Cristiano Ronaldo y la misión fallida en Arabia Saudita: anota muchos goles, pero no gana nada

Cristiano Ronaldo y la misión fallida en Arabia Saudita: anota muchos goles, pero no gana nada

Cristiano Ronaldo en las Semifinales de Supercopa ante Al Hilal. (Waleed Zein/Anadolu via Getty Images)
Cristiano Ronaldo en las Semifinales de Supercopa ante Al Hilal. (Waleed Zein/Anadolu via Getty Images)

Cristiano Ronaldo se marchó a Arabia Saudita con una misión clara: expandir su legado más allá de la élite europea. Se dijo, y con argumentos, que su presencia sería un parteaguas para el futbol de aquel país. Tras su llegada al Al-Nassr, decenas de jugadores de alto nivel le siguieron los pasos para conformar un panorama totalmente diferente al que había cuando CR7 aceptó su misión. Parecía que el tiempo le había dado la razón. Al menos ahí no hubo fallos: su estela atrajo a toda una oleada de figuras en plenitud de edad.

Pero, deportivamente, Ronaldo está viviendo un momento que contradice su historia plagada de éxitos. La Semifinal de la Supercopa lo demostró. Se trataba de un partido clave y ante un rival que es líder de la liga y no ha perdido en todo el año futbolístico: Al Hilal, un cuadro ultrapoderoso que, pese a no contar con Neymar, ha encontrado la fórmula para encabezar la Liga Saudí. La superioridad quedó clara ayer cuando se pusieron arriba 2-0 sobre el equipo de Cristiano Ronaldo.

No basta con tener dinero: hay que saberlo encauzar de acuerdo con un proyecto deportivo. Hoy Al Hilal lo tiene al mando del experimentado entrenador portugués Jorge Jesús. La frustración en Ronaldo fue imposible de disimular cuando lo expulsaron al minuto 86, luego de propinarle un codazo a Ali Al-Bulayhi. No fue todo. Después de ver el cartón rojo, amagó con darle un puñetazo al árbitro. La actitud de Cristiano, como era de esperar, fue cuestionada por medio mundo.

Al final, con gol de Mané, el Al-Nassr hizo lo que estuvo en sus manos para tratar de salvar la eliminatoria. Fue en vano. Se marcharon con las manos vacías, igual que durante todo 2023. Cristiano Ronaldo no ha podido extender su vocación ganadora en Arabia Saudita. Es una misión fallida. Cuando se marchó del Manchester United, en el invierno de 2022, todo apuntaba a una regeneración de su carrera: más calma, éxitos y un nuevo futbol que conquistar.

Su partida del Manchester United había sido amarga, tras múltiples desencuentros con el director técnico Erik Teg Hag. "¿Intentaron sacarme del club? Sí, no solo el entrenador, también dos o tres personas alrededor del club. Honestamente, no debería decir eso, pero me sentí traicionado no sólo este año sino el año pasado también. Me hicieron sentir como la oveja negra. No le tengo respeto porque él no me muestra respeto. Si tú no me tienes respeto, yo nunca lo tendré por ti”, dijo entonces a Piers Morgan uncensored.

En la presente campaña, el portugués marcha como líder anotador: 29 dianas en 24 cotejos. Números exorbitantes, pero que no sirven para que su club alcance a Al-Hilal, que les lleva doce puntos de ventaja a siete partidos de que culmine la temporada. El año pasado, Ronaldo marcó 14 goles en media campaña, pero Al-Nassr quedó subcampeón, incapaz de ganarle el paso al Al-Ittihad. Es, hasta ahora, una misión fallida para una estrella que ganó todo allá adonde se paró durante casi veinte años.

Ronaldo se fue de Qatar 2022 con una doble frustración: la eliminación ante Marruecos y la suplencia que decidió Fernando Santos, su entrenador. La imagen de su partida, entre lágrimas, pintó un escenario desconsolador: era su último Mundial y se terminaba así. Con Cristiano nunca se sabe. Puede llegar a Norteamérica 2026 con tan sólo proponérselo y seguir siendo un jugador de amplia relevancia, a pesar de que para entonces tenga 41 años. Esa cita con el destino lo mantiene con vida deportiva, aunque ya ni sus goles tengan carácter decisivo.

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