Columna: El mundo boxístico pide a Canelo vs. Benavídez, pero en realidad no es el momento
La celebración no había desvanecido aún y la atención rápidamente se fijó en el enfrentamiento más escurridizo de los últimos años. Saúl Álvarez acababa de derrotar a Jaime Munguía y la petición de enfrentar a David Benavídez en su siguiente combate retumbaba en el T-Mobile Arena de Las Vegas.
Una petición que el campeón indiscutido de peso supermediano ha desestimado una y otra vez.
“No puedo hacer nada más”, dijo Benavídez a LA Times en Español. “Ya tengo tres años esperando la oportunidad… la oportunidad que yo me gané”.
El Consejo Mundial de Boxeo (CMB) señaló en noviembre del 2023 que Benavídez es el retador mandatorio para enfrentar a Canelo. El presidente del CMB, Mauricio Sulaimán, había dicho que esa pelea iba a ser ordenada para mayo, pero la verdadera orden llegó de Canelo y enfrentó a otro rival de su preferencia.
“Me importa un carajo… Cuando peleé contra [Erislandy] Lara, con [Austin] Trout, con [Miguel] Cotto, con [Floyd] Mayweather Jr., con [Billy Joe] Saunders, con ‘GGG’, todos dijeron que no quería pelear contra ellos, y peleé contra todos ellos. Así que ahora mismo... Puedo hacer lo que yo quiera”.
Benavídez lo ha pedido, su padre también, al igual que promotores, aficionados, los medios de comunicación y todo aquel relacionado con el boxeo, pero solo basta un “No” de Canelo para que ese plan no avance, por lo menos no por ahora.
El jalisciense es la “cara del boxeo”, como lo dijo su expromotor Óscar de la Hoya el sábado pasado después de ver la derrota de su cliente. Una sorprendente señal de respeto a quien acusó de difamación recientemente y con quien casi se va a los golpes durante una conferencia de prensa previo al combate del sábado.
Este no es el momento de una pelea entre Canelo y Benavídez, no en septiembre, no en noviembre, no este año.
¿Cuál es el apuro? Canelo ha sido por muchos años la celebración más grande del fin de semana del 5 de mayo y las fiestas patrias del 15 de septiembre. Llámele usted a Canelo un peleador aburrido, que no toma riesgos y que elige rivales fáciles, pero no se puede negar que el dueño del espectáculo es él y guste o no, los boletos o pago por evento también son comprados por “haters”.
Así que si usted es uno de esos aficionados que ama odiar a Canelo, es más conveniente que lo siga haciendo por un tiempo más.
La derrota de Canelo ante Dmitry Bivol en mayo de 2022 dio más razón a los “haters” para atestiguar que no era realmente el mejor libra por libra y las críticas le llovieron más que nunca. Canelo subió a un peso al que no estaba acostumbrado y según presentaba falencias físicas, él alegó un problema de su mano y una costilla. La realidad es que Bivol le dio una cátedra de boxeo a Canelo.
Esa derrota caló hondo en Canelo, al que se le acusó de haber perdido su amor por el deporte, que ya solo peleaba por el dinero y que se enfocaba más en el golf, uno de sus pasatiempos favoritos y en los que ha participado en torneos amateurs.
Canelo confesó en una entrevista que esa derrota le dolió mucho.
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El enfrentar a Benavídez representa varios riesgos para Canelo, que entre ellos no entra el monetario, pues este mega combate fácilmente rompería cualquier banco. Se han mencionado cifras alocadas y astronómicas como de $200 millones, lo que puede ser un indicio que no se haría en Las Vegas o en cualquier otro lugar de Estados Unidos, quizá en Arabia Saudita.
El paso de la antorcha llegará, él dará la luz verde a Benavídez… lo hará, pero este no es el momento.
“Lo de ser mi sucesor, ojalá que sea otro mexicano o cualquier otro”, dijo Canelo tras su victoria sobre Munguía… quizá se dio cuenta de que el tijuanense no tiene realmente los elementos para suplantarlo y cree que otro será su sucesor.
‘La Bandera Roja’ es un peleador dinámico, con pegada fuerte, que tiene un récord invicto y un alto porcentaje de nocauts (28-0, 24 KOs), pero ya ha tocado la lona, algo que Canelo nunca ha hecho. Munguía tampoco lo había vivido hasta que Canelo lo tumbó por primera vez en su carrera en el cuarto round.
La única vez que Benavídez cayó a la lona fue en 2017, cuando enfrentó por primera vez a Ronald Gavril, pero de igual forma lo derrotó de manera controversial por decisión dividida en ese choque, aunque fue más contundente en la pelea de revancha al volver a ganarle, esa vez por decisión unánime.
Benavídez, de 27 años, ha sido señalado como el posible sucesor de Canelo y solo Canelo será el juez que defina si el mexicoamericano es una realidad.
En los cuatro primeros rounds ante Munguía, Canelo parecía lento, sin reacción, pero resultó no ser más que su típica manera de estudiar a su rival y aplicar su vasta experiencia para contraatacar y tomar el control de la pelea. Munguía hizo sacudir un par de veces a Canelo, pero no pasó a más de eso.
Tan pronto cayó Munguía en el cuarto asalto, las cosas fueron a otro precio y Canelo siguió siendo Canelo.
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Al igual que Munguía, Benavídez lanza muchos golpes, pero tiene una pegada más letal que el tijuanense, por lo que el daño podría ser mayor para Canelo.
La quijada de Canelo ha sido puesta a prueba en numerosas ocasiones y ha demostrado una dureza singular, añadiendo que su habilidad para aguantar golpes al cuerpo es una de sus grandes ventajas gracias, entre otras cosas, a la potencia de sus piernas y qué decir de su habilidoso movimiento de cabeza.
Empero, Benavídez tiene las armas más capaces de tumbarlo por primera vez en su carrera.
Realísticamente, septiembre no sería una fecha adecuada para Benavídez, que regresa al cuadrilátero este 15 de junio para enfrentar a Oleksandr Gvozdyk, contra quien subirá al peso semipesado esperando atrapar el título interino del CMB.
La pelea entre el invicto mexicoamericano y ucraniano será la coestelar de Gervonta Davis contra Frank Martin.
“Lo que estamos haciendo ahora es subir de peso para buscar otro cinturón y seguir”, dijo Benavídez. “Esta pelea con Canelo es muy grande, está en la mesa y no hay que dejarla pasar. Es la pelea que todos quieren ver y ojalá se pueda hacer”.
Pelear en mayo y septiembre parecen ser las fechas favoritas de Canelo, por lo que una petición para noviembre o diciembre difícilmente sería contemplada. Aunque él mismo ha dicho que no tiene un rival en mente, el nombre del puertorriqueño Edgar Berlanga empieza a tomar fuerza.
El promotor de Benavídez, Sampson Lewkowicz se quejó fuertemente de la actitud que presentó Canelo durante la conferencia de prensa previo a la pelea ante Munguía el pasado miércoles, cuando tuvo un duro cruce de palabras con De la Hoya.
Por esta razón, dijo que la puerta no estaba abierta para una negociación con el equipo de Canelo para un combate con Benavídez.
“Solo la boca de él, que está bastante sucia”, dijo Lewkowicz. “Le voy a dar Listerine porque no puedes agarrar algo personal con un hombre como Óscar de la Hoya, que es un ídolo, por supuesto, él mismo dijo de los problemas que él tiene, pero es un ídolo para la gente del boxeo, para los fanáticos del boxeo. La vida personal no entra en el boxeo, en el legado de cualquier persona”.
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Esa molestia será fácil de solucionar el día que Canelo firme la oferta para asegurar un combate entre ellos.
Durante su carrera, Canelo ha tenido que lidiar con parte de una afición que no le ha abierto los brazos de gran manera, siendo tan mexicano y exitoso como sus paisanos Julio César Chávez, Marco Antonio Barrera, Erik ‘Terrible’ Morales, Ricardo ‘Finito’ López, Humberto ‘La Chiquita’ González y otros más.
En caso de ser el verdugo de Canelo, la aceptación de Benavídez como un ídolo mexicano, sería muy difícil. El nacido en Phoenix, Arizona, posiblemente pasaría por las dificultades que alguna vez De la Hoya tuvo que afrontar en su carrera, cuando no fue netamente aceptado por la afición mexicana por haber nacido en Estados Unidos.
A sus 33 años, Canelo necesita ver y seleccionar cuidadosamente a sus rivales, algo que Las Vegas seguramente le agradece, pues mientras más gana él, más gana la casa. Enfrentar a Benavídez, aceleraría la inminente salida de Canelo del boxeo y hasta los aficionados que aman odiarlo lo extrañarían.
No hay apuro, Canelo todavía tiene cuerda para rato y la mega pelea contra Benavídez puede esperar.
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Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.