La región de Emilia Romaña pide el estado de emergencia tras las graves inundaciones
Roma, 20 sep (EFE).- La región italiana de Emilia Romaña pidió este viernes que el Gobierno declare el estado de emergencia ante los graves destrozos que han causado las inundaciones tras el paso del ciclón Boris, mientras que se informó de que no consta que haya desaparecidos como se había dicho en un primer momento.
La presidenta de la región, Irene Priolo, compareció este viernes en una rueda de prensa para explicar que se han iniciado trámites para solicitar el estado de emergencia mientras que Protección Civil ha emitido un boletín de alerta roja para la zona también para este viernes debido a las crecidas de los ríos.
"Esperamos que el Gobierno la firme lo antes posible. Estamos tratando de no perder ni un minuto en todas las actividades de socorro para volver lo más rápido posible a la normalidad, ya estamos trabajando en ello", explicó Priolo.
Por otra parte, se comunicó que no se tiene constancia de que haya personas desaparecidas en la provincia de Rávena y en particular en el municipio de Traversara di Bagnacavallo, como se había comunicado en un primer momento.
Mientras tanto ha tenido que ser evacuado el hospital de la localidad Lugo, aunque la sala de urgencias sigue operativa.
Aunque la situación está mejorando, sigue preocupando la subida del nivel del río Savena en Bolonia, mientras que en Modigliana (Forlì-Cesena) preocupa la crecida del río Tramazzo, mientras que ahora se intenta que el agua baje en las localidades de Castel Bolognese (Rávena) y Faenza, donde se desbordaron los ríos Marzeno y Lamone y enteros barrios quedaron sumergidos.
Según los datos meteorológicos, en 24 horas cayeron 250 mm de lluvia en estas zonas que ya habían sufrido graves inundaciones en mayo de 2023.
Las zonas más afectadas son el pueblo de Modigliana, azotado por deslizamientos de tierra, donde ayer por la tarde "el río explotó repentinamente", como afirmó el alcalde Jader Dardi y algunas áreas de la provincia de Bolonia, con el río Idice aún desbordado.
En Faenza, Castel Bolognese, Cotignola el agua inundó algunos barrios y en el municipio de Traversata de Bagnacavallo, el rio Lamone rompió la barrera que se había construido para evitar las inundaciones y llegó al pueblo provocando el derrumbe de varias casas y algunas personas fueron rescatadas de los tejados en helicóptero y otras en lanchas neumáticas.
Durante la noche ha dejado de llover en estas zonas, pero la alerta meteorológica roja fue confirmada para este viernes en toda Emilia-Romaña y las escuelas permanecerán cerradas en la zona de Rávena, mientras que en Forlì-Cesena habrá "cierres en las zonas más afectadas", explicó la presidenta regional , Irene Priolo.
"En algunas zonas ha llovido tres veces más en la mitad del tiempo, pero la emergencia no ha terminado, ahora los ríos deben llegar al mar, el problema de los deslizamientos de tierra persiste", afirmó el jefe de la Protección Civil, Fabio Ciciliano.
Mientras que los alcaldes de las zonas afectadas lamentaron que las ayudas que habían pedido tras las inundaciones de hace uno año y medio nunca llegaron.
El alcade de Faenza, Massimo Isola, explicó que "el problema era el arroyo Marzeno que se precipitaba hacia el valle a toda velocidad. Llevamos seis meses esperando la ordenanza 13 bis del comisario Francesco Figliuolo (responsable nombrado por el Gobierno para las inundaciones de hace un año y medio, que debería habernos concedido 3 millones para una intervención en esa zona", lamentó.
Massimiliano Pederzoli , alcalde de Brisighella , municipio de la provincia de Rávena, con 130 desplazados acogidos en un convento, también se desahogó ante los medios: «¿Hemos hecho prevención después de la inundación de hace un año? No, porque no hemos recibido ni un céntimo de la dirección del comisario para la consolidación de desprendimientos y carreteras"
(c) Agencia EFE