Cuánto tiempo más habrá que soportar la “invasión” de mosquitos en el AMBA y cómo protegerse

El Aedes albifasciatus, la especie de mosquito que hoy invade la ciudad
El Aedes albifasciatus, la especie de mosquito que hoy invade la ciudad - Créditos: @Pexels

Si no vuelven las lluvias fuertes, los especialistas señalan que en los próximos 10 días debería ir disminuyendo esta inusual “abundancia” de mosquitos en la ciudad de Buenos Aires. “Habrá una merma en la cantidad de mosquitos a medida que se vayan muriendo las hembras. Debería ir disminuyendo dentro de una semana o diez días. Si hubiera nuevas lluvias podría haber otro pico, pero difícilmente de la magnitud del actual, que es un evento muy poco frecuente y ocurre como mucho una o dos veces al año”, afirmó ayer la doctora Sylvia Fischer, investigadora principal de Conicet y directora del Grupo de Estudio de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (GEM).

En las últimas semanas hubo lluvias fuertes, incluyendo un temporal sin precedente en el AMBA. Luego llegaron las temperaturas cálidas, lo que generó un verdadero caldo de cultivo para la proliferación de mosquitos silvestres como el Aedes albifasciatus, la especie que hoy invade la Ciudad, también conocido como “mosquito austral” o “mosquito de las pampas”.

Es tal la invasión que, sin repelente, es muy difícil estar al aire libre, en especial en espacios verdes. Por eso, los especialistas recomiendan usar ropa de manga larga en ese tipo de lugares.

Los monitoreos del GEM son parte de un convenio con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Los monitoreos del GEM son parte de un convenio con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

“En las últimas semanas se observó que en los espacios verdes porteños hay charcos con grandes cantidades de larvas, lo que significa que probablemente muchos de los mosquitos adultos que estamos viendo hoy sean de producción local”, agregó Fischer.

Es tan grande la cantidad de mosquitos que circulan desde mediados de la semana pasada, que la docente de la UBA calcula que seguramente también se estén trasladando a la Ciudad ejemplares criados en zonas aledañas. Por ejemplo, los bosques de Ezeiza, Campo de Mayo y los alrededores de La Plata.

¿Cómo protegerse?

Fischer argumentó que los más “acertado sería reducir en lo posible las actividades al aire libre (especialmente en espacios verdes), y en caso de hacerlas, llevar, a pesar del calor, ropa de manga larga como barrera física contra las picaduras”.

Sobre el uso de repelente, la especialista sostuvo que hay que mirar el envase de cada marca para saber cada cuántas horas hay que volver a colocarse el producto en la piel.

Operativos en la Ciudad

Desde el Gobierno porteño dijeron ayer a LA NACION que está intensificando los operativos de desinsectación en grandes parques de la ciudad, como es el caso por ejemplo del Rosedal de Palermo ante el aumento de la cantidad de mosquitos. “En el día de hoy [por ayer] se están llevando adelante 30 operativos de desinsectación en plazas y espacios verdes de la Ciudad”, indicaron fuentes del Gobierno porteño.

Sobre las posibles causas de esta “invasión”, señalaron: “Los cambios en la temperatura, la humedad y en las precipitaciones pueden influir en la reproducción y maduración de estos insectos. El cambio climático está produciendo modificaciones en la temperatura y eso podría generar un incremento en el número de mosquitos, debido a que a mayor temperatura aumenta la velocidad del ciclo de vida”.

¿Qué enfermedades puede transmitir?

Además de las molestias que generan las picaduras, con el albifasciatus el problema central es la Encefalitis Equina del Oeste, una enfermedad vinculada a los caballo, que puede contagiarse al humano a través del mosquito y que principalmente se propaga en áreas rurales.

A partir de la detección viral en caballos, el mes pasado el Ministerio de Salud de la Nación activó la Alerta Epidemiológica en todo el país. La intención es poder localizar, a través de la vigilancia epidemiológica, posibles casos en humanos. Hasta ahora, según informó la cartera sanitaria, son 12 los pacientes confirmados, uno de los cuales falleció. Seis corresponden a la provincia de Santa Fe, donde murió un hombre de 66 años con comorbilidades, se indicó.

La “buena noticia”, destaca Fischer, es que el mosquito que hoy predomina en la ciudad, al no ser el Aedes aegypti, no transmite el dengue. De todas formas, los especialistas aseguran que hoy se debe insistir más que nunca en la prevención contra esta infección, ya que los informes epidemiológicos de la ciudad muestran un leve aumento de los casos en las últimas semanas.

Precauciones hogareñas

Debido a la curva epidemiológica ascendente, en la última semana, el Ministerio de Salud de la Nación emitió una alerta sanitaria y pidió a los argentinos que extremaran las medidas de prevención y los cuidados para evitar una mayor propagación del mosquito Aedes aegypti. Eso incluye el descacharrado en las viviendas, el uso de repelente, de acuerdo con la edad y la forma de uso indicada; vestir ropa clara que cubra brazos y piernas, sobre todo durante actividades al aire libre; colocar en los ambientes espirales, tabletas o aerosoles, según las indicaciones de cada producto; colocar mosquiteros en puertas y ventanas; y proteger con tules camas, cunas y cochecitos de bebés.

Los síntomas más comunes de la infección suelen ser fiebre, cansancio y malestar general, náuseas y vómitos, erupción en la piel, diarrea, dolor detrás de los ojos, dolor muscular, articular o corporal para poder moverse.

Dado que hay una proporción de población que ya pudo estar expuesta a una primera infección por el virus del dengue, de contraer una segunda infección por otro serotipo viral, aumenta el riesgo de desarrollar una forma grave de la enfermedad (hemorrágica, como se la conocía antes). En estos casos, hay que tener en cuenta también como síntomas la menstruación fuera de tiempo en las mujeres, el sangrado de encías o por nariz, o la aparición de sangre en materia fecal o al orinar.