Caos y destrucción en Rumanía y Bulgaria tras el paso de una violenta tormenta

Cuantiosos daños materiales y decenas de miles de hogares sin electricidad en Rumanía, tras el paso de una violenta tormenta. Los puertos del mar Negro quedaron cerrados a la navegación y los bomberos tuvieron que retirar decenas de árboles caídos sobre las carreteras. Unos cuarenta vehículos resultaron dañados. Los servicios meteorológicos decretaron la alerta roja, el nivel más alto, para los distritos de Constanza y Tulcea. Hasta el momento, no se han tenido que lamentar víctimas mortales, contrariamente a lo sucedido en Bulgaria, donde dos personas fallecieron como consecuencia de la tormenta.

Una mujer de 43 años murió aplastada por un árbol en la ciudad oriental de Varna el sábado por la noche, según informó la policía búlgara en un comunicado. Dos socorristas que acudieron al lugar también resultaron heridos por la caída de ramas. Antes, en Sofía, un conductor de 65 años murió al impactar un árbol contra su coche, mientras que su esposa fue hospitalizada en estado grave.

Aunque la situación meteorológica se calmó en la capital el domingo, el este de Bulgaria seguía sufriendo fuertes vientos de más de 100 kilómetros por hora y mar gruesa con olas de más de cinco metros de altura.

La ciudad costera de Varna ha declarado el estado de emergencia, al igual que otras ocho localidades de la región, y se pide a los residentes que permanezcan en sus casas.

El alcalde de Varna, Blagomir Kotsev, declaró que "se ha cortado el suministro eléctrico en toda la ciudad", y añadió que muchos vehículos habían quedado bloqueados por "toneladas de ramas" en las carreteras.

El caos se vio agravado por la nieve en el nordeste, donde la Policía recibió decenas de llamadas de automovilistas que habían quedado bloqueados. El tráfico aéreo y ferroviario también se vio gravemente afectado. Los fenómenos meteorológicos extremos son naturales, pero el calentamiento global provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la actividad humana, puede amplificarlos.