Cruce en la Asamblea Legislativa: qué le dijo Fernando Iglesias a Alberto Fernández, que produjo la reacción del Presidente

Alberto Fernández y Fernando Iglesias, cuando se cruzaron
Alberto Fernández y Fernando Iglesias, cuando se cruzaron

“Sinvergüenza, por lo menos”, es uno de los “insultos” que el diputado Fernando Iglesias reconoció ante LA NACION haberle dicho al presidente Alberto Fernández durante el tenso cruce que se vivió hoy en la Asamblea Legislativa mientras el primer mandatario hablaba.

Los pasajes en los que el presidente Alberto Fernández cuestionó el rol del Poder Judicial y la sentencia por el reparto de la coparticipación que benefició a la ciudad de Buenos Aires así como las menciones al espionaje ilegal durante el gobierno anterior, fueron los momentos de máxima tensión entre los legisladores de la oposición y el jefe del Estado.

Las críticas del Presidente provocaron abucheos e insultos de parte de legisladores opositores como Iglesias y Federico Angelini de PRO, a quienes el jefe del Estado respondió, en breves interrupciones en el tramo final de su discurso, que se extendió por más de dos horas.

“Es un honor que me insulte diputado Iglesias”, “insúlteme, es un honor, un honor, me enorgullece, sigo, sigo”, fueron algunas de las respuestas del mandatario cuando en medio de sus críticas por el reparto de los recursos coparticipables a la Ciudad de Buenos Aires legisladores profirieron insultos al funcionario.

Ante la repercusión del cruce, al no escucharse los dichos de Iglesias en la transmisión oficial, LA NACION consultó al parlamentario cuáles fueron sus expresiones y respondió: “ Le dije que dónde había estudiado Derecho para decir que la Corte se entrometía, Le dije que si las provincias del norte están destruidas es porque gobierna el feudalismo peronista desde hace décadas y alguna otra cosa más que se me habrá escapado, pero que no recuerdo en este momento ”.

Cuando se le repreguntó si sus dichos incluyeron insultos al mandatario, dijo: “mmm... Sinvergüenza, por lo menos”.

Un discurso que comenzó monótono y terminó con cruces

En su último discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso –al menos en su mandato actual- Fernández aprovechó el escenario de la Asamblea Legislativa para embestir en duros términos contra la Justicia –en particular la Corte Suprema-, la oposición y la prensa.

En este marco, aseveró que Cristina Kirchner es “perseguida injustamente” por los tribunales y si bien evitó pronunciar la palabra “proscripción”, como pretendía el kirchnerismo, advirtió que la Justicia pretende su “inhabilitación política”.

Ante a la presencia impávida de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, presidente y vicepresidente de la Corte, el jefe de Estado arremetió contra el Poder Judicial en distintos tramos de su discurso. El momento más tenso se vivió cuando fustigó el fallo del máximo tribunal que ordenó que se devolvieran recursos coparticipables a la ciudad de Buenos Aires – “la intromisión de la Justicia en la ejecución presupuestaria es definitivamente inadmisible”, asestó- y la resolución por la que dispuso rediseñar la composición del Consejo de la Magistratura. “La tomaron por asalto”, advirtió el primer mandatario.

En este marco, Fernández justificó el pedido de juicio político que promovió en contra de Rosatti, Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, los cuatro magistrados que integran el máximo tribunal. El proceso se desarrolla en la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados.

“La Corte Suprema de Justicia aseguró cautelar a la ciudad Autónoma de Buenos Aires recursos coparticipables que no le corresponden contrariando la ley de coparticipación vigente. Le quita dinero a los que más necesitan y destina esos mismos recursos a la ciudad más opulenta del país”, fustigó.

Fue entonces cuando el oficialismo se despertó de la letanía que hasta entonces imponía el tono monocorde del discurso y reaccionó con una ovación. Desde las bancadas opositoras llovieron gritos e insultos, y si bien algunos legisladores se retiraron del recinto en señal de protesta, el grueso de los bloques decidió permanecer en las bancas.