blanca para confirmar que era cierto y agradecerles por todo su arduo trabajo, seguida de una llamada similar que realizó con el gabinete, que no se enteró hasta que la publicación estuvo en línea. Algunos asesores de Biden estaban llorando, muchos en shock pero muchos también aliviados.

Biden pasó parte del resto del día haciendo llamadas telefónicas a líderes del Congreso y otros aliados. Anunciar el fin de su candidatura en X le dio la posibilidad de hacerlo “a su manera”, dijo el funcionario, evitando las intrigas y filtraciones que han plagado su campaña en las últimas semanas.

Por Katie Rogers