Críticos de la renovación del Coconut Grove Playhouse vuelven a perder en tribunales pero prometen seguir luchando

En un fallo inusualmente contundente, un tribunal de apelaciones de Miami-Dade anuló por “ilegal” una decisión de la junta de zonificación de la ciudad de Miami que bloqueaba un plan del condado para rehacer y reabrir el histórico y cerrado Coconut Grove Playhouse, lo que no significa que el proyecto, paralizado desde hace tiempo, vaya a ponerse en marcha en breve.

La decisión unánime, emitida el 9 de febrero por un panel de tres jueces de la división de apelaciones del Tribunal de Circuito de Miami-Dade, es la última de una serie de duras derrotas legales para un grupo de activistas y habitantes del Grove que, sin embargo, han logrado frustrar el plan de reactivación del teatro del condado durante ocho años y ahora se comprometen a seguir haciéndolo hasta que se agoten todas las vías legales.

Algunos activistas y conservacionistas se oponen al plan del condado porque prevé la demolición del gran auditorio de la parte trasera del teatro de 1927, propiedad del estado, un lugar histórico considerado uno de los principales hitos culturales y artísticos de la Florida, y su sustitución por un teatro moderno más pequeño, de $20 millones. El característico edificio de tres plantas con fachada mediterránea se conservaría y restauraría.

El condado, que tiene un acuerdo con el estado para reabrir el legendario teatro, ha prevalecido repetidamente en una serie de batallas políticas y legales sobre su destino, pero el largo drama muestra pocos signos de enfriamiento. Ahora, los jueces que en más de una ocasión han fallado rotundamente a favor del condado parecen estar perdiendo la paciencia con algunos de los principales opositores al plan.

Esta vez, el tribunal de apelaciones dictaminó que la junta de urbanismo y zonificación de la ciudad no tenía “ninguna autoridad” para denegarle al condado el permiso para seguir adelante el año pasado, cuando admitió una apelación presentada por un par de habitantes de Grove y el abogado activista David Winker, quien impugnaba un permiso de demolición parcial autorizado para el proyecto por el departamento de urbanismo de la ciudad. El panel de apelación también señaló que la actuación de la junta hacía caso omiso de sentencias judiciales anteriores.

La ciudad de Miami le dio la razón al tribunal, reconociendo en un documento legal que la junta de zonificación, formada por voluntarios que actúan de forma independiente como órgano cuasi judicial, había tomado su decisión “por error”.

La decisión de apelación vino acompañada de una inusual reprimenda judicial.

En una opinión concurrente, uno de los jueces planteó posibles faltas éticas de Winker en el caso. La jueza de circuito de Miami-Dade María de Jesús Santovenia dijo que Winker podría haber intentado ocultar pruebas desfavorables en el caso, una afirmación que el abogado negó enérgicamente.

También reprendió duramente al vicepresidente de la junta de zonificación, conservacionista y urbanizador de Grove Anthony “Andy” Parrish por no recusarse de la audiencia de la junta sobre la apelación del permiso de demolición, a pesar de que ha sido una de las principales voces públicas en oposición al plan del condado. Parrish dirigió la discusión de la apelación del permiso de demolición como presidente en funciones.

“El conflicto y el sesgo, o al menos la apariencia de un conflicto y sesgo, planteado en el expediente es tan sorprendentemente evidente que no puede ser ignorada”, escribió Santovenia.

Parrish dijo el viernes que cree que actuó correctamente. Reveló abiertamente su papel en la oposición preguntó a sus compañeros miembros de la junta si debía recusarse, dijo. Ellos declinaron la oferta, dijo Parrish.

“No me disculpo en absoluto a pesar de haber sido reprendido”, dijo Parrish, añadiendo que cree que el fallo del tribunal es erróneo.

Winker, Parrish y otros críticos del plan del condado instaron al desarrollo de una alternativa que preservaría el edificio completo del teatro con una mayor capacidad para producciones al estilo de Broadway, una idea que los funcionarios de asuntos culturales del condado y los consultores de teatro descartaron como financieramente inviable. No se ha concretado ningún plan alternativo.

Coconut Grove Playhouse, un edificio histórico de 1927, lleva cerrado desde 2006.
Coconut Grove Playhouse, un edificio histórico de 1927, lleva cerrado desde 2006.

La alcaldesa de Miami-Dade Daniella Levine Cava y la comisionada Raquel Regalado, cuyo distrito incluye el Grove y que ha intentado sin éxito llegar a un acuerdo, elogiaron la sentencia del tribunal de apelaciones en un comunicado conjunto.

“El fallo del Tribunal de la semana pasada es una victoria para nuestra comunidad. El Condado Miami-Dade se ha comprometido a rehabilitar cuidadosamente el histórico Coconut Grove Playhouse. Trabajando con la ciudad de Miami, ahora podemos seguir adelante con la preservación y reconstrucción del Coconut Grove Playhouse, que ha permanecido inactivo durante demasiado tiempo”, dice la declaración en parte.

En una entrevista, Regalado dijo que reconoce que los opositores seguirán litigando, pero sostuvo que se están quedando sin argumentos legales sobre los que luchar.

“Estamos llegando al final. Ya no queda mucho por litigar”, dijo. “He intentado hacer todo lo que he podido. Aquí es donde nos encontramos”.

Los activistas dijeron que no se dejan intimidar por la decisión del tribunal y piensan apelar. Si lo hacen, es probable que la contienda legal se prolongue meses, sino es que años. La apelación en contra de la demolición le añadió un año a la saga.

Winker, quien dijo que está trabajando gratuitamente, dijo que no hizo nada malo en su gestión del caso, pero no quiso dar más detalles, diciendo que responderá en detalle en una moción formal pidiéndole al tribunal de apelación que reconsidere su decisión. Si no lo consigue, dijo, él y sus clientes tienen previsto impugnar la decisión de demolición ante el Tribunal de Apelación del Tercer Distrito.

“Vamos a intentarlo de nuevo ante este tribunal. Creemos que hay varias cuestiones que el tribunal no ha tenido en cuenta. Es solo otro paso en el proceso” de apelación, dijo Winker.

El teatro es un monumento protegido de la ciudad, tanto por su arquitectura como por su larga historia de producciones teatrales en las que han actuado las principales estrellas de la escena, incluido el estreno en Estados Unidos de la obra clásica moderna “Esperando a Godot”, pero ha estado vacío y en un estado de deterioro progresivo desde que los problemas financieros a los que se enfrentaba su junta directiva sin ánimo de lucro forzaron un cierre abrupto en 2006.

En 2014, el entonces alcalde de Miami Dade Carlos Giménez negoció un complejo acuerdo con el estado, la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y el grupo de teatro GableStage para reconstruir y reabrir el teatro.

Pero los opositores al plan consiguieron que el alcalde de Miami Francis Suárez se pusiera de su parte. El plan requiere permisos municipales para seguir adelante, pero el veto de Suárez en 2019 a la aprobación de la comisión municipal desencadenó tres años de litigios entre la ciudad y el condado. Suárez y la ciudad optaron por no emprender más acciones legales después de una derrota final en los tribunales en junio de 2022.

Esa decisión judicial despejó el camino para que la ciudad emitiera un permiso de demolición, pero la junta de zonificación bloqueó el permiso en marzo del año pasado después de que Winker presentara una apelación en nombre de una pareja que vive cerca de la propiedad, Anthony Vinciguerra y Courtney Berrien.

Al revocar la decisión de la junta, el panel de apelación dictaminó que el condado había cumplido todos los requisitos para obtener el permiso, pero que la junta había considerado erróneamente cuestiones no pertinentes al asunto al conceder la apelación, mientras que Vinciguerra y Berrien plantearon argumentos jurídicos “totalmente carentes de mérito”, señala la decisión judicial.

Al exceder su autoridad, la junta “aplicó la ley equivocada, tomó una decisión no respaldada por pruebas sustanciales competentes y privó [al condado] del debido proceso”, indica la decisión.

“Este caso no es complicado”, añade la sentencia.