Cadena perpetua para el joven de 22 años que asesinó a puñaladas a su ex en Italia

Filippo Turetta, un joven de 22 años que confesó haber asesinado a su exnovia, Giulia Cecchettin, ha sido condenado a cadena perpetua, la pena más severa en Italia. El juez descartó las agravantes de crueldad y acoso, pero mantuvo el castigo máximo.

La sentencia llega poco más de un año después de que el cuerpo de Cecchettin fuera encontrado en un zanja en noviembre de 2023, con más de 70 heridas de arma blanca y envuelto en bolsas de plástico. Una semana antes de su hallazgo, había desaparecido tras acudir a un centro comercial con Turetta.

La lucha contra la violencia de género

El caso ha conmocionado a Italia y avivado las demandas de medidas más contundentes contra la violencia de género. Gino Cecchettin, padre de Giulia, declaró tras el veredicto: “No estoy ni más aliviado ni más triste que ayer. La sentencia no consuela la pérdida de mi hija. Debemos combatir la violencia de género con prevención, no con castigos”.

Una mujer muestra una foto de Giulia Cecchettin con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en Milán, Italia, el sábado 25 de noviembre
Una mujer muestra una foto de Giulia Cecchettin con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en Milán, Italia, el sábado 25 de noviembre - Luca Bruno/Copyright 2023 The AP. All rights reserved

Tanto Gino como Elena Cecchettin, hermana de la víctima, se han convertido en figuras clave en la lucha por una cultura que valore la vida de las mujeres. En el funeral de Giulia, al que asistieron cerca de 10.000 personas en diciembre del año pasado, su padre instó a los presentes a ser "agentes de cambio" frente a una cultura patriarcal.

El impacto de los feminicidios en Italia

El asesinato de Giulia no es un caso aislado. En los primeros 10 meses de 2024, al menos 96 mujeres han sido asesinadas en Italia, de las cuales 51 murieron a manos de parejas actuales o exparejas, según datos del Ministerio del Interior.

El caso también destapó pruebas escalofriantes, como un vídeo en el que Turetta golpeaba a Cecchettin poco antes de su desaparición. Tras convertirse en el principal sospechoso, fue detenido una semana después en Alemania.

La condena de Turetta representa un hito judicial, pero activistas y familiares de la víctima insisten en que la prevención y la educación son las herramientas esenciales para erradicar este tipo de crímenes. El feminicidio de Giulia Cecchettin se ha convertido en un símbolo de la necesidad de un cambio cultural y legislativo urgente en Italia.