Los conflictos bélicos dejan a la infancia en una "policrisis que empeora", según KidsRights

Unos palestinos llevan en brazos los cuerpos de tres niños muertos por un bombardeo israelí en Deir el Balah, en el centro de la Franja de Gaza, el 13 de julio de 2024 (Eyad Baba)
Unos palestinos llevan en brazos los cuerpos de tres niños muertos por un bombardeo israelí en Deir el Balah, en el centro de la Franja de Gaza, el 13 de julio de 2024 (Eyad Baba)

Las violaciones de los derechos infantiles aumentaron un 21 % en 2023 debido al incremento de las guerras en el mundo, dejando a los más jóvenes a merced de una "policrisis que empeora", informó el miércoles la oenegé KidsRights.

El informe de la organización, que otorga anualmente el Premio Internacional Infantil de la Paz, concedido en el pasado a la sueca Greta Thunberg y a la paquistaní Malala Yousafzai, destaca que cerca de 8.000 niños fueron asesinados en Israel y Gaza desde octubre de 2023, y que unos 2.000 resultaron muertos o heridos en Ucrania desde 2022.

Las graves violaciones de los derechos de los niños también incluyen la mutilación, la explotación como soldados, el secuestro y la privación de asistencia humanitaria.

Los desastres y los desplazamientos relacionados con el calentamiento global también siguen amenazando los derechos de los niños en todo el mundo, continúa el informe.

El estudio acoge sin embargo con satisfacción los "esfuerzos positivos y constantes" de países como el Reino Unido y Dinamarca para alejarse gradualmente de los combustibles fósiles.

El informe destaca igualmente "el impacto devastador que el empeoramiento de la policrisis ha tenido en los niños, socavando décadas de progreso en la protección de la próxima generación en todo el mundo", según Marc Dullaert, fundador y presidente de KidsRights.

Dullaert señala también que los gobiernos deben afrontar el hecho de que no se alcanzarán los objetivos de la ONU para 2030 en cuanto a desarrollo sostenible de los derechos del niño.

El índice KidsRights de 2024 sitúa a Luxemburgo a la cabeza de los países que mejor protegen los derechos de los niños, mientras que Afganistán ocupa el último lugar.

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