La Ciudad de México y ¿el regreso del PRI?

Inmediatamente después de que dejó de existir en el Distrito Federal un regente designado por el presidente de la república, en 1997, al haber sido elegido por los ciudadanos un Jefe de Gobierno, responsabilidad que asumió Cuauhtémoc Cárdenas, la siguiente meta planteada por los políticos de los diferentes partidos fue la búsqueda de la transformación del Distrito Federal en una entidad con mayor margen de autonomía frente a la federación.

Hace más de veinte años se llevó a cabo un plebiscito en la Ciudad de México con el propósito de conocer el sentir de sus habitantes acerca de tres temas. El primero la transformación del Distrito Federal en estado; el segundo la elección directa de los gobernantes y el último la creación de un congreso local.

A poco más de dos décadas del inicio de ese camino, el 20 de enero de 2016, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión declaró la constitucionalidad de la reforma política del Distrito Federal, después de que 23 entidades avalaron las reformas a la Constitución, por lo que la entidad cambiará su nombre por el de Ciudad de México.

En diversas interpretaciones sobre esta reforma se dice que la Ciudad de México será el Estado 32, lo cual es parcialmente cierto. Al respecto la diputada Cecilia Soto, presidenta de la Comisión del Distrito Federal de la Cámara de Diputados señala que “no es la creación del estado 32 como dicen algunos, incluso autoridades y legisladores. Seremos una nueva entidad pero con claras diferencias a un estado de la Federación, pues nosotros no tendremos municipios, no tendremos presidentes municipales, sino nuestras delegaciones pasarán a ser sólo demarcaciones territoriales, pero con servicios dependientes del gobierno central.”

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Explica la diputada Soto que “seremos una entidad sui géneris, con características especiales: somos la capital del país, tendremos una Legislatura de la Ciudad, o Cámara de Diputados, una Constitución propia, seremos la sede de los Poderes de la Federación, tendremos mayor autonomía presupuestal, pero no nos alcanza para ser un estado”.

En los próximos días el presidente Enrique Peña Nieto promulgará la reforma Constitucional que modifica al Distrito Federal y deberá publicarse en el Diario Oficial de la Federación. A partir de esa fecha el Instituto Nacional Electoral (INE) tendrá un plazo de 15 días para convocar a la elección de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.

La elección de la Asamblea Constituyente se llevará a cabo el 5 de junio e iniciará sus trabajos el 15 de septiembre. Estará integrado por 100 diputados que deberán expedir la constitución de la Ciudad de México a más tardar el 31 de enero de 2017, para que entre en vigor en 2018.

De la totalidad de los diputados solo 60 serán electos por los ciudadanos. Los otros 40 serán designados. La Cámara de Diputados designará 14; la de Senadores 14; el Presidente de la República 6 y el Jefe de Gobierno 6.

En cuanto se conoció la forma en la que será integrado el Constituyente se manifestaron los inconformes que cuestionaron la designación de 40 diputados pues consideraron, en particular los integrantes del PRD y de Morena, que la “cuota” que se entregaba era desproporcionada, respecto del dominio de los partidos de izquierda por casi 20 años en la Ciudad y que abría la oportunidad para que el PRI recupere espacios de influencia que no tiene en la actualidad.

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Algunos legisladores solicitaron al INE “blindar” la elección del Constituyente para evitar acarreos, compra de votos y propaganda indebida. El senador del PRD Mario Delgado comentó al respecto que “entre los temas que debe analizar el instituto, está el costo de organizar el proceso electoral Constituyente, lo que deberá incluir una amplia campaña de difusión entre los capitalinos, conforme a la ley electoral y demás normatividades aplicables.”

Aunque falta mucho tiempo de discusión y negociación para que el Constituyente entregue resultados, el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, adelantó que la Ciudad de México tendrá una constitución de izquierda, liberal y progresista y garantizó que escuchará a todos para la integración del proyecto que enviará al constituyente. "Habrá todo un apartado que tendrá que ver con los derechos fundamentales y otra parte programática, de izquierda esto no quiere decir que no se incluyan todas las líneas de pensamiento, pero los logros, lo que se tiene, el avance liberal de la propia ciudad de México, tienen que estar plasmados en la constitución”.

Algunos de los militantes de Morena que critican a Mancera, consideran que su acción no es favorable para que la izquierda continúe gobernando la ciudad y que el proceso de elaboración de la constitución podría ser la oportunidad para que el PRI consolide alianzas con diversos grupos. Desde su punto de vista el jefe de Gobierno hace todo para que el PRI regrese al Gobierno de la Ciudad.

Es un hecho que el diseño de la constitución de la Ciudad de México creará un ambiente propicio para la confrontación político ideológica y la negociación de todo tipo de intereses, debido a que será el marco en el que sucedan muchas de las determinaciones de la sociedad más abierta y tolerante del país y muchos quieren que así siga, pero otros desean que se cierre.

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