La ayuda está "completamente paralizada" en Gaza, advierte la ONU

La evolución del número de camiones de ayuda humanitaria que entraron diariamente en la Franja de Gaza desde el 21 de octubre de 2023, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en los Territorios Palestinos (Gal Roma, Omar Kamal)
La evolución del número de camiones de ayuda humanitaria que entraron diariamente en la Franja de Gaza desde el 21 de octubre de 2023, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en los Territorios Palestinos (Gal Roma, Omar Kamal)

El cierre de Israel de pasos fronterizos cruciales en la Franja de Gaza ha cortado las principales puertas de acceso de ayuda y hace casi imposibles las operaciones humanitarias, alerta un alto funcionario de la ONU.

"Hemos perdido el principal punto de entrada de la ayuda humanitaria", afirma Andrea de Domenico, que dirige la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en los Territorios Palestinos, en una entrevista a la AFP realizada el jueves.

Israel cerró el domingo el paso fronterizo de Kerem Shalom entre su territorio y el sur de Gaza, a través del que pasaba gran parte de ayuda al enclave palestino, después de disparos de cohetes de Hamás que mataron a cuatro soldados en la zona.

El ejército israelí ordenó posteriormente la evacuación de los barrios del este de Rafah y tomó el control del paso fronterizo entre esa ciudad del sur de Gaza y Egipto, que también quedó cerrado.

Aunque Israel indicó haber reabierto el paso de Kerem Shalom el miércoles, De Domenico asegura que el envío de ayuda sigue siendo "extremadamente difícil".

Y el punto de control de Rafah, por donde entra todo el combustible usado en Gaza, continúa cerrado.

"En Gaza no hay reservas de carburante", lo que significa que "no hay movimiento" y "esto paraliza completamente las operaciones humanitarias", afirma.

La guerra en Gaza comenzó el 7 de octubre con el ataque sin precedentes de Hamás contra el sur de Israel, que resultó en más de 1.170 muertos, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP en base a datos oficiales.

La ofensiva de represalia de Israel contra Gaza ha dejado más de 34.900 muertos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de este territorio gobernado por Hamás.

La comunidad internacional lleva meses reclamando la entrada de más ayuda a este territorio, cuya parte norte ya se encuentra oficialmente en hambruna, según la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, Cindy McCain.

- "Un desastre" -

Antes del cierre de Rafah y ante la amenaza de una ofensiva israelí contra esta ciudad, la ONU llevaba semanas reclamando vías alternativas para suministrar combustible al territorio.

Israel aseguró a la ONU que intentaba buscar una solución, pero advirtió que probablemente no se podrían llevar los 200.000 litros diarios que las organizaciones humanitarias consideran necesarios.

El jefe de la Organización Mundial de la Salud advirtió el miércoles que en los hospitales del sur de Gaza solo queda para "tres días de combustible".

Y la directora de Unicef, Catherine Russell, señaló que si no se permite la entrada de carburante, "las consecuencias se notarán casi inmediatamente".

"Los servicios de apoyo vital para bebés prematuros se quedarán sin energía, niños y familias se deshidratarán o consumirán agua nociva", dijo.

Además de la falta de combustible, los convoyes humanitarios se enfrentan al problema de la seguridad.

"Es de locos. Hay tanques en todas partes, tienen tropas en el terreno, están bombardeando la zona este de Rafah y quieren que salgamos a recoger combustible o bienes básicos?", dice De Domenico.

"Saben que simplemente no podemos ir", insiste.

Las reservas de comida se están agotando y los tratamientos médicos para niños malnutridos pueden quedar suspendidos por falta de suministros, alerta.

La situación puede empeorar por la evacuación de unos 80.000 habitantes del este de Rafah. "Esto significa que tienes 80.000 personas que, la mayoría, necesitan mucho apoyo".

Las operaciones israelíes en esta ciudad amenazan también a los pocos hospitales en funcionamiento en el sur de Gaza, advierte De Domenico.

"Para mí es inimaginable que forcemos a seres humanos a una experiencia tan aterradora e inhumana", afirma. "Es un desastre".

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