Daniele De Rossi creó una revolución en la Roma, con Dybala, Paredes y una conexión xeneize que lo sigue atrapando
Días atrás, en plena efervescencia de la Roma, Daniele De Rossi, símbolo de la pasión desbordante de media ciudad, recordaba con simpatía un tiempo intenso, sin vueltas olímpicas, pero con el corazón (temblando, latiendo) en la mano. “A Boca lo quiero mucho, me dieron siete meses de cariño y lo siguen haciendo a través de las redes. Espero que las cosas vayan bien. Le agradezco a todos los hinchas de Boca que siempre se acuerdan de mí”, declaraba, conmovido.
De Rossi crea su propia revolución en Europa. No es un DT reconocido, recién está empezando. De pronto, cita a la Loba en las semifinales de la Europa League, con otro golazo de Paulo Dybala (20 minutos más tarde lo sacó, mezcla de desborde pasional y pragmatismo a la italiana, ya con un jugador menos) y con un asentado (¡al fin!) Leandro Paredes como faro, motor del círculo central. Fue un gran triunfo ante Milan 2-1, para darle a Roma la ilusión de dar una vuelta olímpica.
La conexión xeneize, del Olímpico a la Bombonera, como si no existieran fronteras. “A Paredes siempre le hago el verso que me decía Weigandt: ‘Boca, Bocaa, Bocaaaaaaa’, por eso solemos festejar así. A Paulo (Dybala), que es hincha de Boca, también”, contaba días atrás.
¡¡TRANQUILO, DANIELE!! De Rossi se volvió LOCO y eso que la Roma viene 3-0 arriba en el global ante Milan...
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Campeón del mundo en 2006 y dueño de una estirpe que revela su crecimiento profesional con un equipo con algunas figuras (Spinazzola, Pellegrini, Lukaku) y un torbellino de emociones a flor de piel, De Rossi camina en las nubes. Deja atrás la marca del enorme Mourinho, despedido por la puerta de costado. Vive los entrenamientos, los partidos, la vida en general, con los puños apretados: no lo entiende de otro modo.
Horas antes del festín sobre el campo, hubo otra celebración en los escritorios. “Nos complace anunciar que Daniele De Rossi seguirá siendo el entrenador de la Roma al final de la actual temporada”, afirmaron Dan y Ryan Friedkin, propietarios del club en un comunicado publicado en la página oficial, a horas de la revancha con Milan. Todo un riesgo.
“Hemos mantenido un breve contacto el miércoles por la tarde con él y llegamos a un acuerdo”, agrega la nota que elogia la gestión del técnico que reemplazó en el cargo al despedido portugués José Mourinho y está peleando en el torneo continental y por ingresar a la próxima Champions League. En la Serie A está quinto, a cuatro puntos de ese anhelo.
“En su breve mandato, su liderazgo generó un impacto positivo en todo el club y le permitió seguir escribiendo su extraordinaria historia con la Roma”, destacaron en la declaración conjunta en la que señalan que “la conducción de Daniele le dio una impronta de respeto y coraje al plantel”.
“Su fuerza y su confianza, profundamente arraigadas en el club, están en línea con los valores de la Roma, de la ciudad y de nuestros aficionados. Seguiremos trabajando junto para mejorar cada vez más y ofrecerle a los fanáticos lo que merecen. Fuerza Roma”, completa el comunicado.
Arribado en enero, cita la agencia ANSA, De Rossi se ganó la confianza y el reconocimiento de sus jugadores, de los dirigentes y de los hinchas, que ven en él un estandarte similar al que fue en sus tiempos como jugador y como capitán del equipo, al que ahora intentará llevar a las semifinales de la Europa League, torneo del que Roma fue subcampeón en la pasada temporada con Mourinho. Y un año antes, se impuso en la Conference League.
Firmará su renovación hasta 2026 y por cifras superiores a los escuálidos 400.000 euros que acordó en enero por los primeros seis meses de gestión, informaron fuentes del club. De Rossi, de 40 años, es considerado como el artífice de la remontada del plantel y de haber recuperado a jugadores de peso como Paulo Dybala (de amores y odios con Mou), Lorenzo Pellegrini, Bryan Cristante y Gianluca Mancini, autor de los goles frente a Milan en la Europa League y en el triunfo también en el clásico con Lazio.
“Por el Míster, nos arrojaríamos al fuego si es necesario”, afirma sin dudarlo el capitán Pellegrini, a quien De Rossi considera como el estandarte de este plantel que al mando del actual entrenador celebró 11 triunfos, cuatro empates y apenas dos derrotas (frente a Inter en el campeonato y ante Brighton & Hove Albion en la Europa League). Pero lo que más se destaca de su gestión es el estilo de juego que supo imprimirle a la Roma, que juega de igual a igual con cualquier rival y luce con mucha más decisión de la que lucía en los conservadores (y vibrantes) tiempos de Mourinho.
Como Boca, Roma va. Poco vistoso, con ímpetu arrollador. Se cuida, cuando hay que resguardarse. Se lanza al vacío, cuando espía el horizonte. Pese a estar con un jugador menos desde el minuto 30, se impuso este jueves por 2-1 sobre Milan en la renovada Europa League, competencia en la que se clasificó por segundo año seguido para las semifinales. El equipo de la capital tenía ya la eliminatoria encarrilada desde su victoria 1-0 en San Siro. En el minuto 12, Gianluca Mancini, autor del gol del primer partido en Milán, marcó al aprovechar un rechazo después de que el balón diera en el palo ante un tiro de Lorenzo Pellegrini.
Paulo Dybala amplió la cuenta en el 22, con un soberbio disparo (cruzado, inatajable), para desatar la fiesta en un Olímpico en plena comunión con sus jugadores. La expulsión de Zeki Celik por una infracción peligrosa sobre Rafael Leao dio por unos momentos esperanzas de remontada a Milan, pero el gigante adormecido no supo traducir en goles su superioridad.
Lo mejor del partido
“Hay estrellas a las que le llega la pelota y la clavan en el ángulo. Dybala jugó un partido de gran calidad y con mucha intensidad. Y Paredes sabe hacer todo. Maneja la pelota y defiende como un defensor”, elogió De Rossi después del partido y agregó: “Hoy necesitábamos jugar con el corazón en un partido en el que desde los 30 minutos lo hicimos con diez jugadores”.
Solo pudo reducir la desventaja muy tardíamente, con el desahogo de Matteo Gabbia. La Roma, subcampeona de la Europa League la pasada temporada frente al Sevilla, se medirá en las semifinales con el Bayer Leverkusen alemán, el equipo de moda, que el pasado fin de semana se aseguró matemáticamente el título en la Bundesliga. Con De Rossi en las gateras, imposible no soñar.