¿Busca una casa? Los sitios de anuncios en línea podrían no contar toda la historia

Tres de cada cuatro compradores de vivienda comienzan su búsqueda por Internet. Pero si esa es la extensión de su búsqueda, pudiera estar perdiéndose un gran número de lugares que se ajustan a sus parámetros.

Hace algunos años, por ejemplo, era muy difícil encontrar anuncios en Highlands Ranch, Colorado, en Internet. Tanto los agentes como los compradores se sentían frustrados cuando las búsquedas solo daban lugar a listados en el cercano Littleton.

La razón: una tecnología que no perdona, dice el agente de Denver Steve Scheer, quien resumió el problema en ActiveRain.com en 2007. Una peculiaridad en el software del servicio de listado múltiple (MLS) local significaba que cuando un agente introducía los datos de un nuevo listado en cualquiera de los códigos postales de Highlands Ranch, el MLS establecía la ciudad como “Littleton” por defecto. Si el agente no era consciente de este detalle y no cambiaba manualmente la ciudad, ese anuncio no aparecía cuando los usuarios buscaban casas en Highlands Ranch.

Por lo tanto, si usted hubiera sido un comprador entonces y estuviera haciendo su propia búsqueda en línea, habría encontrado 218 listados en Highlands Ranch, dijo Scheer. Pero en realidad había 499 casas en venta en ese momento.

“Una gran diferencia”, dijo. (El problema se ha solucionado desde entonces).

Esto no quiere decir que las búsquedas en línea sean inútiles. Ni mucho menos. Muchos compradores encuentran el lugar de sus sueños en uno de los numerosos sitios de agregación del MLS. Pero aunque la tecnología ha mejorado mucho desde el ejemplo anterior, algunos sitios siguen siendo más fáciles de usar que otros.

Aunque todos los agregadores toman su información de la misma fuente —el MLS—, cada uno decide qué datos mostrar y en qué formato. También difieren en lo que llaman “campos de datos”.

En consecuencia, sus “suposiciones pueden estar muy equivocadas”, dice el agente de Virginia David Rathgeber.

“Los sitios de búsqueda son una gran ayuda, pero en comparación con la búsqueda que puede hacer un agente, todos son rudimentarios”, dice Rathgeber. Muchos agentes tienen acceso a datos de ventas que no están a disposición del público y pueden mostrarle viviendas que no aparecen en los sitios web de búsqueda.

Aparte de eso, hay algunas cosas que usted debería saber sobre las búsquedas en Internet. Por ejemplo, si hace clic en una propiedad que le parece interesante, es tan probable que se ponga en contacto con un agente que ha pagado una cuota al portal como con el agente que realmente ha puesto en venta la propiedad.

Ese primer agente, dice Rathgeber, probablemente “no sabe más sobre (el anuncio) que usted”. Por lo tanto, asegúrese de encontrar al agente que realmente ha puesto la vivienda en venta.

Los buscadores de viviendas también deben saber qué campos de datos son fiables. Dado que se puede buscar por prácticamente cualquier criterio, hay que proceder con cautela. No querrá perderse listados prometedores, ni perder el tiempo en casas que no se ajustan a sus necesidades.

Tal y como explica Rathgeber, cuando los agentes introducen anuncios en Bright MLS —un enorme servicio del Atlántico medio que representa a unos 85,000 agentes desde New Jersey hasta Virginia— están obligados a rellenar ciertas partes del formulario, pero otros campos pueden dejarse en blanco. Algunos campos se rellenan automáticamente, otros disponen de “listas de selección” o funciones de “búsqueda” y otros pueden rellenarse manualmente.

Hay cientos de campos y miles de entradas posibles, dice el agente. En consecuencia, “estás a merced de los conocimientos informáticos del agente de ventas”.

Tampoco se puede contar siempre con las fotografías que acompañan a los listados. Algunas están hechas por profesionales, pero otras, normalmente tomadas por el agente del anuncio, suelen ser demasiado oscuras, deslavadas o desenfocadas.

La mayoría de los buscadores advierten que la información de sus listados, independientemente de la fuente, debe verificarse mediante una inspección personal y/o con los profesionales adecuados. El hecho de que los sitios no garanticen ningún dato debe tomarse como una advertencia.

Dentro de su MLS local, Rathgeber considera totalmente fiables ciertos campos de búsqueda. Entre ellos se encuentran el número del MLS, el condado, la ciudad, el código postal, el precio de venta, el año de construcción, el tamaño del terreno y la situación (es decir, si el anuncio está todavía activo, bajo contrato, etc.). Usted también puede contar con que el “tipo de propiedad” sea preciso, ya sea una casa unifamiliar, una casa adosada, un condominio o cualquier otra cosa.

Sin embargo, a partir de ahí conviene ser un poco prudente. El número de habitaciones, baños y chimeneas suele ser fiable, dice, mientras que el estilo del anuncio –colonial, de dos niveles, etc.– pudiera estar más “sujeto a ambigüedad, inexactitud o juicio”.

Su lista de datos susceptibles de error es larga: escuelas locales, número de pisos, barrio, clasificación de las habitaciones, como estudios o solarios, etc. La información sobre los sótanos puede ser engañosa, especialmente cuando se trata de casas adosadas. Los metros cuadrados pueden ser “muy engañosos”; los días en el mercado, “demasiado”. Y las estimaciones de valor, dice, son “totalmente inútiles”.

El consejo de Rathgeber: Busque en estos campos con precaución, si es que lo hace. “Por ejemplo, si busca un condominio con garaje, puede perderte la mitad de las propiedades adecuadas”, dice. “Si busca una escuela concreta, puede ser incluso peor”.

Otros servicios de anuncios pueden funcionar de forma un poco diferente, pero la idea es la misma en todos los casos: Sepa con qué puede contar y con qué no.

Lew Sichelman lleva más de 50 años trabajando en el sector inmobiliario. Es colaborador habitual de numerosas revistas de vivienda y publicaciones del sector inmobiliario y financiero. Los lectores pueden ponerse en contacto con él en lsichelman@aol.com.