108-112. Los Timberwolves y Anthony Edwards consiguen una sufrida victoria en Miami

Miami (EEUU), 18 dic (EFE).- Los Minnesota Timberwolves confirmaron su fiabilidad en un escenario tan complicado como el Kaseya Center, imponiéndose a unos Miami Heat que llevaron a la máxima igualdad el partido y obligaron a lucirse a Anthony Edwards con 32 puntos (112-108).

Los Timberwolves suman su tercera victoria consecutiva, todas de mucho valor al tratarse de Mavericks en Dallas, Pacers en casa y los Heat en Miami. Siguen sumando credibilidad de cara a estar en las posiciones altas en el tramo importante del curso.

Anthony Edwards firmó 32 puntos, ocho rebotes y cinco asistencias, mientras que el dominicano Karl Anthony Towns logró 18 puntos y ocho rebotes.

Tanto Tyler Herro como Bam Adebayo regresaron a la pista, partiendo desde el quinteto titular después de 18 y 7 partidos respectivamente fuera del equipo. Ambos fueron los mejores en anotación para los locales con 25 y 22 puntos respectivamente. El mexicano Jaime Jáquez Jr anotó ocho puntos y capturó tres rebotes.

El inicio del partido fue de las defensas, sin acierto en el tiro exterior en ninguno de los dos aros, pero con un Tyler Herro que supo encontrar la anotación desde la pintura con tiros cortos, marchándose fácilmente hasta los 10 puntos.

La intensa defensa local generó múltiples imprecisiones con el balón a los de Chris Finch. Minnesota despidió el primer periodo con siete pérdidas y un balance negativo de 11 puntos con el 33-22 definitivo.

Continuaron las dudas en Minnesota, mostrando una imagen muy diferente a la habitual en esta temporada y con la anotación estancada. Cualquier pequeña racha de Miami les disparaba en el marcador, y una de ellas fue con dos triples consecutivos de Duncan Robinson que pusieron una máxima de 17 puntos para los de Spoelstra (45-28).

Ya con sus tres estrellas de nuevo en pista, los Timberwolves salvaron la grieta del luminoso con un 0-7 tras su tiempo muerto, cinco de esos puntos convertidos por Towns. El efecto no duró demasiado, únicamente Edwards con 11 tantos en el segundo cuarto pudo maquillar la superioridad que mostró un Miami que volvía a poner tierra de por medio.

Al descanso se llegó con los Timberwolves desquiciados con el trío arbitral por una polémica falta ofensiva marcada a Kyle Anderson en la última jugada, y que derivó en una técnica al banquillo y muchas protestas que pudieron ser también sancionadas.

En el ecuador del partido los Heat controlaban el choque con un plácido 66-54, y una parte importante fueron los 19 puntos aportados desde el banquillo con hombres clave en la rotación como Jaime Jáquez Jr con 6, Josh Richardson con 5 y Duncan Robinson con 8.

Mejoró notablemente Minnesota en el arranque de la segunda mitad, logrando meterse en la disputa por el partido. Aplicó una defensa más efectiva, concediendo únicamente 17 puntos a su rival, y amplió el número de jugadores capaces de anotar con hasta seis acertando en el tercer periodo.

Edwards mantuvo el mismo ritmo que en el cuarto anterior, y sumó 7 tantos más a su cuenta particular, siendo el primero en alcanzar la veintena de puntos.Fue precisamente un canastón suyo sobre la bocina tras recoger su propio rebote el que puso el 83-77 con el que se cerró el tercer capítulo de la noche, era un escenario mucho más igualado y los Timberwolves recuperaron sensaciones.

El peor momento de la noche para Miami Heat fue el inicio del último cuarto, con muchos problemas para anotar tanto en la pintura como en tiro exterior, y viendo cómo los Timberwolves seguían reencontrándose con su mejor versión.

Una nueva remontada se cobró en el Kaseya Center, algo muy habitual esta temporada, y llevó el partido a un empate a 84 puntos con nueve minutos por disputarse.

La obra se completó en el siguiente ataque, poniéndose Minnesota tres arriba con un triple de Mike Conley (84-87) que obligaba a Spoelstra a solicitar tiempo muerto. Ya apenas volverían a perder la iniciativa en el luminoso.

La intimidación de Rudy Gobert apareció por primera vez en el partido condicionando muchos de los ataques locales, y el acierto en tiro exterior, tan ausente en los primeros tres cuartos, sonreía por fin a Minnesota.

Con Butler y Towns ya en pista para los últimos cinco minutos, a Minnesota no le tembló el pulso y supo jugar muy bien las últimas posesiones, haciéndose grandes en defensa y sin errores en ataque, en el último tramo fue cuando más certeros fueron y llegaron a sumar 35 puntos.La amenaza de Robinson y Herro desde el triple no fue suficiente, y dio otro paso al frente

Edwards asumiendo muchos tiros con éxito y sumando otros 10 puntos en el último periodo. Él dejó casi sentenciada la victoria al no arrugarse anotando desde seis metros a tabla (106-109) a 25 segundos para el final.

Con 108-112 se cerró el partido, dando mucha confianza para unos Timberwolves que ya ponen rumbo a Filadelfia para medirse, en otro duro examen, a los Sixers.

(c) Agencia EFE