Campeones: Por qué un triunfo del Real Madrid o Borussia Dortmund desafiaría las probabilidades

Real Madrid busca extender su récord con su 15ta Copa de Europa.

Borussia Dortmund quiere dar una de las mayores sorpresas en el fútbol de los últimos tiempos.

Quien sea que gane la final de la Liga de Campeones el sábado desafiará las probabilidades a su manera.

El dominio del Madrid sobre el trofeo más importante a nivel de clubes europeos confunde las creencias. Su récord de 14 títulos es el doble que el de su rival más cercano, el AC Milan.

“El club ha forjado su historia en esta competición”, afirma el entrenador italiano Carlo Ancelotti.

El récord del Madrid en la era de la Liga de Campeones es aún más impresionante: ocho victorias desde que el torneo cambió de nombre en 1992; tres seguidos entre 2016 y 2018 y cinco en los últimos 10 años. En el mismo periodo, el Madrid sólo ha ganado la liga cuatro veces.

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El Madrid también ha sido semifinalista en 12 de las últimas 14 temporadas de Europa.

“Es algo especial para el club, para todos los madridistas y para nosotros, que también somos madridistas. Es una competición en la que estamos más centrados”, afirma Ancelotti, que como entrenador puede ganar una quinta Liga de Campeones, una cifra récord.

En teoría los equipos no deben tener un dominio tan superior en una competición en la que participan los clubes más grandes y ricos del mundo. Ni siquiera los grandes equipos de los últimos tiempos como el Barcelona de Pep Guardiola o el Manchester United de Alex Ferguson (ambos finalistas repetidos) se acercaron a la clase de superioridad que ha alcanzado el Real Madrid en la Liga de Campeones. E incluso frente a la competencia de equipos respaldados por poderes del estado como Manchester City y Paris Saint-Germain, el rey de Europa de todos los tiempos se niega a ser destronado.

Es por ello que esta final es tan intrigante.

Es un choque entre el dinero antiguo y el glamour del Madrid y el enfoque inteligente de un equipo de Dortmund que ha encontrado una forma alternativa de competir con las superpotencias de Europa.

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No hay mejor ejemplo del contraste entre los rivales que Jude Bellingham, quien cambió el Dortmund por el Madrid el año pasado en un acuerdo valorado en hasta 139 millones de dólares.

Bellingham bien podría ser el ganador del partido, ya que ayudó a que el Madrid ganara el título español en una espectacular temporada de debut.

Sin embargo, en su ausencia, el Dortmund está a punto de sumar su tercera final a su único triunfo en la Liga de Campeones en 1997.

Vender jugadores como Bellingham es parte de la estrategia del club alemán de comprar talentos emergentes y luego sacar provecho.

Un año antes, fue Erling Haaland quien fue vendido al Man City. La lista de estrellas que han pasado por el club incluye a Jadon Sancho, Christian Pulisic, Pierre-Emerick Aubameyang, Ousmane Dembélé y Robert Lewandowski.

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No es que Dortmund represente un cuento de hadas en los términos más estrictos. Forbes lo ubica como el duodécimo equipo de fútbol más valioso del mundo en su lista de ricos más reciente. Pero representa una forma diferente de competir en la cima.

La voluntad del Dortmund de brindar oportunidades a jugadores jóvenes antes de venderlos a clubes más grandes lo ha convertido en una opción atractiva para jugadores como Haaland y Bellingham, quienes eran objetivos del Manchester United antes de elegir desarrollar sus carreras en Alemania.

“Estuve en Dortmund durante tres años y tomé un camino que es un poco desconocido para los jugadores en Inglaterra”, dijo Bellingham. “Pero estoy agradecido por las oportunidades que me han brindado en el fútbol europeo. Quizás no serían tan accesibles en Inglaterra”.