Ataques, risas y sudor: los videos de cinco momentos inolvidables en la historia de los debates presidenciales en EE.UU.
WASHINGTON.- Rara vez un candidato en un debate presidencial ha tenido tanto material para usar contra el otro. Este jueves Joe Biden y Donald Trump se enfrentarán cara a cara en un encuentro transmitido por CNN, que será sintonizado por una enorme audiencia nacional de votantes que esperan su revancha de 2020 y que no verán otro cruce hasta septiembre, por lo que cada éxito o error de los candidatos quedará fijado en su memoria.
Se trata de un momento clave en la carrera para llegar a la Casa Blanca. Las encuestas de opinión de esta semana hablan de un empate técnico entre los dos aspirantes, que estarían igualados en un 46% de intención de voto, según The New York Times. El republicano Trump ha sido declarado culpable de 34 delitos graves y aún quedan pendientes otros tres casos judiciales, un argumento que Biden de seguro utilice para dejarlo mal parado. Sin embargo, la gran pregunta para el presidente demócrata es si esto bastará para arruinar la imagen de su rival, mientras que los niveles de energía y fuerza que proyecta sobre los escenarios son una carta muy utilizada por los republicanos a su favor.
Ambos hombres tienen defectos evidentes que presentan a su oponente tremendas oportunidades y riesgos. Momentos notables de debates presidenciales pasados demuestran cómo las palabras y el lenguaje corporal de los candidatos pueden hacer que parezcan irremediablemente desconectados, en la cima del juego político o sugerir que están completamente fuera de eje.
Y aunque los hábitos en el consumo de los medios y la tecnología hayan cambiado a las audiencias, en especial por el peso que tienen hoy las redes sociales, los debates televisivos siguen teniendo peso en Estados Unidos. “Como hemos visto en nuestra política estos días, modificar un poco los márgenes influye en las elecciones. Y eso lo hemos visto en muchas de las elecciones” anteriores, indicó a Time Patrick Stewart, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Arkansas.
¿Será el pasado un prólogo del enfrentamiento entre el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump en Atlanta el jueves?
“Los debates, al ser eventos televisivos en vivo, sin guion, sin ninguna forma de saber cómo van a evolucionar, cualquier cosa puede suceder”, dijo Alan Schroeder, autor de ´Debates presidenciales: 50 años de televisión de alto riesgo´.
A continuación, un vistazo a algunos momentos destacados y golpes bajo de debates presidenciales pasados que marcaron la opinión de los estadounidenses.
Kennedy vs. Nixon (1960)
Las elecciones presidenciales de 1960 ofrecieron el primer debate televisado en la historia del país, un cara a cara entre el demócrata John F. Kennedy y el republicano Richard Nixon que es recordado hasta el día de hoy más por lo que vieron los espectadores y que por lo que dijeron los aspirantes a la Casa Blanca.
La imagen quedó grabada en la memoria de los 70 millones de televidentes, a tal punto que es recordado como el debate que evidenció que las apariencias juegan un rol principal en las campañas presidenciales.
A la izquierda de la pantalla, un joven y visiblemente relajado Kennedy, entonces senador de Massachusetts, vestía un traje azul que resaltaba con su bronceado al tiempo que contrastaba con los televisores en blanco y negro de la audiencia. A la derecha, el entonces vicepresidente Nixon, que había estado enfermo y se recuperaba de una internación, se camuflaba con la pared a su espalda por llevar puesto un traje gris del mismo tono. Gracias a su barba crecida y su negativa a usar maquillaje, lucía avejentado, y el sudor que le provocó el calor de las luces del estudio lo hizo parecer nervioso, empeorando su imagen.
Entonces no existían estudios de opinión tan precisos e inmediatos como para determinar quién resultó vencedor en ese debate. Quienes miraron la televisión coincidieron en que fue Kennedy, pero aquellos que lo siguieron por la radio destacaron la argumentación del experimentado Nixon. Finalmente, Kennedy se convirtió en el 35° presidente de Estados Unidos.
Carter vs. Reagan (1980)
El debate entre el presidente demócrata Jimmy Carter y el candidato republicano Ronald Reagan tuvo lugar apenas una semana antes de las elecciones presidenciales, después de que Carter, rezagado en las encuestas, se negara a participar del primero por incluir al aspirante de un tercer partido. Más 80 millones de televidentes sintonizaron el cara a cara, convirtiéndolo en el debate estadounidense más visto en la historia del país después del de 2016.
Carter, muy golpeado por la crisis de rehenes en Irán, parecía afectado por la capacidad de Reagan para neutralizar sus críticas con frases simples de una sola oración. En un momento en el que el presidente lo acusó de querer recortar el programa de cobertura social Medicare, el republicano respondió: “Ahí va otra vez” (´There you go again´). La frase despertó una carcajada entre el publico presente y funcionó tan bien que se convirtió en una réplica muy utilizada en los debates futuros. Además, a cada argumento de Carter, Reagan, confiado y tajante, respondía con una pregunta clave para los estadounidenses, también común hoy en día: “¿Estás mejor que hace cuatro años?”. El republicano resultó ganador una semana después con el 50,7% de los votos frente al 41% de Carter y el 6,6% de John Anderson.
Obama vs. Mitt Romney (2012)
El presidente Barack Obama alarmó a sus simpatizantes y al partido Demócrata después de un pésimo desempeño en el primer debate frente al ex gobernador de Massachusetts, el republicano y actual senador Mitt Romney. El demócrata odiaba los debates, según su círculo cercano, y no se había preparado para enfrentar al conservador Romney en lo que muchos consideraron un acto de arrogancia. Durante el debate, el republicano adoptó un sorpresivo discurso centrista para atrapar a los votantes indecisos y se mostró tan firme que los medios estadounidenses quedaron atónitos con “la paliza” que le dio al presidente, como titulaban entonces.
Es por eso que Obama se dispuso a ir mejor preparado para el segundo debate, aunque no fue necesario, porque Romney cavó su propia tumba con una sola frase. Al responder una pregunta sobre la igualdad salarial entre hombres y mujeres, el republicano dijo que tenía una “carpeta llena de mujeres” candidatas para integrar su gabinete. La frase se volvió viral en todas las redes sociales, con memes en Twitter y grupos de Facebook que parodiaban al candidato y evidenciaban su falta de conocimiento de las cuestiones de género. Más de una década después sigue siendo utilizada entre los internautas estadounidenses de forma sarcástica para cuestionar las políticas de género de los funcionarios.
Hillary Clinton vs. Donald Trump (2016)
El segundo debate presidencial de 2016 atrajo a 84 millones de espectadores en Estados Unidos, un récord inesperado en la historia de los debates en una época de streaming y redes sociales. Tuvo lugar dos días después de que el sitio Access Hollywood publicara un audio de 2005 en el que el empresario Donald Trump se jactaba de agarrar a las mujeres por los genitales (”Grab them by the pussy”) sin su consentimiento, en una forma de evidenciar tres denuncias de agresión sexual contra el republicano. Es por eso que Trump estaba decidido a cambiar la narrativa durante el debate.
Convocó a una conferencia de prensa sorpresa horas antes del debate contra la demócrata Hillary Clinton. Los periodistas se encontraron a Trump sentado en una mesa junto a tres mujeres que habían acusado al marido de Clinton, el ex presidente Bill Clinton, de insinuaciones sexuales no deseadas décadas antes. Luego, esas mismas mujeres se presentaron al debate como invitadas suyas.
El debate estuvo plagado de agresiones y temas polémicos que involucraban a ambos aspirantes. Trump se refirió a Clinton como “el diablo” y la llamó “una mujer horrible”, mientras aseguró que su administración designaría a un fiscal especial para investigarla. “Es tremendamente bueno que alguien con el temperamento de Donald Trump no esté a cargo de la ley en nuestro país”, respondió Clinton. Trump replicó: “Porque estarías en la cárcel”.
Se convirtió en un meme en las redes sociales el hecho de que Trump apareciera detrás de Clinton cada vez que ella se acercaba a hablar a los votantes indecisos del público. A pesar de que parecía una situación incómoda, la candidata no reaccionó en ese momento, pero en 2017 escribió en sus memorias que desearía haber dicho: “Retrocede, asqueroso, aléjate de mí”.
Trump “interrumpe e intimida, incluso me acechó por el escenario en un momento dado, porque quiere parecer dominante y desequilibrar a su oponente”, aseguró Clinton esta semana hablando sobre el debate del jueves.
En el tercer debate, Trump se adentró en territorio inexplorado para la democracia estadounidense al negarse a decir si aceptaría los resultados de las elecciones en caso de que ganara Clinton. “Te lo diré en su momento”, dijo. “Te mantendré en suspenso”. Trump finalmente resultó presidente.
Trump vs. Biden (2020)
Si las habilidades de debate de Biden pueden parecer oxidadas esta vez, las de su oponente también podrían estarlo. Trump se salteó todos los debates primarios del Partido Republicano este año, lo que significa que no ha participado en ninguno desde que se enfrentó dos veces a Biden en 2020.
Sin dudas, esos dos enfrentamientos sentaron un precedente para los próximos debates, incluido el de este jueves. Para evitar el caos del duelo de 2020 entre los dos candidatos, los micrófonos permanecerán silenciados fuera del turno de palabra y no habrá público en la sala.
Invectivas, burlas y un presidente en funciones, Donald Trump, interrumpía constantemente a su contrincante Biden durante los debates, al punto que el demócrata le espetó: “¿Te podés callar, hombre? Esto es tan antipresidencial”.
El moderador Chris Wallace también se sumó al pedido de Biden, en un intento por recuperar un cara a cara ya salido de control. “Creo que el país estaría mejor servido si permitiéramos que ambas personas hablen con menos interrupciones. Le pido a usted, señor, que haga eso”, dijo a Trump.
Encuestas de opinión realizadas después del último debate revelaron que los ataques y la conducta agresiva que adoptó Trump no fueron bien vistos por los electores indecisos, que se inclinaron en su mayoría por Biden en las urnas.
Agencias AP, AFP y Reuters