CDMX y el problema de vivienda que los candidatos no quieren ver: no hace falta construir más

CDMX: debate por la jefatura de gobierno. | Foto: El Universal
CDMX: debate por la jefatura de gobierno. | Foto: El Universal

El debate por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX) dejó varias preguntas sin responder. Clara Brugada, Santiago Taboada y Salomón Chertorivski abordaron los temas de Seguridad y Justicia, y Planeación del desarrollo inmobiliario y urbano. Este último se ha instalado en la conversación pública con gran intensidad en los últimos tiempos debido al fenómeno de la gentrificación. Sin embargo, el debate, como era previsible, discurrió entre las acusaciones, principalmente entre Brugada, la candidata puntera, y Taboada, su más cercano perseguidor.

Taboada, señalado por presuntamente haber encabezado el llamado "cártel inmobiliario" en la alcaldía Benito Juárez cuando la gobernó, se lanzó contra Morena y con especial énfasis hacia López Obrador: “Voy a iniciar mi intervención con las palabras del fundador del ‘Cártel inmobiliario’: yo tomé la decisión, yo soy el responsable porque considero que eso le da sustentabilidad a la ciudad. No es culpa del delegado. Asumo toda la responsabilidad. Clara, estoy citando Andrés Manuel López Obrador en las escalinatas de la alcaldía Benito Juárez. Hoy te demuestro, ustedes invadieron predios, hay edificios enteros con pisos de más, casas que fueron regaladas por el gobierno de la ciudad a miembros de tu movimiento".

Brugada, desde luego, atacó en el sentido contrario aludiendo a que el panista formó una cúpula que explotó de manera presuntamente ilegal las construcciones en la Benito Juárez. Apenas alcanzó a esbozar alguna propuesta concreta: “Hace falta mucho por hacer en el tema de vivienda, yo sé que las rentas están caras, así que hay que hacer esfuerzo entre autoridades". Chertorivski dijo que en Ciudad de México se pueden hacer hasta 40 mil viviendas al año, para aquella población que debe desplazarse de otras entidades a la capital. El problema está ahí y no se ve: la vivienda ya exista. No sólo son las rentas caras, es todo un fenómeno que impide a los habitantes el acceso a esa vivienda (incluyendo, desde luego, la gentrificación).

El desarrollo de vivienda sólo se hace para un sector de la población. Así lo decía por ejemplo la académica Carla Escoffié en una conferencia del año pasado: "Cuando ya vemos en números y letras concretas qué es lo que se va a hacer vemos que es un desarrollo para especular, o para inversión privada, o sí: para vivienda, pero vivienda para ciertas clases”. Y ahí se engendra todo el problema: la vivienda vista como negocio.

Hay dinero ya invertido, pero que espera las rentas de quienes puedan pagar los precios más altos. Continuaba Escoffié en ese sentido: “Justo vemos también ese discurso, bastante macabro, que se la pasan muchos desarrolladores diciendo: “es que hay un déficit de vivienda en México y ustedes no quieren que construya vivienda”. Acá también hay una trampa, porque sí se construye vivienda, lo que pasa es que el déficit está en quienes no pueden pagar esos edificios, quienes no pueden pagar esos departamentos”.

El contexto no podría ser más desafiante: una ciudad siempre colapsada, por sus habitantes, por la población flotante que todos los días viaja de estados aledaños y ahora una vivienda inaccesible incluso para las clases medias que históricamente tuvieron los ingresos suficientes para sostener un nivel estable de vida. Todo está encapsulado, pero los factores son diversos. Y de eso se están olvidando: ya hay vivienda. Pero, ¿qué es lo que se hace con ella? Los candidatos, mientras tanto, usan su tiempo en ataques que no resuelven nada en tanto no estén probados y en asomos de propuestas que, por espectaculares que sean, carecen de compromiso.

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