Canapino repetirá por segundo año consecutivo en las 500 Millas de Indianápolis

Agustín Canapino, entre la tarea cumplida por clasificarse a las 500 Millas de Indianápolis y la desilusión por el fallido último intento por ser parte de los mejores 12 que el domingo pulsearán por la pole
Agustín Canapino, entre la tarea cumplida por clasificarse a las 500 Millas de Indianápolis y la desilusión por el fallido último intento por ser parte de los mejores 12 que el domingo pulsearán por la pole - Créditos: @Walter G Arce Sr Grindstone Media/ASP Inc

Un siglo atrás, más precisamente 101 años, comenzó la aventura de los pilotos argentinos y las 500 Millas de Indianápolis. La mítica carrera del automovilismo estadounidense cumple su episodio 108 y es también parte de la triple corona, una saga de competencias que no entrega títulos, aunque la historia señala que solamente el británico Graham Hill logró imponerse al menos en una oportunidad en el legendario óvalo, en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 y en las 24 Horas de Le Mans. En el circuito de 2,5 millas que tiene un particular encanto por las velocidades que marcan los autos de IndyCar, Agustín Canapino se clasificó 22do este sábado e integrará la selecta grilla de 33 pilotos que el domingo 26 de mayo buscarán la gloria, tras 200 vueltas. El año pasado, en su estreno en la categoría marcó el 26to registro y rompió con la marca de 83 años sin presencia argentina; en 2024, el arrecifeño enseña una nueva marca histórica: es el primer criollo en repetir en temporadas consecutivas, de los cuatro aventureros que largaron en el óvalo del Indianápolis Motor Speedway.

De Martín de Álzaga Unzué a Canapino, con Raúl Riganti como máximo exponente al ostentar el récord de tres carreras en las 500 Millas de Indianápolis; el póquer de piloto nacionales lo completa Juan Gaudino, que se animó a la aventura en 1932. IndyCar ofrece diversidad de pistas, que se componen con óvalos, trazados urbanos y autódromos, pero las 500 Millas de Indianápolis es la fecha destacada: una carrera que impone la atención del mundo y que en 2024 compartirá fecha con el GP de Mónaco de Fórmula 1. La cita tiene un recorrido mágico, que se desarrolla durante dos semanas: en la primera, la clasificación es el punto extremo; en la segunda, el último domingo de mayo, el planeta se detiene para vibrar con la velocidad de los chasis Dallara y la potencia de los motores Chevrolet y Honda, las dos fábricas que impulsan a los monoplazas.

En la estadística, de un año al otro Agustín Canapino mejoró cinco posiciones en el clasificador de las 500 Millas de Indianápolis; el arrecifeño enseñó que podía enredarse entre los 12 mejores
En la estadística, de un año al otro Agustín Canapino mejoró cinco posiciones en el clasificador de las 500 Millas de Indianápolis; el arrecifeño enseñó que podía enredarse entre los 12 mejores - Créditos: @Grindstone Media Group/ASPInc/Walter G Arce Sr

Adrenalina, tensión y máxima velocidad, el conjunto que envolvió la jornada del sábado, el primer segmento de estrés que impone el protocolo para conformar la grilla. Las posiciones del puesto 13 al 30 quedaron establecidas, mientras que los 12 pilotos que registraron la mayor velocidad y que compondrán las cuatro primeras filas –cada una es de tres autos- y los cuatro que pulsearán por las últimas tres plazas tendrán otra jornada de acción el domingo. Los mejores batallarán por la pole: sortearán un primer corte que eliminará a seis autos y los seis que avanzan desandarán el Firestone Fast Six, que consagrará al poleman. Antes de la emoción por conocer quién quedará primero, el drama: con 34 pilotos inscriptos, uno no será parte de la carrera. Khaterine Legge, Marcus Ericsson, Graham Rahal y Nolan Siegel, que finalizaron en las posiciones 31, 32, 33 y 34, tendrán garantizado un intento de vuelta rápida –pueden ser múltiples-, pero uno de esos nombres al caer el sol retirará sus pertenencias del box y el 26 de mayo no competirá.

Las cuatro vueltas con las que Canapino registró su tiempo en la qualy

La lluvia que cayó durante la semana alteró la secuencia y frecuencia de entrenamientos. Canapino ensayó una tarea de menor a mayor, con el Fast Friday como cúspide: en la jornada en que los equipos lanzan los autos a la pista en un simulacro de clasificación -promedian la velocidad de cuatro giros consecutivos-, el arrecifeño terminó 8vo, con un promedio de 374,775 km/h; su mejor vuelta fue de 375,525km/h. “Fuimos mejorando salida tras salida. Un día muy bueno para nosotros, que nos ilusiona. Explicarles lo que se siente a 390 km/h de máxima velocidad es imposible: la adrenalina es única”, se entusiasmaba el Titán, que fue sorteado en el séptimo puesto en el orden de salida para clasificar. La hija de Ricardo Juncos, Gabriela, fue la elegida por el equipo Juncos Hollinger Racing para seleccionar a los dos pilotos: a Romain Grosjean lo ubicó quinto.

Agustín Canapino, el cuarto piloto argentino en largar las 500 Millas de Indianápolis y el primero en repetir de manera consecutiva
Agustín Canapino, el cuarto piloto argentino en largar las 500 Millas de Indianápolis y el primero en repetir de manera consecutiva - Créditos: @Grindstone Media Group/ASPInc/Colin Mayr

El circuito no perdona errores. En las prácticas se accidentaron los suecos Ericsson (Andretti Global) –cinco temporadas en la F.1, entre 2014 y 2018-, y Linus Lundqvist (Chip Ganassi Racing), y en el Fast Friday resultó escalofriante, aunque sin consecuencias para el piloto, el incidente que protagonizó Siegel (Dale Coyne Racing). El neerlandés Rinus Veekay (Ed Carpenter Racing), cuarto en el orden de clasificación, provocó un susto en la qualy con un durísimo impacto contra el muro en la Curva 2: en cuatro participaciones su peor tarea era un ¡cuarto puesto! Ericsson y VeeKay recurrieron a autos suplentes, con suerte opuesta: el nórdico el domingo deberá batallar por un lugar en la grilla, mientras que VeeKay a falta de cinco segundos registró el 11mo puesto.

El accidente de Rinus VeeKay

En el primer intento, Canapino se posicionó 15to, con un promedio de 373,120 km/h. Superó a Christian Rasmussen, Grosjean, Lundqvist, Christian Lundgaard, Tom Blomqvist, Sting Ray Robb, Conor Daly, Pietro Fittipaldi, Ericsson, Legge –única mujer-, Rahal, Siegel, Kyle Larson –puntero en NASCAR y que mañana tomara parte desde la última posición de la Carrera de las Estrellas- y VeeKay. Los dos últimos no registraron tiempos: el primero por una alerta electrónica del motor y el neerlandés por el accidente. El excompañero de Canapino en 2023, Callum Ilott –ahora en Arrow-McLaren- fue desclasificado por no superar la revisión técnica, mientras que Alexander Rossi y Pato O’Ward no giraron, tras la sanción de Ilott, porque ofrecían el mismo desajuste; Scott Dixon –seis veces campeón y ganador de las 500 Millas de Indianápolis en 2008- y Ryan Hunter-Reay tampoco marcaron tiempos en la tanda clasificatoria de apertura.

Romain Grosjean y una clasificación enrevesada: el suizo-francés terminó en el 26to lugar y siempre estuvo por detrás de los tiempos de Agustín Canapino
Romain Grosjean y una clasificación enrevesada: el suizo-francés terminó en el 26to lugar y siempre estuvo por detrás de los tiempos de Agustín Canapino - Créditos: @Grindstone Media Group/ASPInc/Walter G Arce Sr

Con 3h57m para el desenlace y con los tres pilotos del equipo Penske en la cima –Will Power, Scott McLaughlin y Josef Newgarden-, Rossi inició la segunda manga –primera para él-, hizo el cuarto mejor tiempo y fue el primer representante de Arrow-McLaren en completar la qualy; más tarde, Larson y O’Ward también dieron un salto para entremezclarse entre los 12 mejores. Grosjean hizo un segundo intento para mejorar el puesto 20, pero no solo no lo logró: se hundió. “Nos está faltando un poco de velocidad. No vamos a llegar a ser parte de los 12, pero estamos dentro de la grilla”, comentó el suizo-francés, que finalmente se clasificó 26. Canapino, que con el paso de la jornada cayó al escalón 22, hizo dos intentos más y en el último, cuando en dos vueltas registraba tiempos para enredarse entre los cinco mejores, una falla del motor Chevrolet rompió la ilusión de integrar el grupo de elite que el domingo pulseará por la pole. “¡No puedo creerlo, no puedo creerlo!”, el grito que estalló en la radio. El próximo domingo compartirá fila con dos emblemas de IndyCar: Dixon y Helio Castroneves, cuatro veces ganador.

Un recorrido argentino de 101 años

Del profesionalismo de Canapino a las andanzas de Macoco Álzaga Unzué y Polenta Riganti, los argentinos pioneros en las 500 Millas de Indianápolis. Playboy y sportsman de la época, De Álzaga Unzué -un año después logró la primera victoria internacional argentina al ganar en Miramas (Francia)-, inscribió a tres réplicas de autos Bugatti Type Indianápolis para la cita; invitó a Riganti y sumó al español Pierre de Vizcaya en la tercera butaca. Macoco largó desde la cuarta posición, pero la aventura duró seis giros, al romper una biela; Polenta escaló desde el puesto 23, pero el tanque de combustible determinó el abandono en la vuelta 19.

Figura del motociclismo y primer ganador de las 500 Millas de Rafaela, Riganti volvió dos veces más a la legendaria carrera: en 1933, con Chrysler, se clasificó 27 y finalizó 14to, siendo el mejor argentino de la historia y el único en ver la bandera a cuadros. Siete años después participó con Alfa Romeo: largó 24 y abandonó, tras un despiste en la Curva 2, en la vuelta 24. En aquellos años también se animó al reto Juan Antonio Gaudino: en 1932 participó con Chrysler, aunque no terminó la carrera.

Cinco veces campeón del mundo, el desafío de las 500 Millas de Indianápolis resultó un capítulo incómodo para Juan Manuel Fangio. El óvalo formó entre 1950 y 1960 parte del calendario de la F.1, pero los equipos debían diseñar un auto particular para esa carrera y desistían debido a los costos. En 1958, y ante el inminente retiro, el Chueco decidió ausentarse de los grandes premios de Mónaco y Países Bajos y prepararse para la mítica carrera. Fue uno de los 61 inscriptos, arribó un mes antes y desde el primer contacto observó que la situación no sería sencilla: superó el test al que se someten los novatos -lo hizo Canapino en 2023-, pero el Kurtis Kraft 500G Offenhauser era un auto obsoleto. Los problemas se sucedieron entre la dirección, el motor, la tarea de los mecánicos, la ausencia de repuestos… “Me di cuenta de que había que pegar la vuelta, porque si no sería un papelón”, confesaba Fangio, que dos semanas antes de la carrera anunció que no sería parte. Ni siquiera participó de la clasificación.

También Carlos Pairetti intentó ser parte, aunque sin éxito como Fangio. En 1970, apoyado por Canal 9, que transmitió por primera vez la carrera, el arrecifeño concretó la inscripción y logró la habilitación al superar la prueba de los rookie. Sin embargo, el Drake-Offenhauser era poco competitivo y no logró un lugar en la grilla.

Un accidente, a falta de siete vueltas para el final, lo clasificó 26to en su estreno en las 500 Millas de Indianápolis. “Ojalá que pueda tener una segunda oportunidad el año que viene”, una frase que lanzó Canapino, entre el lamento por un resultado que pintaba para ser top 15 y la esperanza de repetir: el 26 de mayo, fecha de la nueva aventura.