¿Demasiado tiempo para Alcántara en el montículo? Los Marlins siguen en caída libre ante los Filis

Los impuestos, la muerte y una buena faena de Sandy Alcántara. Tal parece que por estos días los Marlins solo pueden contar con la inevitabilidad de una sólida labor de su astro dominicano que, de salida en salida, mantiene un paso impresionante.

Sin embargo, a veces ni la presencia de Alcántara en el montículo basta, como sucedió el miércoles en la noche, cuando el derecho vio como lo construido durante siete capítulos se desmoronaba en un octavo inning de cinco imparables y tres carreras de los locales.

En una temporada llena de duras derrotas, esta califica como una de las peores porque Alcántara venía haciendo una faena encomiable y solo había permitido dos hits hasta ese momento, pero con el último pase de la alineación, los Filis hicieron los ajustes necesarios para darle un vuelco al marcador y llevarse una victoria 4-3 sobre unos peces que cayeron 12 juegos por debajo de la marca de 5.00.

Basta decir que Alcántara había ponchado en par de ocasiones a JT Realmuto, pero el exreceptor de Miami fue el hombre que conectó el indiscutible que rompió el empate a tres carreras y aseguró el triunfo de Filadelfia que ya ganó la serie particular y ahora irá este jueves por la barrida.

Sencillo tras sencillo, los locales fueron llenando sus ilusiones y el casillero de carreras ante un Alcántara que quizá permaneció demasiado tiempo en el montículo, a pesar de que estaba dando evidentes muestras de cansancio y de no estar en su zona de confort.

Todo se deshizo demasiado rápido para los peces y Alcántara, quien permitió el primer imparable hasta la quinta entrada cuando Kyle Schwarber se apuntó un apretado hit de piernas que requirió una revisión profunda en las oficinas de revisión de las Grandes Ligas y luego admitió la primera anotación en la séptima, con un doble de ese mismo jugador.

A pesar de todo, Alcántara continúa sumando argumentos para el premio Cy Young de la Liga Nacional que lidera en efectividad (2.01), entradas lanzadas (165.2) y juegos completos (3); además de ocupar el tercer lugar en WHIP (0.93) y promedio permitido de bateo a oponentes (.195).

Aunque la ofensiva de Miami no fue nada del otro mundo ante Noah Syndergaard, mención aparte mereció JJ Bleday, quien pegó tres imparables, incluido un doble y un triple con una remolcada, mientras que Charles Leblanc continuó su paso caliente con un para de sencillos y otra impulsada.

Pero ya no se trata de menciones, porque Miami sigue encontrando maneras de perder, incluso cuando su mejor carta de triunfo se muestra en el montículo.