Más de 400 kilos de explosivos: los misiles de Irán que buscaban "hacer daño" a Israel

Base militar Julis (Israel), 19 abr (EFE).- Con más de 400 kilos de explosivos montados en su cabeza, el centenar de misiles balísticos que Irán lanzó contra Israel el pasado sábado "no eran una demostración de fuerza", según portavoces castrenses, sino que buscaban "hacer daño" al país.

"Puede destruir un barrio y matar a cientos de personas si hay una densidad muy grande, como es el caso de Tel Aviv", dice a EFE el coronel Olivier Rafowicz mientras señala al tanque de combustible de 11 metros de largo de uno de los misiles balísticos que han logrado ser recuperados por el Ejército israelí.

Por ahora, el país solo ha recuperado algunos de los aproximadamente 120 misiles balísticos lanzados por Irán contra el sur del país, ya que la mayoría fueron interceptados fuera de sus fronteras y están desperdigados por Jordania o en otros lugares.

En la base militar Julis, cerca de la ciudad portuaria de Ashdod, las autoridades muestran los restos de uno de estos cohetes recuperado del Mar muerto y que, dicen, "probablemente" fue interceptado por los sistemas antiaéreos israelíes.

Unos 450 kilos de explosivos

Este misil en particular llevaba alrededor de 450 kilos de explosivos en su cabeza, e Irán cuenta con muchos más en su arsenal, además de otros más avanzados, según Rafowicz.

Solo el tanque de combustible ya mide once metros, y encima llevaba una carga de explosivos del tamaño de un coche pequeño que se perdió tras la intercepción.

"Si te lo imaginas cayendo sobre un edificio de cuatro o cinco plantas, lo habría destrozado entero", explica el teniente A., que añade que si el misil hubiera caído en un centro de población, hubiera matado a "un 99 %" de lo que se encontrase a veinte metros a la redonda.

Muchos más hubieran sufrido daños respiratorios o de oídos tras el impacto.

Además de los 120 misiles balísticos, Irán lanzó unos 170 drones y 30 misiles de crucero en su ataque del sábado. En total, Israel estima que unas 60 toneladas de explosivos se dirigieron contra el país ese día.

Casi todos interceptados

El Ejército suele destacar que un 99 % de los proyectiles fueron interceptados, gracias en parte a la colaboración de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros países.

Sin embargo, el medio israelí Maariv publicó en las últimas horas una entrevista a un analista que asegura que la tasa de intercepción estuvo más cerca del 84 %, basándose en informes de impactos en diferentes lugares del país.

Además, según el medio The Intercept, que cita a fuentes militares estadounidenses, Washington fue quien acabó con la mayoría de los proyectiles, muchos de los cuales sufrieron fallos al despegar o durante el vuelo.

Pero la línea oficial es que Israel, junto a sus aliados, ha logrado repeler casi por completo la ofensiva de Teherán. Solo una base militar en el sur, la de Nevatim, resultó levemente dañada, mientras que una niña beduina de siete años fue herida de gravedad por un "impacto directo", según la portavoz militar Tammy Shur.

Con todo, el ataque ha servido para agitar las aguas de un Oriente Medio ya convulso, entre la guerra en Gaza y el intercambio constante de fuego entre Israel y Hizbulá en la frontera con el Líbano.

Este viernes, después de semanas insinuando que no dejaría el ataque de Irán sin respuesta, Israel parece haber llevado a cabo una limitada ofensiva con drones en la localidad iraní de Isfahán, aunque no existe una confirmación oficial por parte de las autoridades.

Irán ha asegurado que las defensas antiaéreas han derribado varios drones, pero ha negado haber sido atacado con misiles, y dijo que "hasta el momento no se ha informado de ningún impacto o explosión a gran escala causado por ninguna amenaza aérea".

Jorge Dastis y Patricia Martínez Sastre

(c) Agencia EFE