¿Puede Cuba derrotar a Australia y jugar en la semifinal en Miami?

Tras dos derrotas consecutivas ante los holandeses y los italianos el equipo Cuba tuvo una reacción positiva y derrotó de manera convincente a Panamá (13-4) y China Taipei (7-1), para avanzar a la segunda ronda del Clásico Mundial como primero del Grupo A.

El rival de los cubanos será Australia (segundo del Grupo B). Ganen o pierdan este próximo miércoles a las 6 a.m. (hora del este) es algo positivo ver la unidad que existió entre los peloteros que actúan en Series Nacionales y los que lo hacen en tierras foráneas.

Después de varias décadas con una mentalidad cerrada contra el profesionalismo las autoridades deportivas de la isla tuvieron que regresar poco a poco a este campo en busca de salir del atraso que ha estado hundiendo al béisbol cubano a nivel internacional.

¿Pudiera Cuba derrotar al equipo de Australia para lograr el boleto a Estados Unidos donde se jugarán las semifinales y la gran final?

Hablando sin ningún tipo de pasión, la realidad es una: contra Australia los cubanos pueden perder, pero también reúnen la potencialidad para ganar.

El abridor de los antillanos debe ser su principal carta de triunfo el talentoso derecho Yariel Rodríguez, un hombre de buena velocidad (92 y 97 millas) y con un slider efectivo. Los relevistas son buenos y cuentan con dos cerradores de calidad, el zurdo Liván Moinelo y el derecho Ariel Martínez.

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Cuba necesita un despertar ofensivo de Luis Robert y que sus restantes bateadores sean capaces de producir carreras. De lograrse, existe la posibilidad de victoria ante Australia.

¿Qué pudiera ocurrir en caso de que Cuba avance a las semifinales?

En esta ronda el escollo para los antillanos sería mucho más complejo, pues los otros equipos favoritos en los cuartos de finales aún sin definir son Estados Unidos, México y Canadá en el Grupo C, con República Dominicana, Venezuela y Puerto Rico en el Grupo D.

En los partidos de la zona asiática, Japón se medirá a Italia, mientras que Cuba lo hará ante Australia, ambos partidos de vida o muerte. Quienes ganen avanzan rumbo a las semifinales en Estados Unidos.

Si los antillanos clasifican para viajar a Miami sobraría la adrenalina en esta ciudad repleta de cubanos, lo mismo en el terreno de juego por la calidad de los rivales como fuera del mismo por el fanatismo político que estaría presente.

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Con Cuba jugando en Miami podríamos tener protestas, insultos a los jugadores, la posibilidad de algún tipo de violencia y hasta intentos para ayudar a que algún pelotero de los que no residen fuera de la isla abandone el equipo, algo que ya no es tan seguro como lo era antes debido a que los peloteros antillanos tienen en estos momentos la oportunidad de jugar fuera del país, sin tener que abandonar la novena en un torneo.

Aunque también existirá el apoyo por parte de los cubanos que aspiran a que una proeza en este evento regrese la gloria al béisbol del país donde nacieron.

La mayoría de los expertos aseguran que Cuba no podría ganar en semifinales, incluso algunos piensan que serán superados por Australia en los cuartos de finales.

En breve síntesis, repito mi opinión sobre el juego entre cubanos y australianos por el pase al loanDepot de Miami: Cuba puede perder ante Australia, pero también reúne méritos para ganar en dependencia de la producción de carreras que sea capaz de lograr su ofensiva.

Clasifiquen o no a las semifinales, ganen o pierdan en esta última instancia, el solo hecho de que Cuba esté jugando por primera vez con peloteros de las Series Nacionales con algunos de Grandes Ligas, haciéndolo a la vez con una gran unidad entre ellos, es un elemento positivo para futuros eventos del béisbol antillano.

Nadie puede predecir lo que pudiera ocurrir en un futuro cercano o mediano con algún acuerdo entre la Federación Cubana y las Grandes Ligas para la incorporación de jugadores jóvenes de la isla en las franquicias de la MLB.

De concretarse un acuerdo que solo podría ser posible si mejorarán las relaciones entre ambos países, esto ayudaría a desarrollar el béisbol en Cuba organizando ligas, academias y poniendo los recursos materiales requeridos en manos de una juventud talentosa que existe a lo largo y ancho de una nación, que durante muchos años fue la segunda potencia del mundo.

Para nadie es un secreto que en Cuba hay graves problemas, pero en esa tierra se sigue respirando el deporte de las bolas y los strikes.

Por ello estoy convencido de que un regreso al sistema del béisbol profesional de Estados Unidos llevaría a Cuba, país en el que nacieron inmortales como Martín Dihigo, José de la Caridad Méndez, Cristóbal Torriente, Tany Pérez, Orestes Miñoso y Tony Oliva, al regreso de sus glorias pasadas.

Considero que en caso de que Cuba pase a semifinales (incluso sin avanzar) para el próximo Clásico Mundial pudieran incorporarse un gran número de peloteros antillanos que juegan en Grandes Ligas para jugar con su país de nacimiento, tal como lo hacen con mucho orgullo los restantes jugadores del mundo.

De lograrse, Cuba pudiera contar con un verdadero Equipo de Ensueño capaz de vencer a cualquier rival.