Se cumplen 25 años de la muerte del poeta mexicano Octavio Paz

El 19 de abril de 1998 muere Octavio Paz a consecuencia del cáncer que lo acosó en la parte final de su vida. Medios de diversos países dedicaron números especiales para recordar lo que había sido su vida hasta entonces. En México su deceso reunió a un número considerable de ciudadanos de distintos ámbitos alrededor del féretro en el que descansaba su cuerpo.
Una sociedad poseída por el frenesí de producir más para consumir más tiende a convertir las ideas, los sentimientos, el arte, el amor, la amistad y las personas mismas en objetos de consumo
La muerte de Octavio Paz es un hecho simbólico. Se trataba no sólo de la muerte de un escritor mexicano, sino del último pensador de una generación sobresaliente que vivió durante el siglo XX. Su nombre linda con el de otros personajes ilustres de latinoamérica, como el de Alfonso Reyes, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Alejo Carpentier, Miguel Ángel Asturias, entre otros.
Nació en 1914, en las primeras décadas de un siglo agitado por la violencia y el descontento. En 1931 publica a la edad de 17 años sus primeros poemas en la revista Barandal; a la edad de 24 años es invitado a Valencia por Pablo Neruda, para formar parte de La Alianza de Intelectuales Antifascistas, durante la Guerra Civil Española, misma que intentó censurar al escritor francés André Gide por las críticas al socialismo en su libro “El regreso de la URSS” y en donde un joven Octavio Paz votó en abstención. En México dirigió dos revistas culturales de suma importancia: Plural y Vuelta, en donde colaboraron intelectuales de diversas partes del mundo.
amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua...

La vida verdadera de Octavio Paz se encuentra, como la de todo escritor, naturalmente en su obra. Títulos como El Laberinto de la Soledad se volvieron clásicos y fueron objeto de estudio y debate. En ellos está la inquietud del escritor por los sucesos que ocurrían en su tiempo. Su obra poética, acaso más íntima, es un constante análisis de conceptos universales como el amor, la soledad, el tiempo y el lenguaje. Temas que intentó abarcar durante toda su vida.
Fue un poeta y un intelectual. Un hombre genio. Su vida es el reflejo de un pensamiento crítico; su escritura es al mismo tiempo poética y profunda. Fue quizá el mejor prosista durante la segunda mitad del siglo XX en lengua castellana.
Merecidamente, el tiempo fue generoso con él, y muy pronto sus libros lograron el reconocimiento de los lectores. Obtuvo todos los premios que puede merecer un escritor, entre los que destacan el Premio Cervantes, en 1981 y el Premio Nobel de Literatura, en 1990.
Sin embargo, como sucede con los personajes sobresalientes, su nombre ha sido objeto de admiradores y detractores; ambos dedicados a la labor de alterar su imagen más por el personaje que por su obra; en las periferias sobreviven algunos de sus lectores. A 25 años de su muerte, su ausencia en México sigue siendo profunda.

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