“Cristina, presidenta”: el inusual grito en el cierre de uno de los actos por el 8M, que volvieron a congregar a miles de mujeres

Las dos columnas se encontraron en la intersección de las avenidas 9 de Julio y De Mayo
Las dos columnas se encontraron en la intersección de las avenidas 9 de Julio y De Mayo - Créditos: @LUIS ROBAYO

“Para ese lado, al Congreso, van a ir las organizaciones peronistas y kirchneristas, mientras que para allá, que está la Plaza de Mayo, van a ir las de izquierda”, le explicaba Agustina, que prefirió no dar su apellido, de 29 años, a su hija. Estaban paradas en el punto de encuentro de las dos principales marchas que hubo en la ciudad para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, la intersección de las avenidas 9 de Julio y De Mayo. Desde allí, la marcha convocada por el colectivo Ni Una Menos se dirigió hacia el Congreso de la Nación, mientras que la segunda, a la que se adhirió la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, fue en sentido contrario, hacia la Plaza de Mayo.

8M: la enorme deuda que la sociedad aún mantiene con las mujeres

Así con un fuerte tinte partidario, sobre todo en el acto que se realizó frente al Parlamento, las manifestantes exigieron la liberación inmediata de la dirigente Milagro Sala y condenaron “la persecución judicial” de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Mientras, muchas participantes expresaron su malestar por las fuertes divisiones del movimiento por los derechos de la mujer.

Al igual que en otro tipo de protesta, la Avenida de Mayo estaba colmada de banderas que dividían a las organizaciones. Además de las pecheras que llevaban las manifestantes, algunas agrupaciones usaron tiras de colores para separar a sus miembros de las otras. Mientras sonaba un tema de Maluma, cerca de las 18, las dos columnas comenzaron a marchar cada una por su lado. Hacia la Plaza de Mayo, lo hicieron integrantes del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU), de Las Mariposas, del Movimiento Teresa Rodríguez, de Pan y Rosas, del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), del Polo obrero, y del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), entre otras. En tanto, con dirección al Congreso, marcharon miembros de La Cámpora, de la agrupación Eva Perón, de Mayo Movimiento, de Nuevo Encuentro La Matanza, y del Movimiento Evita, entre otras.

La inequidad de género, uno de los reclamos
La inequidad de género, uno de los reclamos - Créditos: @LUIS ROBAYO

“¡Con esta Justicia no hay derechos ni democracia! ¡La deuda es con les y las trabajadoras!”, decía la convocatoria de las organizaciones kirchneristas, y esos fueron los principales ejes del discurso que se leyó, alrededor de las 20, sobre un camión que oficiaba de escenario en el Congreso .

“Paramos y nos movilizamos frente a la agudización de la crisis económica, frente al avance de la inflación, el aumento de la precarización laboral y la desocupación que a nosotras y nosotres nos afecta triplemente. Las consecuencias del pago de la deuda con el FMI [Fondo Monetario Internacional], contraída por el gobierno de Mauricio Macri, siguen recayendo de manera diferencial sobre las mujeres, las lesbianas, bisexuales, travestis, trans, no binaries; y hoy afectan al pueblo entero que vive de su trabajo. Porque no llegamos a fin de mes: nuestra economía cotidiana está debilitada y resulta imposible cubrir las necesidades básicas de alimentos, educación, salud y vivienda para una vida digna. La deuda que tomamos en nuestras casas para poder vivir se convierte en otra forma de opresión y explotación”, se escuchó en otro tramo de la lectura.

Y las oradoras agregaron: “Vemos cómo se evidencia cada vez más el vínculo entre los poderes económicos concentrados y el Poder Judicial y su intervención directa en la vida cotidiana de los sectores más precarizados cuando interponen recursos a favor de las corporaciones y en detrimento de nuestros derechos. También a través de la criminalización de protestas y, en particular, de las comunidades que defienden los territorios frente al avance extractivista”.

Una figura gigante de Cristina Kirchner encabezó una de las columnas de la marcha
Una figura gigante de Cristina Kirchner encabezó una de las columnas de la marcha

Exigieron la inmediata liberación de Milagro Sala y denunciaron: “el intento de magnifemicidio (sic) contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, la falta de investigación del hecho y su posterior proscripción. La derecha no solo busca volver a gobernar, sino que pretende –como lo ha intentado a lo largo de la historia de nuestro país y región– quebrar al movimiento popular y su voluntad emancipatoria”.

“Ya les quemamos el bocho, ahora a bailar. Cristina presidenta”, cerró el discurso una de las oradoras. Lo mismo pedían algunas leyendas en carteles pegados en los tachos de basura: “8M nosotras con vos. CFK 2023″. “Sin Cristina, no hay democracia”, se leía en otros. Incluso, acompañó la marcha una figura gigante de gomaespuma de la vicepresidenta. En un puesto, a metros del Congreso, se podía conseguir la versión pequeña por $1800. Pinchados sobre una tela gris el muñequito de la vicepresidenta, con una remera que decía “CFK 2023″ o “Luche y Vuelve”, compartía vidriera con los de Néstor Kirchner, Axel Kicillof, Hebe de Bonafini, Eva Perón, el Che Guevara, Diego Maradona, Lionel Messi y Emiliano “Dibu” Martínez.

8M: la inmigrante olvidada detrás del Día Internacional de la Mujer

Plaza de Mayo

A unas 12 cuadras del Parlamento, en la Plaza de Mayo, casi en simultaneo y con reclamos compartidos, las organizaciones de izquierda leyeron su propio documento. “Este 8 de marzo nos movilizamos a esta Plaza de Mayo, la plaza de las, les y los luchadores, en una jornada de lucha independiente de todos los gobiernos, por nuestras demandas y reivindicaciones. Somos parte de un movimiento internacionalista contra toda opresión y explotación, por un mundo libre de violencias. Por eso, luchamos por un paro internacional por los derechos de las mujeres y las disidencias”, comenzaron. Y remarcaron: “Nuestras luchas trascienden fronteras. Somos parte activa de las rebeliones populares de nuestro país y nuestro continente, como la enorme lucha del pueblo peruano contra el golpe de Estado de Dina Boluarte, y las luchas populares de todo el mundo, contra el ajuste de los gobiernos y el Fondo Monetario Internacional”.

Se solidarizaron con Irán, Siria, Palestina, Kurdistán y con Ucrania y gritaron: “Fuera Rusia de Ucrania y la OTAN y el imperialismo occidental de Ucrania y Europa del Este”. También pidieron el juicio oral contra Juan Darthés.

“Denunciamos a les funcionaries y direcciones sindicales que hoy piden un juicio político a la Corte por la condena a Cristina Kirchner por corrupción, pero vienen amparando a esta corporación durante todos sus gobiernos, incluso luego del 2x1 a los genocidas. El propio [Horacio] Rosatti fue ministro de Justicia de Néstor Kirchner”, sumaron.

Al igual que el año, pasado hubo críticas al FMI. También fueron protagonistas los reclamos económicos y contra la Justicia. En este acto, como en el del Congreso, , exigieron la liberación de Milagro Sala

Con menor presencia de manifestaciones que en otras ediciones, las organizaciones no se pusieron de acuerdo en la cantidad de asistentes. Mientras que las agrupaciones de izquierda estimaban que hubo cerca de 100.000, las vinculadas al kirchnerismo calcularban unas 600.000.

Sin bandera unificada

“Después del aborto, el feminismo quedó bastante golpeado y desorganizado. La bandera que se venía era la separación del Estado y la Iglesia, y no sé qué pasó”, opinó Agustina. Sobre la división de las dos movilizaciones, consideró: “Me parece una estupidez. Si no podemos ponernos de acuerdo en dónde marchar, ¿qué nos queda?”.

Su posición se repitió y son varias las que se mostraron disconformes con los dos escenarios, una escena que ya se dio el año pasado. “Es un retroceso que haya dos marchas y que después del aborto no tengamos consignas claras. Eso habla de que bajó la vara en cuanto a debates. Para mí, la política está en ponerse de acuerdo antes en asambleas, como hacíamos en las primeras [movilizaciones]”, afirmó Camila. Ella, junto a una amiga, se enteró una vez que llegó que había dos manifestaciones y decidió asistir al acto del Congreso porque allí se movilizó históricamente. “Me parece que falta militancia más de base. Falta organización de un movimiento que históricamente es un transversal”, consideró.

“Es triste que siempre se tenga que dividir entre el oficialismo y la izquierda. Luchamos todos por lo mismo y tenemos un interés en conjunto. Entiendo que capaz chocan, pero luchamos por lo mismo, queremos romper con este sistema e inconscientemente estamos siendo funcional a eso. Ojalá que en un futuro podamos estar todas juntas por más que tengamos diferencias políticas”, opinó Victoria Coletti, vocera del centro de estudiantes de su colegio.

Julieta Grinaldi y sus amigas decidieron pasar por las dos marchas. “Queríamos ver e informarnos estando en la marcha. Pero no me parece bueno que haya dos”.

“En un contexto tan nefasto como el que tenemos y tan adverso, el feminismo se tiene que mostrar junto. Es un movimiento enorme que hoy por hoy marca la agenda y en un año de elecciones es donde más tenemos que plantarnos para reivindicar nuestros derechos y mostrar que tiene propuestas y quiere transformar. Hoy estamos demostrando que están partidas”, dijo Daniela Carrizo, de 30 años.