Con la música a cuestas


Tarde o temprano, se dirá adiós a los grandes volúmenes en la casa destinados a almacenar música. Ni discos de vinilo, casetes o discos compactos. Aunque nos pese a algunos y pensemos que los formatos previos eran mejores para mantener una fidelidad acústica, a partir de ahora todo será digital.

Hoy nuestros temas se compran por Internet y se guardan en una memoria, un disco rígido o en el ciberespacio. O lisa y llanamente en una tarjeta de varios gigabytes. Lo que antes implicaba toda una pared, ahora entra en un objeto diminuto.

[Galería: Música sin esfuerzo]

¿Cuánto ocupa una pieza musical? En función de la calidad en que hemos digitalizado esa canción de unos tres a cinco minutos, puede alcanzar una docena de MB, si lo digitalizamos a 320 kbps (kilobits per second), en un formato MP3, el más usual. No conviene a menor cantidad de kbps, ya que la calidad se resiente en forma considerable. Entonces, con un cálculo aproximado, caemos en la cuenta de que un CD, que significa 74 minutos o 650 MB, pasará a ocupar cuando lo llevamos a un pendrive unos 185 MB. En 1 GB de un USB o una tarjeta podrán entrar entre 5 y 6 CD, de excelente calidad.  Si disminuyéramos la calidad del ripeo a 128 kbps, esta cantidad de discos se eleva a casi 14. Hoy, como mínimo, tenemos 8 GB de memoria en celulares y reproductores, por lo que entrarían en estos más de 100 CD de audio, como mínimo. Impresionante.

[Relacionado: Cómo compartir música en forma segura]

Quiere decir que en la tarjeta de memoria de más capacidad que ponemos en el celular, tableta electrónica y en el phablet (celular más tableta) podemos llevar por todos lados nuestra música que habíamos guardado en centenares de CD. Por supuesto, aquí tendríamos que agregar los temas que habíamos comprado en tiendas digitales, como iTunes o Amazon.

Reproduce potentemente tu música


Sin embargo, todos los dispositivos citados en el párrafo anterior carecen de potencia de salida de sus parlantes incorporados. Hay que pensar en conectarlos de alguna manera a cajas acústicas exteriores. Tradicionalmente era por medio de un cable, pero eso limitaba el movimiento interno. No era práctico. Si queríamos atender un llamado, teníamos que ir hasta donde estaba el celular. Pero desde hace varios años, con la tecnología Bluetooth y Wi-Fi, de conectividad inalámbrica, podemos colocar el móvil en cualquier lugar en relación con los parlantes, a una distancia prudencial, y sonará siempre nuestra música.
Por supuesto, la recepción máxima estará en función de la distancia y, además, si hay paredes que separen al equipo portátil de los parlantes inalámbricos. Cuanto más paredes, menor será la distancia de separación máxima.

[Galería: La música como copiloto]

Paulatinamente está llegando la nueva tecnología NFC, o Near Field Communication, que simplifica la operación de conectar el móvil con los parlantes. Con solo un toque entre dos equipos, se establece el enlace.

Hoy se están popularizando los parlantes Bluetooth portátiles. En un objeto del tamaño de un puño, con diseño atractivo, tenemos la salida de la música que guardamos en nuestro celular. Por supuesto, no pretendan gran potencia ni bajos profundos. La tecnología todavía no permite milagros.

_

Manuel H. Castrillón es periodista especializado en tecnología, residente en la ciudad de Buenos Aires. @castri2010