Como compartir música en forma segura

Es suficiente con que uno piense en bajar o compartir música online para que aparezca el temor a que el equipo se infecte con virus informáticos. Aquí no estamos hablando de los aspectos legales de las violaciones a los derechos de autor de música comercial, ya que el peligro puede ocurrir también cuando nosotros creamos una canción, la interpretamos y se la queremos regalar a un amigo. Ese amigo puede convertirse en una víctima.

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Para compartir archivos, que pueden ser de audio, video o cualquier documento, necesitaremos un programa o método que lo permita. Además, un tipo de red especial. La más usada, la Peer-to-Peer, o P2P, traducida al español como red de pares o red entre pares, es una distribución que está descentralizada, por la que cada una de nuestras computadoras se comunica con otra, sin pasar por un servidor.

Cada PC se conecta a otra como la nuestra y recibe y envía información simultáneamente. ¿Por qué se usa en general este tipo de redes? Por la velocidad de descarga, básicamente. Bajar un tema o una película nos llevará mucho menos tiempo que si lo hacemos por otros sitios con una arquitectura tradicional. Quiere decir que se forma un entramado de computadoras, o una comunidad de PC, unidas unas con otras, en las que se baja y sube información digital.

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Recordemos algunas aplicaciones P2P muy conocidas: Ares Galaxy, eMule, BitTorrent, o como lo fue el recordado Kazaa, entre otros.

Pero ¿cuál es el peligro en el uso de esta clase de herramientas? Haciendo una analogía, es como si estuviéramos abriendo, sin ningún tipo de cuidado, la puerta de nuestra casa y permitimos el ingreso de cualquiera. Y entre los que pueden llegar a entrar sin nuestra invitación y además implicar peligro, están los virus y otros malwares.

Según se puede leer en un trabajo de la compañía de antivirus ESET, “uno de los principales problemas de la relación redes P2P/malware radica en la sencilla capacidad de engaño que se obtiene, ya que no solo es posible simular que un archivo es benigno, sino que también es posible esconder, en un programa legítimo, algún código malicioso y luego diseminarlo a través de este tipo de redes.

Explican que con solo realizar una búsqueda, el usuario puede ser víctima del malware que, mediante técnicas de Ingeniería Social, intentará pasar inadvertido frente a los ojos de aquel.

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Agregan que “más allá de la disyuntiva que existe en torno a este tipo de programas, cabe aclarar que no se pone en tela de juicio este mecanismo como vía para el intercambio de archivos, sino la manera abusiva en que es aprovechado por creadores y diseminadores de malware para propagar archivos maliciosos”.

¿Se pueden evitar o minimizar los peligros? Sí, veamos algunos consejos brindados por los especialistas de esta compañía.

• Contar con un antivirus legal y, por ende, actualizado permanentemente.

• Controlar que el programa que utilizamos no instale otras cosas sin nuestro permiso.

• Comprobar que los archivos no tengan una doble extensión. Con este simple engaño un MP3 o un MP4 puede ocultar en realidad un programa.

• Una vez bajado el archivo, verificar que en la carpeta de descarga no se encuentren otros documentos imprevistos.

• Por último, una recomendación. ¿Usted está seguro de que lo que está haciendo es legal?

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Manuel H. Castrillón es periodista especializado en tecnología, residente en la ciudad de Buenos Aires. @castri2010