Cuatro muertos en primer bombardeo de Petro contra narcos del Clan del Golfo

Foto de archivo. Cuatro miembros del Clan del Golfo murieron en el primer bombardeo ordenado por el presidente colombiano Gustavo Petro contra ese cartel del narcotráfico.

Cuatro miembros del Clan del Golfo murieron la semana pasada en el primer ataque aéreo que ordena el presidente de Colombia, Gustavo Petro, contra el principal cártel narco del país, informó el mandatario este lunes.

“La operación del ejército nacional en la vereda Bejuquillo, Cáceres, [departamento de] Antioquia deja cuatro integrantes del clan muertos y 8 fusiles incautados”, escribió Petro en la red X.

Se trata del primer bombardeo de la fuerza pública contra esta poderosa organización del tráfico de cocaína bajo su gobierno.

Los ataques aéreos militares han sido utilizadas en más de medio siglo de conflicto contra guerrillas como las extintas FARC, que se desmovilizaron tras en acuerdo de paz de 2016.

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El departamento de Antioquia es uno de los mayores bastiones del Clan del Golfo. Allí tienen corredores para el narcotráfico, controlan varias minas ilegales de oro y obtienen dinero de la migración irregular.

Durante este operativo murieron el jueves cuatro soldados que saltaron a un abismo cuando descendían de un helicóptero con una cuerda, según Petro.

El clan de origen paramilitar se quedó sin su principal líder, alias Otoniel, capturado en octubre de 2022 y luego extraditado a Estados Unidos.

Petro ha mostrado interés de negociar el desarme de esta organización, pero los acercamientos con sus nuevos jefes han fracasado.

En el Año Nuevo de 2023 el mandatario izquierdista decretó un cese al fuego unilateral con esta estructura que se rompió tres meses después, cuando el Clan del Golfo disparó contra militares y civiles en el norte del país.

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En 2023, la producción de cocaína se disparó un 53% en Colombia hasta alcanzar las 2,600 toneladas anuales, según la ONU.

Líder de la banda Tren de Aragua en Chile es detenido en Colombia

El líder del grupo criminal Tren de Aragua en Chile, Carlos Gómez, fue detenido el sábado en Colombia en una operación en la que intervinieron las instituciones policiales de ambos países, anunció el presidente colombiano Gustavo Petro.

“En la madrugada de hoy (...) fue capturado Carlos Gómez, alias Bobby, jefe de la banda multinacional Tren de Aragua en Chile”, dijo el mandatario a través de su cuenta en la red social X.

Agregó que “la colaboración policial con inteligencia chilena y colombiana logró este gran éxito en la seguridad de chilenos y colombianos”.

El arresto se produjo en el municipio de Los Patios, al este del departamento colombiano de Norte de Santander.

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Policías irrumpieron en un apartamento para hallar a Gómez junto a una mujer en un dormitorio, según un video divulgado por Petro.

Mientras un agente le apuntaba con un arma, el hombre, que estaba tendido sobre una cama, se colocó boca abajo y cumplió la orden de “manos a la nuca”.

El mandatario chileno Gabriel Boric republicó en X el mensaje de Petro sobre la captura de alias Bobby.

“Trabajo conjunto de nuestros Estados de Chile/Colombia y nuestras Policías. Avanzamos juntos en seguridad, firmes contra el crimen organizado”, expresó.

La Policía chilena señaló por la misma red social: “Se logra dar un golpe crucial contra el crimen organizado (...) Esta detención representa un avance significativo en la lucha contra el crimen transnacional y reafirma el compromiso de las autoridades para garantizar la seguridad de nuestras comunidades”.

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Gómez, requerido desde 2022 por Chile por secuestro, homicidio y tráfico de drogas, es considerado mano derecha del máximo líder del Tren de Aragua, el venezolano Héctor Guerrero, conocido como “Niño Guerrero”.

La temida organización, de origen venezolano, siembra terror en varios países de América.

El Tren de Aragua nació en la cárcel venezolana de Tocorón, en el estado de Aragua (centro-norte), y comenzó a sonar con fuerza hace unos diez años. Con unos 5.000 integrantes, se dedica a la extorsión, el sicariato, el narcotráfico, la prostitución, la trata de personas y hasta la minería ilegal.

Extendió sus tentáculos a otras naciones como Colombia, Perú y Chile, y también a Estados Unidos, donde las autoridades han ofrecido millonarias recompensas por información que lleve a la captura de sus cabecillas.