Defensor de la lucha contra corrupción en Guatemala sacude elecciones

Guatemala celebra elecciones presidenciales

Por Sofia Menchu y Dave Graham

CIUDAD DE GUATEMALA, 26 jun (Reuters) - Hartos de persistentes escándalos de corrupción, los guatemaltecos, catapultaron el domingo a un candidato anticorrupción poco conocido a la segunda vuelta de los comicios presidenciales, aumentando las esperanzas de un renovado impulso para limpiar el Gobierno tras años de frustración.

Bernardo Arévalo, exdiplomático e hijo del expresidente Juan José Arévalo, desafió los pronósticos de las encuestas y quedó en segundo lugar en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Guatemala, dando una gran sorpresa en lo que se había dado por descontado como unas elecciones anquilosadas entre operadores políticos tradicionales.

Arévalo, de 64 años, es el abanderado del partido de centroizquierda Semilla, fundado en 2017 y cuya anterior contendiente, Thelma Aldana, fue una fiscal general que desempeñó un papel decisivo en la detención y procesamiento por corrupción del ahora encarcelado expresidente Otto Pérez.

"Se trata de un hombre que hace sólo unas semanas contaba con un 0.7% en las encuestas", dijo Will Freeman, investigador de América Latina en el Consejo de Relaciones Exteriores, quien atribuyó el éxito de Arévalo en parte a la reducción de la participación de la oposición después de que se impidiera presentarse a varios candidatos.

"La élite guatemalteca ayudó a unir a la oposición al deshacerse de todos los demás aspirantes viables", afirmó.

Una prueba más de la frustración del electorado con el 'statu quo' es que casi una cuarta parte de los votos escrutados fueron nulos o se dejaron en blanco. El empresario Carlos Pineda, principal favorito, instó a sus partidarios a anular su voto después de que se le impidiera presentarse a la elección.

Hugo Novales, analista político independiente en Guatemala, dijo que el elevado número de votos nulos y de electores inconformes con el sistema actual podría beneficiar a Arévalo en la segunda vuelta del 20 de agosto.

Arévalo, quien ha calificado a la corrupción como un "cáncer" que corroe a Guatemala, se enfrentará a la exprimera dama Sandra Torres en la segunda vuelta. Torres, quien se presenta a su tercera contienda presidencial, obtuvo el 15.8% de los votos en la primera vuelta, frente al 11.8% de Arévalo.

La campaña de la segunda vuelta podría poner el foco en la limpieza de la política.

Arévalo ha prometido "depurar las instituciones cooptadas por los corruptos" y traer de vuelta a Guatemala a personas comprometidas con lo que él denominó la lucha por la justicia.

"Uno de nuestros objetivos es traer de vuelta a todos los fiscales, jueces y periodistas que han sido perseguidos injustamente por este régimen y que se encuentran en el exilio", dijo Arévalo a periodistas.

El exdiplomático también ha prometido estimular la competencia en la economía, dominada por una élite muy reducida.

Torres, quien dirige el centroizquierdista Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), se enfrentó en 2019 a la ahora desaparecida Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), respaldada por la ONU, que la acusó de violar las reglas de financiamiento de campañas y asociación ilícita.

Al final, el caso contra Torres, quien pasó cuatro meses bajo arresto, fue sobreseído por falta de pruebas. Ella ha negado cualquier delito.

Las encuestas de opinión han sugerido que Torres, de 67 años, tendrá dificultades para ganar la segunda vuelta dada su impopularidad en la capital, Ciudad de Guatemala, hogar de un alto porcentaje del electorado.

"Creo que mientras el antivoto de Torres se mantenga alto, alrededor del 41%, mi apuesta está con Arévalo", dijo Freeman.

ENFRENTANDO A LA ÉLITE

Es probable que un renovado impulso para combatir la corrupción enfrente una fuerte resistencia por parte de poderosos intereses.

La anterior candidata presidencial de Semilla, la exfiscal Aldana, finalmente no pudo postularse en 2019 debido a acusaciones de irregularidades financieras que, según ella, tenían motivaciones políticas debido a su trabajo con la CICIG.

Aldana luego buscó asilo en Estados Unidos. Más adelante, el propio presidente Alejandro Giammattei se vio envuelto en acusaciones de corrupción, que él niega.

El potente legado del grupo anticorrupción continúa inspirando a activistas en Guatemala.

Arévalo también ha dicho que se ve a sí mismo continuando el trabajo de su padre izquierdista, Juan José, quien marcó el comienzo de una década de reformas democráticas y económicas que enfurecieron a la élite gobernante y vieron a su sucesor derrocado en un golpe militar respaldado por Estados Unidos en 1954.

Bajo el presidente saliente Giammattei, las tensiones con Estados Unidos han estallado por la resistencia de la administración a combatir la corrupción.

La gestión de Giammattei se ha visto envuelta en escándalos de corrupción y Guatemala se desplomó a un mínimo histórico en el último índice de percepción de corrupción del organismo Transparencia Internacional.

Algunos ven esperanzas de un cambio positivo.

El exjefe de la CICIG, Iván Velásquez, ahora ministro de Defensa de Colombia, felicitó a Guatemala en Twitter después de la elección y citó palabras de la fallecida poeta y activista de derechos humanos guatemalteca Julia Esquivel.

"Podrán cortar todas las flores, pero siempre volverá la primavera. ¡Florecerás, Guatemala!", escribió.

(Reporte de Sofía Menchú, Dave Graham y Stephen Eisenhammer; editado por Rosalba O'Brien. Traducido por Adriana Barrera y Noé Torres)