Ataques en centro de Gaza matan a 13 palestinos mientras avanzan las conversaciones de alto el fuego

Un bebé palestino, todavía sin nombre y que nació de forma prematura tras la muerte de su madre, Ola al-Kurd, en un ataque israelí, en una incubadora en un hospital en Deir al-Balah, Gaza, el 19 de julio de 2024. (AP Foto/Abdel Kareem Hana)

DEIR AL-BALAH, Gaza (AP) — Al menos 13 personas fallecieron en tres ataques aéreos israelíes que alcanzaron campos de refugiados en el centro de Gaza en la madrugada del sábado, dijeron funcionarios de salud palestinos, mientras las conversaciones para un alto el fuego en El Cairo parecían avanzar.

Entre los muertos en los campos de refugiados de Nuseirat y Bureij había tres menores y una mujer, explicaron los equipos de ambulancias que trasladaron los cuerpos al cercano hospital Mártires de Al-Aqsa. Un reportero de The Associated Press contó los 13 cadáveres en el hospital.

Las últimas víctimas se producen tras un inusual momento de esperanza en una Gaza asolada por la guerra, luego de que un equipo médico logró rescatar con vida al bebé de una mujer en avanzado estado de gestación que murió en un ataque aéreo que alcanzó su casa en Nuseirat el jueves por la noche.

Ola al-Kurd, de 25 años, falleció junto a otras seis personas en la explosión, pero fue trasladada rápidamente al hospital de Al-Awda, en el norte de Gaza, con la esperanza de salvar a su hijo no nato. Horas más tarde, los médicos informaron a la AP de que el bebé había nacido.

El recién nacido, que aún no tiene nombre, está estable pero se sufrió escasez de oxígeno y está ingresado en una incubadora, indicó el doctor Khalil Dajran. Su padre resultó herido en el mismo ataque pero sobrevivió.

La guerra en Gaza, que comenzó tras la incursión de Hamás sobre el sur de Israel el 7 octubre, se ha cobrado la vida de más de 38.900 palestinos, según el Ministerio de Salud del sitiado enclave costero, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes. El conflicto ha provocado una catástrofe humanitaria en la Franja, desplazó a la mayoría de sus 2,3 millones de habitantes y causó hambre generalizada.

En su ataque de octubre, los insurgentes palestinos mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a otras 250 como rehenes. Alrededor de 120 siguen cautivas y se cree que un tercio de ellas habrían muerto, según las autoridades israelíes.

Miles de mujeres y niños han fallecido desde el inicio de la guerra, de acuerdo con las autoridades sanitarias de la Franja. En abril, una bebé prematura fue rescatada del vientre de su madre pero murió días más tarde.

En El Cairo, los mediadores internacionales, entre ellos Estados Unidos, siguen presionando a Israel y Hamás para alcanzar un acuerdo gradual que frene los combates y libere a los rehenes.

Desde la tregua de una semana de noviembre, los dos bandos mantienen negociaciones intermitentes e infructuosas en las que se han acusado mutuamente de obstaculizar los esfuerzos cuando por cerrar un pacto.

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Jeffery informó desde Ramallah, Cisjordania.