El atentado a Trump une a los republicanos, mientras las divisiones por Biden crecen entre los demócratas

El expresidente Donald Trump hace una prueba del podio durante la Convención del Partido Republicano en Milwaukee, con la oreja todavía vendada
El expresidente Donald Trump hace una prueba del podio durante la Convención del Partido Republicano en Milwaukee, con la oreja todavía vendada - Créditos: @ANDREW CABALLERO-REYNOLDS

MILWAUKEE, Wisconsin. - Alguna vez humillados por Donald Trump, sus exrivales en las internas cerraron filas esta semana en la Convención Nacional Republicana en torno a la candidatura presidencial del exmandatario, tras el intento de asesinato del sábado pasado, y llamaron a la unidad, mientras los demócratas siguen divididos sobre la candidatura del presidente Joe Biden.

Si el senador J.D. Vance, quien fue uno de sus principales críticos, borró todas las publicaciones que hizo en su contra y es su compañero de fórmula, sus antiguos rivales no se quedaron atrás y se alinearon detrás del líder, que avanza sin cuestionamientos de su bando.

Vance era la estrella de este miércoles, tercer día de la convención, con un discurso centrado en su historia personal, de cómo creció en una familia pobre en Kentucky y Ohio y ascendió a las alturas de la política. La idea era conseguir apoyo entre los votantes del centro del país y explicar cómo sus experiencias forjaron sus posturas hacia temas como la inmigración, la inflación y las drogas.

En pantalla, la imagen del candidato a la vicepresidencia JD Vance, durante la Convención Republicana
En pantalla, la imagen del candidato a la vicepresidencia JD Vance, durante la Convención Republicana - Créditos: @Morry Gash

Además del borrón y cuenta nueva de Vance, el símbolo más visible de esta empatía absoluta con Trump ha sido que algunos miembros del auditorio en la convención se cubrieron una parte de la oreja con un papel blanco, en sintonía con la venda de Trump por su herida.

“Lo hice en honor a Trump y el sacrificio que hizo por nuestro país: casi ser asesinado para salvar a nuestro partido, nuestro país y nuestra república. Espero iniciar una tendencia, de verdad”, dijo a la prensa Joe Neglia, de 63 años, delegado de Arizona.

Trump, que no se conformó con asistir a la convención solo durante los últimos días, como es habitual, ha participado en los actos desde el principio, observando los homenajes desde la primera fila de una plataforma elevada, sonriendo ampliamente y, en ocasiones, pareciendo conmovido por la pleitesía. Orador tras orador, doblan sus rodillas para rendir homenaje a un hombre que una vez los insultó, los menospreció y, finalmente, los derrotó.

La exembajadora republicana Nikky Haley
La exembajadora republicana Nikky Haley - Créditos: @EMIL LIPPE

Sus más feroces contendientes, la exembajadora Nikky Haley, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el empresario Vivek Ramaswamy, que compitieron en las primarias y aspiraban a arrebatarle la candidatura a la Casa Blanca, declinaron sus críticas y subrayaron su alineamiento.

“Trump me pidió que hable en esta convención en el nombre de la unidad. Y quiero dejar algo claro. Trump tiene mi más grande apoyo. Punto”, dijo Haley, quien fue la que más pelea le dio en las internas. “Trump será el presidente que realmente unirá a este país, no con palabras vacías, sino con acciones”, dijo por su parte Ramaswamy ante los 2400 delegados republicanos.

No estaba prevista la presencia de Haley, que hace apenas cuatro meses dijo que Estados Unidos no podía “pasar por cuatro años más de caos” bajo Trump. Pero el tiroteo del sábado en Pensilvania cambió las cosas y Haley se unió al programa de conferencias. “Créanme: no siempre he estado de acuerdo con Trump, pero estamos más de acuerdo que en desacuerdo”, dijo.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis
El gobernador de Florida, Ron DeSantis

“Mandemos a Biden de regreso al sótano y a Trump a la Casa Blanca”, dijo por su parte DeSantis, de quien Trump aseguró que le pidió “de rodillas” apoyo para su campaña a la gobernación de Florida. El magnate sugirió además que su rival usaba tacones altos e incluso dijo que, al final de la contienda, DeSantis terminaría “llamando a su mamá”.

El senador Marco Rubio, para quien Trump acuñó el apodo de “Pequeño Marco”, dijo que el expresidente había “inspirado un movimiento” entre los hombres y mujeres trabajadores. “Estos son los norteamericanos que llevan los sombreros rojos y esperan durante horas bajo el sol abrasador para escuchar hablar al presidente Trump”, señaló Rubio.

Trump ha tenido la estrategia y las herramientas para convertir a su causa a sus críticos. Así lo hizo con el ahora compañero de fórmula Vance. “Me dijo: ‘Mira, creo que tenemos que salvar este país. Creo que eres la persona que puede ayudarme de la mejor manera. Puedes ayudarme a gobernar. Puedes ayudarme a ganar’”, contó Vance sobre la convocatoria de Trump para ser vicepresidente.

Con este formidable apoyo partidario, Trump hablará ante la convención en la noche del jueves, la primera vez que tomará la palabra públicamente desde el intento de asesinato. Y reanudará sus actividades de campaña el sábado, con un mitin en Michigan.

La adhesión de la dirigencia tiene su correlato en los votantes. Una encuesta realizada por The New York Times y el Siena College después del debate, donde Biden tuvo uno de los peores desempeños de la historia, mostró que el 83% de los votantes republicanos querían que Trump siguiera siendo su candidato, frente a solo el 48% de los votantes demócratas que decían lo mismo de Biden.

La vicepresidenta Kamala Harris, durante una reunión internacional por Ucrania (Archivo)
La vicepresidenta Kamala Harris, durante una reunión internacional por Ucrania (Archivo) - Créditos: @Michael Buholzer

La cifra en contra de la candidatura de Biden se elevó desde entonces, con casi dos terceras partes de los demócratas que opinan que debe abandonar la campaña y dejar que su partido nomine a otro candidato. Eso contradice su aseveración de Biden de que “los demócratas comunes” lo apoyan aun cuando los “nombres famosos” le piden bajarse.

Los resultados resaltan los desafíos que enfrenta el mandatario para convencer a los miembros de su propio partido de que es el mejor candidato para derrotar a Trump. La mayor parte de la encuesta se realizó antes del intento de asesinato contra Trump. No queda claro si el atentado influyó en los puntos de vista sobre Biden, pero las pocas entrevistas hechas después del tiroteo no dieron indicios de que las opiniones sobre él hayan mejorado.

En tanto, mientras aumenta el escrutinio sobre la vicepresidenta Kamala Harris en medio del debate sobre la candidatura de Biden, la encuesta halló que su aprobación es similar a la de él. Pero la proporción de votantes que tienen una opinión desfavorable de ella es levemente menor.

El descenso de Biden tiene su correlato puertas adentro de la Casa Blanca. En las casi tres semanas transcurridas desde el debate, sus consultas más cercanas no han sido con su jefe de gabinete, su principal estratega de comunicación o incluso el líder de su campaña.

El presidente Joe Biden junto a la primera dama Jill Biden (Archivo)
El presidente Joe Biden junto a la primera dama Jill Biden (Archivo) - Créditos: @MANDEL NGAN

En su lugar, está confiando en los miembros de su familia -un clan muy unido que incluye a su hijo, Hunter, y a la primera dama, Jill Biden- junto con un pequeño grupo de leales para que lo guíen a través de una crisis creada por él mismo y aplaquen una creciente rebelión contra su candidatura desde dentro de su propio partido.

El resultado es un enfrentamiento histórico entre Biden y su pequeño círculo íntimo, por un lado, y amplias franjas de votantes y demócratas electos, temerosos de un batacazo electoral en noviembre, por otro.

El influyente congresista Adam Schiff, gran favorito para ganar las elecciones al Senado por California en noviembre, pidió este miércoles a Biden que abandone la carrera presidencial, convirtiéndose en uno de los miembros de su partido de mayor perfil en pedirle que desista.

En un comunicado, Schiff llamó a Biden “uno de los presidentes más consecuentes en la historia de nuestra nación”, pero cuestionó su capacidad para derrotar a Trump y dijo que una “segunda presidencia de Trump socavará los cimientos mismos de nuestra democracia”.

El presidente Joe Biden y la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (Archivo)
El presidente Joe Biden y la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (Archivo) - Créditos: @Manuel Balce Ceneta

“Si bien la decisión de retirarse de la campaña corresponde únicamente del presidente, creo que es hora de pasar la antorcha. Y al hacerlo, asegurar su legado al permitirnos derrotar a Trump en las próximas elecciones”, añadió.

Schiff se unió a otros 22 congresistas demócratas que han pedido la salida de Biden. Es asimismo un estrecho aliado de la expresidenta de la Cámara de Representantes, la influyente demócrata Nancy Pelosi, que dejó la puerta abierta a que Biden se haga a un lado. Schiff fue presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes y lideró el primer esfuerzo para destituir a Trump.

Los asesores de la Casa Blanca refutan las afirmaciones de que Biden se cerró a voces externas. “El presidente está increíblemente orgulloso del completo equipo que formó, con el que lucha por las familias de clase media, por nuestras libertades y por el imperio de la ley”, dijo un vocero de la presidencia, Andrew Bates.

Algunos ayudantes de Biden se sintieron aliviados cuando el presidente pareció días atrás abrir la puerta a un argumento basado en datos de que no podría ganar las elecciones, diciendo que abandonaría la carrera si sus asesores le dijeran que “no hay forma de que pueda ganar”.

Pero Biden se apresuró a rechazar esa posibilidad, al agregar: “Nadie dice eso. Ninguna encuesta dice eso”. Su negativa suscitó preguntas entre algunos asesores sobre qué información se le muestra al presidente.

Agencias AP y AFP, y The New York Times