La boliviana Adriana Guzmán reivindica poder ser indígena y feminista: "aquí hay una"

Madrid, 4 mar (EFE).- La activista boliviana Adriana Guzmán subraya que el feminismo indígena latinoamericano no es "una nueva ola" del europeo y ante los que niegan que una mujer indígena pueda ser feminista, se pone de ejemplo a sí misma: "aquí hay una".

En una entrevista con EFE en Madrid, donde participó en eventos junto a otros activistas, esta boliviana aymara analiza el estado actual del feminismo en América Latina, en su país y también en Europa, así como la relación entre ellos y lamenta que muchos movimientos se hayan distanciado en los últimos años.

Guzmán, que ha participado en el diseño de varias leyes bolivianas sobre el acoso y la violencia contra las mujeres, recuerda las resistencias que las feministas bolivianas han sufrido por parte de colectivos cercanos, como compañeros de partidos o incluso familiares, como su madre, que llegó a preguntarle "¿por qué" se le "ocurría ser feminista" y que dónde había visto "a una mujer aymara feminista".

"Yo soy una de ellas", cuenta Guzmán entre risas pero con decisión mientras echa la vista atrás para repasar las muchas veces que le han cuestionado por ser feminista.

La boliviana, que se define como "feminista comunitaria", reconoce que dichos obstáculos también los ha vivido "en las propias comunidades" indígenas y en "organizaciones sociales", donde llegaron a decirles que el feminismo no era bueno porque era "colonial" o "europeo".

"Ellos pueden ser marxistas o comunistas y no son coloniales", ironiza.

Un feminismo "comunitario" para "acabar con el patriarcado"

Guzmán explica el movimiento de "feminismo comunitario" planteado por el 'Abya Yala' (el nombre que algunos movimientos sociales e indígenas usan para referirse a América) pretende "discutir" y "acabar con el patriarcado", pero también ir más allá.

En 2003, tras el conflicto social conocido como 'Guerra del gas' en Bolivia, "empezaron" a denominarse feministas, pero vieron que era "insuficiente" y "había que plantear también una propuesta de mundo, de organización": "por eso somos feministas comunitarias, el feminismo es la lucha contra el patriarcado para hacer la comunidad, porque creemos que la comunidad es un proyecto político, una forma de organización".

En ese sentido, señala que "bien hoy el mundo podría estar organizado en comunidades basados en la autonomía, la autoorganización, en vez de basarse en grandes gobiernos y partidos políticos y toda esta cosa que se hace más burocrática, difícil y que le sirve a las relaciones de poder".

Incluir a todas las que "estén contra el sistema patriarcal"

Guzmán insiste en que el feminismo que puedan practicar las comunidades indígenas es diferente a otros y matiza que este no es "la cuarta ola" ni una "continuidad del feminismo en Europa".

"Nosotras no venimos de la misma historia, de la misma memoria, de la misma epistemología, no entendemos al patriarcado de la misma forma", aclara, aunque añade que las críticas no pretenden "culpabilizar" y provocar una "fragmentación" que no es "responsabilidad del movimiento" sino "de una estructura" que es la que quieren "cambiar".

Por ello invita a luchar a todas las personas "que estén en contra del sistema patriarcal", también "a las mujeres trans que no son machistas ni racistas sino que se posicionan políticamente".

"La lucha es con los cuerpos plurales, para nosotras es insuficiente hablar solamente de lo trans, porque también están las lesbianas, las no binaries y esa cantidad de identidades y expresiones que hay, nosotras hablamos de cuerpos plurales, todos los que se enfrentan al sistema creo que podemos organizarlos; también los cuerpos blancos que renuncian a sus privilegios y quieren transformar el sistema", remacha. EFE

Por Macarena Soto

(c) Agencia EFE