Los bloqueadores solares previenen el cáncer pero hay algunos que debes evitar: atención a estos componentes

Los bloqueadores solares pueden tener ingredientes que producen el envenenamiento de los corales (Foto:Getty)
Los bloqueadores solares pueden tener ingredientes que producen el envenenamiento de los corales (Foto:Getty)

El bloqueador solar es una de las primeras cosas que se meten en el bolso cuando se planifica un viaje a la playa, porque en la búsqueda de la relajación que produce el ritmo de las olas del mar, la arena y el sol, también se procura evitar la angustia de un posible daño causado por los rayos solares sobre la piel.

El problema es que en esos cálculos para lograr el mejor descanso, los humanos terminan estresando, nada más y nada menos, que al mismísimo mar, pues desde hace algunos años los científicos han observado que los corales y otros seres marinos, se enferman gravemente con algunos componentes de los bloqueadores solares.

Se estima que anualmente unas 14.000 toneladas de protectores solares terminan en los mares y océanos.

La solución no es dejar de cuidar la piel, y mucho menos seguir dañando a los vulnerables arrecifes, pues es posible encontrar bloqueadores solares que no envenenan a los corales.

En la actualidad, científicos, ambientalistas y amantes de la vida marina en general, están intentando llevar información a la mayor cantidad de turistas para que eviten usar protectores solares con componentes que asfixian a los corales como el octinoxate, la oxibenzona o BP-3 o benzofenona-3 que son ingredientes de unas 3.500 marcas de bloqueadores en todo el mundo.

Algunos bloqueadores solares no se pueden usar en Hawaii (Foto:Getty)
Algunos bloqueadores solares no se pueden usar en Hawaii (Foto:Getty)

Hace exactamente un siglo, la diseñadora Coco Chanel puso de moda el bronceado. Ella era una verdadera influencer de su época y todo lo que hacía era símbolo de estatus, así que durante un viaje en yate por el Mediterráneo en 1923, se dejó dorar por los rayos del sol y cuando regresó a París, todos querían lucir pieles morenas.

Pero en la búsqueda del bronceado perfecto se empezó a ver un lado más oscuro del deseado pues los médicos empezaron a ver verdaderas quemaduras en la piel, envejecimiento prematuro y cáncer, lo que llevó a los científicos a buscar soluciones para proteger la dermis.

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Al principio, esas soluciones fueron muy rústicas, pero después terminaron siendo fórmulas químicas muy especializadas.

Hoy en día se sabe que la clave de un buen bloqueador solar es disponer de los componentes moleculares que absorban o repelen los rayos ultravioletas de tipo UVA, que penetran menos en la piel, y los UVB que son los que logran producir más daños internos en la dermis.

En cualquier caso, tanto los rayos UVA como los UVB causan efectos negativos que pueden degenerar en enfermedades graves como el cáncer de piel y es por ello que los científicos se concentraron en encontrar las moléculas adecuadas para bloquear los daños de estas radiaciones.

En la década de los 50 se lanzaron los primeros bloqueadores con escudos específicos: el dióxido de titanio, un bloqueador UVB, y el óxido de zinc, un bloqueador UVA, que son minerales naturales que tienen capacidades para resistir la entrada de los rayos en la piel.

Sin embargo, los usuarios de estos bloqueadores quedaron muy descontentos con el color blanquecino que les dejaban estos productos en la piel y entonces los fabricantes de protectores reiniciaron la búsqueda de las moléculas que dejaran a todos contentos, aunque no tomaron en cuenta a los habitantes del mar.

Fue así como en la década de los 80 aparecieron nuevas moléculas bloqueadoras como la avobenzona, que absorbe los rayos UVA, y sus parientes oxibenzona y octinoxate, que protegen contra los UVB.

En años recientes, los científicos empezaron a notar niveles elevados de moléculas de protectores solares en populares zonas de bañistas y áreas de buceo que usualmente están cerca de los arrecifes de corales y también empezaron a analizar los malos efectos que estos componentes tienen en este ambiente marino.

En 2008 se publicó un primer estudio en el que se demostró que los bloqueadores solares que usan los bañistas estaban blanqueando los corales, y esto significa que están causando la muerte de estas maravillosas estructuras animales.

Los estudios que se han seguido desarrollando siguen mostrando que las moléculas de oxibenzona afectan la salud de los corales y de otras especies marinas, y han llevado a que en lugares como Hawaii y Tailandia estén prohibidos los bloqueadores solares que tienen a este químico entre sus ingredientes.

Una investigación de 2016 encontró que la oxibenzona puede causar deformidades en los corales bebés, daña el ADN del coral y produce un crecimiento esquelético anormal en estos animales.

Pero no fue sino en 2022, hace apenas un año, que un equipo de la Universidad de Stanford, publicó otro revelador estudio que encontró la razón por la que la molécula de oxibenzona daña los corales.

Resulta que, de acuerdo con esta investigación, las anémonas de mar, que están estrechamente relacionadas con los corales, intentan desprenderse de la oxibenzona cuando la perciben en presencia de la luz solar y, en este proceso, liberan azúcares que alteran la composición química de la molécula y terminan creando una toxina letal.

Esta molécula modificada y venenosa se acumula en el tejido de la anémona y en sus algas simbióticas y termina “blanqueándola” o despojándola de vida y lo mismo sucede con los corales.

Los científicos han señalado que las algas que están cerca de las anémonas pueden absorber la toxina y mitigar el daño, aunque esto no siempre ocurre pues algunos arrecifes no tienen a las algas como vecinas.

Los arrecifes de corales son espacios vivos, mágicos y proveedores de alimentos y medicinas (Foto:Getty)
Los arrecifes de corales son espacios vivos, mágicos y proveedores de alimentos y medicinas (Foto:Getty)

Los arrecifes de coral constituyen el paisaje más hermoso que puede ver un buzo o submarinista pues esos espacios son los hogares de una cuarta parte de todas las especies marinas.

¿Y qué significa esto? que si se pierden los arrecifes de coral se abren las puertas para que se inicien eventos catastróficos y esto se debe a que buena parte de la vida marina desaparece y con ella se desvanece un importante surtidor de proteínas y materia prima de fármacos indispensables.

Los corales, además, son el origen del sustento de cientos de millones de personas en todo el mundo, no solo por proveer alimentos sino también fuentes de empleo y protección a comunidades costeras al servir de barreras contra las tormentas y la erosión.

A fines del 2021 se publicó el informe “Estado de los arrecifes de coral del mundo 2020” que reporta la pérdida del 14 % del coral del mundo desde 2009 y recoge los datos de últimos 40 años tomados en 12.000 lugares de 73 países.

El informe subraya que los arrecifes de coral están sometidos a un fuerte y constante estrés que es causado por una variedad de enemigos, y prácticamente todos tienen origen humano.

El problema es que la mayoría de los arrecifes de coral están ubicados en aguas superficiales y cerca de las costas lo que los hace más vulnerables a las actividades humanas como las construcciones y el turismo masivo.

Como es obvio suponer, los bloqueadores solares no son los únicos villanos en esta historia pues el cambio climático, la sobrepesca y los desarrollos costeros indiscriminados son responsables de buena parte de este estrés de los corales que les puede causar la muerte.

Se deben verificar los ingredientes de los bloqueadores solares antes de comprarlos y confirmar que no contienen las moléculas que envenenan los corales (Foto:Getty)
Se deben verificar los ingredientes de los bloqueadores solares antes de comprarlos y confirmar que no contienen las moléculas que envenenan los corales (Foto:Getty)

No hace falta cancelar las vacaciones playeras por miedo a estresar los corales o simplemente porque sus protectores solares no están permitidos en algunas playas.

La industria cosmética ya ha tomado nota de los nuevos requerimientos exigidos a los bloqueadores y muchas marcas han empezado a capitalizar el estrés de los corales creando protectores con ingredientes que no hacen sufrir a los habitantes del mar.

Lo mejor es no dejarse guiar simplemente por las palabras “ecológicos”, “bio”, “orgánicos” o “veganos” que se pueden leer en muchos de los empaques de los productos cosméticos y que realmente no cumplen con estas promesas.

En primer lugar, hay que mirar las etiquetas de los bloqueadores y confirmar que entre los ingredientes no se encuentren, sobre todo, los nombres oxibenzona y el octinoxate.

Otros componentes que también se encuentran en la lista roja de los que dañan a la fauna marina son: octocrylene, enzacamene, octisalate, homosalate, avobenzone y PABA (Ácido aminobenzoico), así como conservantes y aditivos como parabenos, ftalatos o triclosan.

Los científicos que han analizado el daño que causan moléculas orgánicas como la oxibenzona a los arrecifes, también han observado que al parecer los protectores solares que no estresan a los corales tienen ingredientes metálicos como el zinc y el titanio, es decir, se están rescatando los componentes que se usaban en los años 50 y que producían un indeseable efecto blanquecino en la piel.

Se recomienda además que estos componentes no estén nano particulados, es decir, que las partículas de dióxido de titanio, por ejemplo, no sean tan pequeñas como para ser fácilmente absorbidas por los habitantes del mar.

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