¿Cómo ayudo a mi intestino a recuperarse tras tomar antibióticos?
P: Hace poco me recetaron antibióticos y me preocupa que puedan matar las bacterias “buenas” de mi intestino. ¿Qué puedo hacer para minimizar el daño?
Desde que se descubrió la penicilina en 1928, los antibióticos han transformado infecciones que antes eran mortales en afecciones tratables. Pero en el proceso de acabar con las bacterias “malas”, también pueden diezmar las “buenas”.
Afortunadamente, para la mayoría de las personas, estos efectos sobre el microbioma intestinal son temporales, dijo Tien Dong, gastroenterólogo de UCLA Health. Si en general gozas de buena salud, “es probable que te recuperes por ti mismo”, dijo Dong.
Aun así, puedes tomar medidas para fomentar esa recuperación. Y aunque muchas de estas investigaciones son limitadas y están en fases iniciales, sugieren la que quizá sea la acción más importante: prestar atención a tu dieta.
¿Qué hacen los antibióticos a tu intestino?
Los antibióticos afectan a los microbios de tu intestino de forma similar a como los incendios forestales afectan a las plantas y animales de un bosque, dijo Dong. El paisaje vuelve a crecer, pero con menos diversidad que antes. Las primeras plantas en repoblarse tras un incendio son hierbas malas y oportunistas y crecen por todas partes. Lo mismo ocurre en el intestino después de los antibióticos, dijo Dong. Las primeras bacterias que regresan son generalistas de crecimiento rápido que se apoderan rápidamente del intestino. Esto forma un microbioma menos diverso y, por tanto, menos sano, dijo Dong.
Afortunadamente, los antibióticos orales de amplio espectro no matan toda la flora autóctona, dijo Amy Langdon, investigadora en genómica microbiana que recientemente dejó un puesto de posdoctorado en la Universidad Simon Fraser de Canadá. De forma similar a como podrían sobrevivir manchas aleatorias de vegetación en un paisaje quemado, las pequeñas comunidades de bacterias buenas pueden esconderse en partes del tubo digestivo a las que los antibióticos no pueden llegar. “Contamos con ellas para que vuelvan a sembrar el intestino”, dijo Langdon.
Con el tiempo, esas supervivientes —junto con las nuevas bacterias que adquieres de los alimentos, de otras personas o de tus mascotas, por ejemplo— pueden superar a la competencia y reconstruir un microbioma sano.
Este proceso puede llevar más tiempo en algunas personas, como los niños pequeños, los adultos mayores o quienes toman antibióticos con frecuencia. Pero la mayoría de los adultos pueden esperar que su intestino vuelva a la normalidad en un par de meses, dijo Dong.
¿Qué debo comer después de los antibióticos?
Tu dieta puede ser el elemento más importante de la recuperación tras los antibióticos, dijo Pawel Kiela, inmunobiólogo del Centro Oncológico de la Universidad de Arizona, quien investiga el microbioma intestinal. Algunos tipos de alimentos son mejores para fomentar el crecimiento de los microbios “buenos” y desalentar a los “malos”.
Las bacterias intestinales sanas tienden a preferir la fibra, por ejemplo, dijo Kiela.
En un estudio de 2021, unos científicos trasplantaron bacterias fecales humanas a dos grupos de ratones: uno con una dieta baja en fibra y otro con una dieta estándar de comida para ratones, que suele contener una mezcla de cereales ricos en fibra. Después de administrar antibióticos a ambos grupos, la diversidad intestinal de los ratones sometidos a la dieta baja en fibra se recuperó más lentamente que la de los sometidos a la dieta estándar, y algunas de sus bacterias “buenas” nunca volvieron a crecer. Sus dietas pobres en fibra también les proporcionaron una menor diversidad microbiana inicial.
En Estados Unidos, las autoridades sanitarias federales recomiendan consumir al menos entre 21 y 38 gramos de fibra al día, según la edad y el sexo. Es una buena cantidad, dijo Kiela, y añadió que las cebollas, el ajo, los puerros, los plátanos, los espárragos, las alcachofas, la avena y las leguminosas son fuentes excelentes.
Para algunas personas, los antibióticos pueden provocar diarrea, hinchazón y calambres, y los alimentos ricos en fibra pueden empeorar síntomas como la hinchazón y los gases, dijo Dong. Si no te apetece comer una gran ensalada o un plato de verduras mientras tomas los fármacos, está bien esperar a que se calmen los síntomas, dijo.
También hay evidencia limitada de que los alimentos o bebidas fermentados, como el kimchi o el kéfir, que contienen diversas comunidades de bacterias, pueden ayudar a reponer las bacterias buenas que hayas perdido por completo, dijo Kiela.
Langdon también sugirió incorporar el jengibre a tu dieta. Existen pruebas de que puede reducir algunos de los síntomas asociados a la toma de antibióticos, como las náuseas, la hinchazón y los gases. Prueba a remojar jengibre fresco en agua para preparar un té o mezcla una cucharada de jengibre rallado en un batido, sugirió Langdon.
¿Deberías tomar probióticos?
Hace más de una década, algunas investigaciones preliminares sugerían que los suplementos probióticos podían ayudar con algunos de los efectos secundarios más repentinos de la exposición a los antibióticos, como la diarrea y los calambres. Eso hizo que los médicos empezaran a recomendar suplementos probióticos junto con los antibióticos, dijo Kiela.
Sin embargo, investigaciones más recientes y sólidas sugieren que los suplementos probióticos no tienen ningún beneficio significativo para el microbioma intestinal tras el uso de antibióticos. Y algunas investigaciones sugieren que incluso pueden ralentizar la recuperación intestinal. Kiela dijo que, cuando se introduce en el intestino una gama limitada de especies microbianas mediante suplementos, éstas compiten por el espacio y los nutrientes, e incluso pueden producir sustancias químicas que impidan que vuelvan a crecer tus propias bacterias intestinales beneficiosas.
La conclusión, dijo, es que tomar probióticos probablemente “no hará daño”. Pero, ¿ayudarán a que tu microbioma vuelva a ser exactamente como era antes? “La respuesta es no”, dijo.
c. 2024 The New York Times Company