La cumbre del APEC se celebra esta semana en San Francisco. Pero, ¿qué es el APEC?

ARCHIVO - Un cartel de la cumbre APEC da la bienvenida a los visitantes el viernes 10 de noviembre de 2023 en San Francisco. Líderes mundiales, directivos, manifestantes y otros miles de personas se congregarían en San Francisco para la importante cumbre comercial. (AP Foto/Godofredo A. Vásquez, Archivo)

WASHINGTON (AP) — Estados Unidos acoge esta semana la cumbre anual de líderes mundiales del APEC por primera vez desde 2011. Líderes de los 21 miembros del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico se reunirán en San Francisco para hablar sobre cómo reforzar el comercio y el crecimiento económico en toda la región del Pacífico.

Pero en realidad, el evento más importante se celebrará en un aparte de la cumbre: un encuentro cara a cara entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de China, Xi Jinping. La conferencia de este año se produce en medio de fuertes tensiones entre China y Estados Unidos y de turbulencias globales por la guerra entre Israel y Hamás y la invasión rusa en Ucrania.

A continuación, un vistazo a qué es el APEC y cómo funciona.

¿QUÉ ES EL APEC?

APEC son las siglas en inglés de Cooperación Económica Asia-Pacífico. Es un foro para fomentar el comercio, la inversión y el desarrollo económico entre naciones a las orillas del océano Pacífico.

El grupo comenzó con 12 miembros en 1989, pero desde entonces ha crecido a 21 para incluir a participantes como China, Rusia, Japón, Estados Unidos y Australia. Esos estados miembros son muy influyentes y suponen casi el 40% de la población global y casi la mitad del comercio del mundo.

La conferencia anual de líderes reúne a jefes de gobierno y otros líderes económicos y diplomáticos. No esperen una gran presencia de Rusia este año, ya que el país se ha convertido en un paria político mientras su presidente, Vladímir Putin, sigue adelante con la invasión en Ucrania, y contará con una representación de menor nivel en San Francisco.

Según personal de la Casa Blanca, el objetivo de la reunión de este año es tratar de hacer a las economías del APEC más resilientes, especialmente ante los crecientes desafíos climáticos y después de una pandemia global que mató a millones de personas y golpeó las cadenas de suministro.

EL ACTO PRINCIPAL

El acto principal de la cumbre se celebrará en un acto paralelo: una reunión entre Biden y Xi. Los mandatarios no han hablado en persona desde que se reunieron el pasado noviembre en la cumbre del Grupo de los 20 en Bali, Indonesia. Desde entonces han pasado muchas cosas que incrementaron las tensiones entre las dos superpotencias.

El gobierno de Biden derribó un globo espía chino que sobrevolaba el territorio continental estadounidense este año. El gobierno chino hackeó los emails de la secretaria de Comercio, Gina Raimondo. El gobierno de Estados Unidos restringió la exportación de procesadores de computadora avanzados a China y ha presionado para ofrecer ayuda al desarrollo a otros países y contrarrestar la influencia de Beijing.

Las diferencias también se han exacerbado por la guerra de Rusia en Ucrania y la creciente asertividad china en el Estrecho de Taiwán. Pero representantes de Estados Unidos y China se han reunido con más frecuencia últimamente en un esfuerzo por rebajar tensiones. Aun así, no se espera que el encuentro entre Biden y Xi suponga muchos cambios en la trayectoria de los lazos bilaterales.

¿CUÁN EFICAZ ES LA APEC?

El foro tiene una influencia limitada. Se centra en el comercio y la economía. No tiene componente militar y no se formó tras un evento trascendental como una guerra.

Técnicamente sus miembros son “economías”, en lugar de países. Eso deja espacio para que participen tanto Hong Kong, gobernada por China, como la autogobernada Taiwán.

Las fortalezas del APEC residen en su capacidad de hacer que los países trabajen juntos en grandes iniciativas y para facilitar las relaciones de negocios sin acuerdos vinculantes. Los economistas señalan cómo el APEC contribuyó a reducir los aranceles y otros obstáculos al comercio.

Pero el paisaje comercial es distinto ahora que cuando el APEC comenzó a andar en un periodo de más globalización. La estrategia estadounidense se ha centrado más en la competencia económica con China que en la cooperación, aunque las autoridades estadounidenses sigan recalcando la importancia de la cooperación. Biden busca alianzas con otros países de la región para desarrollar alternativas a las importaciones de manufacturas chinas como equipamiento de electrónica, maquinaria, muebles, textiles y otros productos.

Biden también intenta llamar la atención sobre los progresos del nuevo acuerdo comercial del Indopacífico, iniciado el año pasado después de que el expresidente Donald Trump se retirase del más popular Acuerdo de Asociación Transpacífico.

FRICCIONES

La conferencia ha tenido sus desafíos y momentos de drama en los últimos años.

El grupo se reunió de forma virtual en 2020 y 2021 debido a la pandemia del COVID-19. Los mandatarios sí se reunieron el año pasado en Bangkok, pero Biden se ausentó por el matrimonio de su nieta y envió a la vicepresidenta, Kamala Harris, en su lugar. Algunos líderes del APEC interpretaron esa decisión como un desprecio. Después, delegados de Estados Unidos y otros cuatro países abandonaron la sala en protesta por la invasión rusa de Ucrania cuando empezó a hablar el representante de Rusia.

Chile se retiró como anfitrión de la cita en 2019 debido a protestas masivas. El año pasado, cuando Tailandia acogió la cumbre en Bangkok, manifestantes prodemocracia cuestionaron la legitimidad del primer ministro tailandés, lo que llevó a la policía a disparar a la multitud con balas de goma que hirieron a varios manifestantes y a un periodista de Reuters.

Este año podrían producirse fricciones en torno a la guerra entre Israel y Hamás. Las diversas naciones asistentes tienen posiciones firmes sobre ambos bandos en el conflicto. Normalmente, al cierre de la cumbre se emite alguna clase de comunicado conjunto de todos los países, pero eso no está garantizado este año, debido en parte a esas diferencias.

También hay algo de intriga sobre los delegados: Taiwán volverá a estar representada en la cumbre por el cofundador de Taiwan Semiconductor Manufacturing Morris Chang. La falta de puesto político del empresario de 92 años le permite reunirse con líderes mundiales sin temor a repercusiones de China.

Hong Kong, por su parte, estará representada por el secretario de Finanzas Paul Chan. El jefe de gobierno John Lee, sujeto a sanciones estadounidenses por su papel en la represión política en Hong Kong, declinó asistir alegando problemas de agenda.

Además, un posible cierre del gobierno estadounidense podría cernirse sobre la conferencia. El gobierno se quedará sin dinero el viernes si no hay un acuerdo presupuestario entre el Congreso y el presidente. Es un recordatorio persistente de la disfunción política en Estados Unidos justo cuando Biden intenta promocionar la fiabilidad estadounidense. La agencia de calificación crediticia Moody's Investors Service rebajó el viernes su previsión sobre la deuda estadounidense a “negativa” debido a crecientes tasas de interés y la polarización política en el Congreso.

LA MODA DEL FORO

Al final de las cumbres del APEC, los líderes suelen posar juntos para la llamada “foto de familia”. En la primera cumbre de alto nivel hace tres décadas, el entonces presidente Bill Clinton, que hacía de anfitrión en Seattle, regaló chaquetas de cuero similares a las que llevan los pilotos de caza estadounidenses. Aparentemente quería que sus pares se sintieran relajados, y eso creó una tradición.

Desde entonces, los líderes del evento han posado juntos con camisas batik (Malasia, 1998), chaquetas chinas (Shanghái, 2001), ponchos (Chile, 2004) y túnicas ao dai (Vietnam, 2006). El barong tagalog filipino, una camisa semitransparente y bordada que se confecciona con fibra de piña y seda, hizo su aparición en las cumbres de 1996 y 2015.

No está claro si la vestimenta a juego volverá este año. La última vez que Estados Unidos acogió la conferencia, en Hawai en 2011, el entonces presidente Barack Obama descartó la idea. Un reportero preguntó si se había eliminado porque la tradición parecía demasiado ligera entre las preocupaciones económicas del momento.

No. Obama sólo pensó que era bochornoso.