Un día como hoy hace 103 años inauguraban ferrocarril binacional San Diego-Tijuana–Yuma

Un día como hoy hace 103 años inauguraban ferrocarril binacional San Diego-Tijuana–Yuma
Un día como hoy hace 103 años inauguraban ferrocarril binacional San Diego-Tijuana–Yuma

El 15 de noviembre de 1919 se dio por terminada la construcción del ferrocarril San Diego-Arizona que conectaba con Tijuana y Tecate, siendo así, el primer ferrocarril binacional; el más lejano del viejo oeste de los Estados Unidos.
En 1972 la revista Locomotive Engineer´s recordaba la que había sido conocido como La Ruta Imposible, a consecuencia de los costos de su construcción, la geografía, sin mencionar los cambios sociales que estaban ocurriendo en aquella época. La ruta imposible atravesaba la frontera sur de los Estados Unidos y se internaba en Tijuana, con rumbo a Tecate, para volver a ingresar a territorio estadounidense. Las rutas también lo obligaban atravesar diversos espacios geográficos que dificultaron su construcción.

La finalidad de esta ruta era poder conectar directamente San Diego con Yuma; para hacer llegar hasta Arizona los productos del valle Imperial de California.
El proyecto surgiría en 1906 según los planes de Edward Harriman, un magnate ferrocarrilero, quien apoyado de John D. Spreckels, magnate de transporte público de San Diego, buscarían realizar una de las proezas de la época en el ámbito de la ingeniería, sin embargo, a la muerte de Edward en 1909, Spreckels terminaría el proyecto solo, diez años después.

El recorrido del ferrocarril San Diego-Tijuana–Yuma
Partiendo de San Diego, el ferrocarril se dirigía hacia el sur, hasta el sitio donde se levantaría la Estacion San Ysidro, ahí cruzaba la frontera dentro de México tocando Tijuana, luego llegaría a Tecate para volver a meterse a territorio norteamericano en un punto conocido como Lindero o Division, pasaría por la población de Campo, y luego Jacumba, esta ultima un sitio con balnearios y aguas termales.
Pasado este punto se ingresaba a una zona montañosa desértica y agreste dominada por la Cañada del Carrizo (Carrizo Gorge), donde la vía debió serpentear y pasar por diversos tuneles y puentes de madera, destacando el Viaducto del Cañón de la Cabra (Goat Canyon Trestle), que por sus dimensiones pasaba a ser el viaducto de madera más grande de Estados Unidos.
Esta zona natural es de hecho continuación de la Sierra de Juárez en México, por donde pasa la carretea federal en el tramo conocido como “La Rumorosa”, y alcanza alrededor de 3000 metros de altura. Todo ese tramo se conoció como la línea del desierto.
De estas inhóspitas alturas, el tren bajaba de nuevo hacia el este, a los pueblos californianos de Plaster City y Seeley, ubicados en el fértil Valle Imperial, que de hecho está ligeramente por debajo del nivel del mar, para finalmente alcanzar la estación El Centro, donde se conectaba al Intercalifornia Railway, propiedad de Southern Pacific.
Aunque la vía terminaba aquí, el recorrido del San Diego-Arizona continuaba sobre las vías del Intercalifornia, desde El Centro en dirección al sur, alcanzando Calexico y volviendo a cruzar a México, entrando a Mexicali, entraba a nuestro país debido a la cuestión de la altura debajo del nivel del mar, luego alcanzaba pueblo llamado Algodones, donde se volvía a entrar a Estados Unidos, cruzaba un ramal del río Colorado llegando al punto conocido como Araz Junction (la junta de Araz), donde se unía a la vía principal del Southern Pacífic y llegaba hasta Yuma, Arizona.

Entre las muchas dificultades que experimentó la ruta San Diego-Arizona, estuvieron los hechos ocurridos a principios del siglo XX, entre ellos La Revolución Méxicana. Durante esta época la construcción del ferrocarril se tuvo que suspender a causa de los conflictos revolucionarios de la época, y sobre todo, a consecuencia de los daños que eran producidos por bandidos de caminos. La apertura de México en la construcción de esta línea formó parte de las estrategias del ex presidente Porfirio Díaz, para permitir que empresas extranjeras construyeran las vías del ferrocarril y poder explotarlas. De ahí la creación de la vía Tijuana-Tecate.
A pesar de la magnitud de la obra, el proyecto no duró mucho tiempo funcionando. Una serie de sucesos imprevistos, túneles colapsados, incendios a lo largo del tiempo, determinó que la línea se suspendiera o pasara a manos de otras empresas y fuera utilizada para otros fines. Quedan solo sus vestigios a 103 años de su creación; la ruta de San Diego-Arizona/ Tijuana-Tecate están en la línea azul del trolley y en la garita de San Ysidro, como una forma de símbolo con un vagón del ferrocarril.

México por su parte, una vez que los planes iniciales del ferrocarril se esparcieron, utilizó la vía para delimitar geopolíticamente su territorio de los Estados Unidos, donde estaba pensado crearse una vía que uniera Baja California con Sonora. Sin embargo a pesar de los proyectos e inversiones, el tiempo ha borrado poco a poco la vía binacional, quizá la única en el mundo que atravesaba diversos relieves geográficos.

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