Ir a clase con el aula inundada es la nueva realidad de Filipinas
Millones de niños regresaron este 22 de agosto a las clases presenciales en Filipinas, que ha reabierto sus colegios más de dos años después de haberlos cerrado por la pandemia del coronavirus. Las mascarillas no eran obligatorias para los pequeños, aunque la mayoría de ellos las llevaban, pero sí tenían que medirse la temperatura y lavarse las manos antes de entrar en los centros educativos.
El de Filipinas ha sido uno de los cierres de colegios relacionados con la pandemia más largos del mundo, pero curiosamente la reapertura coincidió con la llegada al país asiático de la tormenta tropical Ma On, que tocó tierra acompañada de fuertes lluvias y de vientos de hasta 185 kilómetros por hora.
La tormenta provocó que muchos centros escolares se inundaran, así que los niños regresaron a las aulas tras más de dos años con el agua hasta los tobillos. Por este motivo, cientos de colegios decidieron cerrar durante dos jornadas solo un día después de reabrir.