Carlos Alcaraz, con LA NACION, antes del debut en el Argentina Open: “Es increíble haberme convertido en una persona que inspira a los jóvenes”

El español Carlitos Alcaraz, número 2 del mundo, con LA NACION, en los pasillos del Argentina Open, donde debutará este jueves
El español Carlitos Alcaraz, número 2 del mundo, con LA NACION, en los pasillos del Argentina Open, donde debutará este jueves - Créditos: @Sergio Llamera

Desde que se marchó de Buenos Aires en febrero del año pasado luego de ganar el ATP porteño, encandilando con su creatividad en el court, la vida -la carrera- del español Carlos Alcaraz fue una montaña rusa cada vez más acelerada. Ganó otros cinco trofeos, entre ellos el de Wimbledon, el más prestigioso de todos. Se consolidó como una atracción ilustre para el público de las raquetas, las marcas y los torneos. “Es un tenista que genera adicción”, afirmó una gloria del tenis como Mats Wilander. Definitivamente trascendió las fronteras de El Palmar, la localidad de 24.000 habitantes de Murcia, en el sureste de la península ibérica, donde nació hace 20 años. También padeció la presión de la altísima expectativa creada por él mismo y no tuvo reparos en reconocer que los calambres sufridos en algunas de sus batallas más espinosas fueron producto de los nervios, como cuando se despidió de Roland Garros en las semifinales ante Novak Djokovic.

En una temporada, apenas, le pasaron muchas cosas al actual número 2 del ranking (número 1 durante 36 semanas en el período 2022-23). También terminó de florecer, como si fuera una piedra en el zapato, alguien que pretende competirle mano a mano y que posee sus mismos objetivos, como el italiano Jannik Sinner (22 años; ganador de Australia). Pero Carlos (Charly para los suyos), no perdió su esencia, su alegría, su ambición, su disciplina. Al contrario: esto recién comienza. Va por (mucho) más.

Alcaraz, divertido, en el remodelado ingreso al Buenos Aires Lawn Tennis Club
Alcaraz, divertido, en el remodelado ingreso al Buenos Aires Lawn Tennis Club - Créditos: @Sergio Llamera

Está otra vez en Buenos Aires como el máximo preclasificado del Argentina Open , el segundo de los cuatro torneos sobre polvo de ladrillo de la gira sudamericana y, lógicamente, nada es igual con él. Su presencia marca el pulso de los pasillos del Buenos Aires Lawn Tennis Club. Tras su eliminación en los cuartos de final de Australia, el 24 de enero, ante Alexander Zverev, descansó un puñado de días y empezó a teñirse las medias de naranja entrenándose sobre el polvo de ladrillo del Real Murcia Club de Tenis 1919. Llegó a nuestro país el sábado pasado en la noche, con tiempo para adaptarse al calor y a la humedad: está programado para debutar directamente este jueves en los octavos de final, ante el vencedor de Camilo Ugo Carabelli y el peruano Juan Pablo Varillas.

Llegó acompañado por seis personas, entre ellas su papá, Carlos Alcaraz González, quien fue tenista profesional: fue 761° de dobles, en 1991. También por Álvaro, uno de sus hermanos. Y por el Mosquito, Juan Carlos Ferrero, el exnúmero 1 del mundo, entrenador principal y ganador del ATP de Buenos Aires en 2010. No pierde la simpatía, Carlitos; ni la tormenta que se derramó sobre la ciudad lo fastidió. Antes de entrenarse en uno de los courts auxiliares del BALTC con el británico Cameron Norrie (segundo preclasificado y su “víctima” en la final porteña del año pasado), caminó por las entrañas del club hasta la sala de prensa, donde lo esperaban decenas de periodistas. Se detuvo para realizar fotografías para LA NACION y continuó su camino. Tras doce minutos de respuestas, se sentó en otro salón del predio con este medio.

Carlos Alcaraz se convirtió en un elemento inspirador para los chicos que juegan al tenis
Carlos Alcaraz se convirtió en un elemento inspirador para los chicos que juegan al tenis - Créditos: @Mutua Madrid Open

-Hiciste de lo extraordinario algo normal y todo viaja muy rápido. ¿Cómo asumís este proceso y la vorágine, sobre todo cuando sufrís algún bajón, como fue haberte ido de Australia en cuartos?

-Sí, bueno, yo creo que psicológicamente soy…, soy fuerte, soy maduro, me queda muchísimo. Obviamente tengo 20 años, pero a día de hoy me considero una persona fuerte mentalmente que lidia muy bien con las situaciones que me han venido hasta ahora. Obviamente hay altibajos, hay momentos en los que te sientes mejor, hay momentos en los que te sientes peor y hay que saber llevarlo. Es parte de la vida, no sólo del deporte, sino de la vida en general, así que intentamos salir lo más rápido posible de esos bajones que posiblemente haya y seguir en nuestro camino, porque tenemos muy claro cuál es el objetivo. El objetivo es seguir yendo por todo y seguir haciendo historia.

-¿Qué es lo más movilizante de haber pasado en tan poco tiempo de la plaza de tu pueblo a la cima del mundo, a los hoteles cinco estrellas y a ser atendido como una verdadera estrella?

-Bueno, ha sido un cambio muy brusco, no voy a mentir. Es movilizante, sí. Pero nosotros lo intentamos normalizar lo máximo posible. Sé que es verdad que es muy difícil para mi familia, para mí también, es difícil normalizar la vida que estamos llevando ahora mismo, como has dicho, de un crío que de no salir mucho de El Palmar o estar casi siempre en casa, pasó a viajar por todo el mundo, a conocer a personas a las que admiras, a famosos en todos sus ámbitos y a ser amigo de ellos, ¿no? Es como…, difícil de lidiar con ello, pero lo dicho: intentamos normalizarlo lo máximo posible y que no nos afecte obviamente para el tema del tenis y tomarlo como algo positivo.

-¿Cuál es tu cable a tierra?

-Estando en mi casa. Yo cuando vuelvo a casa es como que... La habitación está igual, es la misma de siempre, la misma casa, todo igual. No sé, cuando voy con mis amigos hago prácticamente lo mismo, voy a los restaurantes, recojo yo la comida. No sé, cosas sencillas de alguien normal. No me importa hacerlo.

Alcaraz, entrenándose en Buenos Aires; detrás, su entrenador, Juan Carlos Ferrero
Alcaraz, entrenándose en Buenos Aires; detrás, su entrenador, Juan Carlos Ferrero - Créditos: @Sergio Llamera/Argentina Open

-¿Qué más pasa con tus gustos cuando regresás a El Palmar? ¿Tu madre, Virginia, te malcría con tu comida favorita?

-Claro. Es maravillosa, es maravillosa su comida, la verdad. No te lo voy a negar: el asado que hace mi madre es muy bueno.

-Así como Roger Federer fue tu referencia, hoy la situación se dio vuelta y te convertiste en un elemento inspirador para los chicos que juegan, como para tu hermano Jaime (de 12 años), y también para el mercado del tenis, que te encumbra como uno de los sustitutos del Big 3 (Djokovic, Federer y Nadal). ¿Cómo asumís ese compromiso?

-Bueno, la verdad que para mí es increíble haberme convertido en una persona que inspira a los jóvenes, a las personas que juegan…, y no sólo a los que practican tenis o a los deportistas, sino en la vida en general. El intentar transmitir buenos valores, el intentar transmitir que nada es imposible, que luchen por sus sueños, que busquen hacer algo, que no se queden parados esperando a que les vengan las oportunidades, sino que intenten salir a buscarlas. Yo creo que eso es muy bonito. Al final, yo nunca me iba a imaginar a los 12 o 13 años que iba a ser el número uno del mundo con 19 años, que iba a ganar dos Grand Slams con 20. Pero al final lo he perseguido, lo he luchado y eso es lo que quiero transmitirles también a los jóvenes.

-Muchas veces da la sensación de que no te conformás con ganar el punto y que la definición tiene que ser de película, por más que a veces te quite energía y falles. ¿Estás trabajando en ser más práctico o al ser creativo por naturaleza seguirás así?

-Me sale natural. En algunos puntos lo busco y lo pienso. Cuando hacés un punto de esos tan bonitos es muy bueno. Algún golpe increíble te da energía. Te sube el ánimo, te sube la energía; efectivamente, te impulsa hacia arriba. Y obviamente también al público, que lo agradece, disfruta viendo ese tipo de golpes. Eso es lo que atrae también a la gente que va al tenis, cuando hay puntos maravillosos, puntos largos o con golpes increíbles, y es algo que intentamos hacer para atraer más al público a nuestro deporte.

En julio del año pasado, Carlos Alcaraz ganó el trofeo más prestigioso del tour, el de Wimbledon
En julio del año pasado, Carlos Alcaraz ganó el trofeo más prestigioso del tour, el de Wimbledon - Créditos: @ADRIAN DENNIS

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Educado y atento, este joven de corte de cabello degradado asume la responsabilidad que su palabra promueve en el circuito. Más allá de su charla con LA NACION, Alcaraz tuvo tiempo para referirse, para quien quisiera oírlo en la sala de prensa, a otros temas.

Su presencia, por segundo año consecutivo, en la gira sudamericana ATP. “Es verdad que el año pasado vine porque no tenía partidos, porque no jugué en Australia y llevaba tiempo sin competir. Pero me encantó. Llevaba tiempo queriendo venir a Buenos Aires, Juan Carlos (Ferrero) ganó aquí, muchos españoles habían ganado y me habían dicho que era un torneo muy bonito. Lo pude experimentar, la gente es maravillosa, fue un torneo increíble y quise volver este año. Las vibraciones que se viven aquí son especiales, la energía es especial. A la gente que se queda en Europa, sobre todo a los que no han venido a la gira sudamericana, les diría que también la probaran, que vinieran a vivir la experiencia de jugar aquí. Seguro no los defraudará”.

Su actualidad. “Mi nivel es muy bueno, me encuentro con mucha confianza, jugando a un gran nivel. Vengo de jugar un gran tenis en Australia. Los días que pude entrenar en tierra han sido muy buenos y físicamente me encuentro muy bien, así que veremos cómo se da en Buenos Aires”.

Carlos Alcaraz, en Nueva York: el español es uno de los favoritos del público del tenis
Carlos Alcaraz, en Nueva York: el español es uno de los favoritos del público del tenis - Créditos: @CLIVE BRUNSKILL

Djokovic y Sinner. “Hoy son los rivales a batir, para mí y para todo el mundo. Todos los partidos son duros, todos los rivales te pueden complicar los partidos. Zverev, por ejemplo, tiene el Head to Head (5-3) a favor contra mí, es un rival que lo tengo muy en cuenta, pero es verdad que Djokovic y Sinner ahora mismo están en el top”.

La llegada de Arabia Saudita al tenis. “Es bueno para el tenis que haya más sedes, que cada vez haya más países donde podamos jugar. Arabia Saudita está evolucionando muy rápido en todos los sentidos, como país y en el mundo del deporte. Están apostando por el fútbol, el boxeo, ahora muchísimo en el tenis. No sé hasta dónde llegarán en el mundo del tenis”.

¿Ganar Roland Garros o el oro olímpico en París 2024? “Diría que el título olímpico. Para mí es un sueño llevar una medalla para mi país y el oro es una de las cosas más grandes que hay en el deporte en general. Este año, si me dan a elegir, preferiría ganar el oro olímpico. Aunque ganaría los dos…”.

Alcaraz, con LA NACION:
Alcaraz, con LA NACION: "Me considero una persona fuerte mentalmente que lidia muy bien con las situaciones que me han venido" - Créditos: @Sergio Llamera

Cómo evitar nuevas lesiones. “A nivel de rutinas no cambié mucho, mejoré algunas. El fuera del court es algo muy importante que luego influye adentro en tu día a día del tenis y es algo que estoy mejorando. Para el tema de las lesiones es muy importante la alimentación, el descanso, etcétera. Es algo que quizás antes…, es lógico por la edad que tengo, se me escapaba un poquito (sonríe) y no lo hacía del todo correcto y poco a poco lo fui mejorando. Yo creo que con esas pequeñas cosas y estando más ordenado afuera de la pista se evitaran lesiones, seguro. Es algo que tengo en cuenta para este año”.

Alcaraz, profesional desde 2018, tiene 159 victorias y 44 derrotas. Obtuvo 12 títulos: Umag 2021; Río, Miami, Barcelona, Madrid y US Open 2022; Buenos Aires, Indian Wells, Barcelona, Madrid, Queen’s y Wimbledon 2023. Por torneos oficiales embolsó US$ 27.427.247.

Próximos objetivos. “Soy un chico muy competitivo y ambicioso, siempre quiero ganar a todo, eso es lo que me impulsa a seguir entrenando al máximo nivel, ir a los torneos con mucha ilusión, a tener ganas de seguir ganando. Ver a Nole allá arriba y al resto de los tenistas que están ganando también me motiva para intentar estar a la misma altura o, hablando del Big 3, ir acercándome. Soy un chico que sueña a lo grande, soy muy ambicioso. Siempre miro y me pongo como objetivo a los mejores del mundo, a los mejores de la historia y eso es lo que me motiva día a día”.